Episodio 7

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Estaba en el coche de Damián, solo faltaba unas cuadras para llegar al Colegio, estábamos en silencio, el estaba con su vista al frente y yo usando mi móvil.

—Saldrás hoy?- Pregunté.

—No lo sé, quizás todo depende- Dice calmado.

—De que?- Lo miro.

—De Mia, no sé si ella va a querer ir a algún lado, todo depende de lo que ella diga.

—Vale.- Vuelvo a mirar mi móvil.

Yo estaba entretenida, viendo videos en Instagram. no me había percatado de que habíamos llegado hasta que Damián me aviso.

Antes de salir del coche, recojo mis cosas y lo miro.

—Que no se te olvide, que me tienes que recoger.- Digo seria.

—Si, Adiós.

—Idiota.

—Yo te quiero más- Sonríe.

Yo no respondo, solo salgo del coche, al cerrar la puerta le saco el dedo y sonrío con falsedad.

—Vete al Diablo, Damián.- Suelto fastidiada.

—Mamá te escucha, y hasta te castiga.- Dice burlón.

—Adiós.

Me alejo del coche, y al estar dentro del cole, veo a los demás arreglando sus cosas en su casillero, Keisha está guardando sus cosas, y cuando me le voy a acercar Iván se interpone en mi camino.

—Y ahora, qué quieres?- Levantó un poco la cabeza, para poder mirarlo a los ojos.

—Hola, Buenos días, Ojitos lindos.- Sonríe.

—Buenos días, Iván.

—Por qué eres tan amargada, todas las mañanas? Tienes que sonreírle a la vida, Ojitos lindos.- Se acerca a mi.

Volteo a ver a Keisha, quien fulminaba a Iván con la mirada, yo me aparto y lo miro.

—Creo que deberíamos de ir a Saludar a Keisha, No crees?- Sonrío nerviosa.

—Claro, vamos- Intenta acercarse.

Pero yo fui más rápida y empecé a caminar hacia Keisha.

—Hola, Guapa.- La Abrazo.

—Hola, Hermosa- Me sonríe, para después abrazarme.

—Estás molesta?- Susurro.

—Contigo? No, Con Iván? Si.- Dice seria.

—Por?- me separo de ella.

—Te explico después.- Murmura.

—Vale.

—Hola Keisha- Dice serio.

—Hola.

Y a estos dos qué les pasa? Se hablan y se miran como si se quisieran matar entre ellos mismos.

Bueno, nos vamos a clases o no?- Me mira.

—Si, Vamos.- Sonrío.

—Hablamos después.

—Adiós.

—Cuídate, y deja de ser tan puto.- Lo miro.

El no dice nada solo se da la vuelta y se marcha. Keisha se ve un poco desanimada, pero trata de ocultar que no se siente para nada bien, yo trato de no mencionar el tema, para no incomodarla.

Detrás del odio, hay amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora