Harry Potter and The Dark Enigmas

Chapter 10: Pride vs Azkaban

(Créditos a quien le pertenece la imagen)

Después de la fiesta... justo antes de acostarse... pensó en Hermione.

Estaba avergonzado.

Era como un sombrero que pensó que se probaría, pero no encajaba. No es que no encajara, pero estaba saliendo con Ron. Ahora necesitaba un encanto de limpieza para eliminar esta traición en particular. Si él fuera honesto, dudaba de que a ella le hubiera importado. Fue tácito. Podríamos haberlo hecho, pero no lo hicimos. Y no lo haríamos. Esta aceptación nula se decidió... algún año... tal vez... ¿cuarto? ¿Quinto? Sí, tal vez entonces. Nunca hablaron de ello y nunca lo harían. Tal vez podrían bromear al respecto, pero nunca frente a Ron, o Ginny para el caso. Era demasiado incómodo pensar en Hermione de esa manera, imaginándola diciendo cosas extrañas y lujuriosas que nunca diría, o en poses que solo vio en los carteles de Sirius o en las revistas de magia de Fred y George que se negaron a compartir con Ron.

Estaba seguro de que Hermione podría ser todas esas cosas, pero no para él, ya que ella nunca le mostró ese lado. Era difícil imaginar al extraordinario gusano de biblioteca actuando de esa manera en su mente. Tal vez ella sería menos Hermione-el gatito y más "lecciones de Hermione en juegos previos". Sí, tal vez incluso asignar la tarea de un libro real. Ahora eso sonaba más como Hermione. 10 puntos de Gryffindor, saca tu mente de Knockturn Alley. Dejó su plato a un lado medio comido.

Cuanto más se acercaba al juicio de Snape, más inseguro estaba de cómo abordarlo. A primera hora de la mañana, Hermione le presentó un horario completo de repaso de la biblioteca, preparado para ir a Buckbeak en la creación de la defensa perfecta para Snape con precedentes de juicio. Harry se negó con vehemencia. Algo le dijo que esto no iba a llegar a un precedente. Iba a llegar a...

¿Qué podría decir sin avergonzarlo? Tenía una sospecha furtiva de que Snape no querría que mencionara a su madre. ¿Qué sabía el Ministerio frente a lo que no sabían sobre la inocencia de Snape? ¿McGonagall mencionaría a su madre si no lo hiciera? ¿Y si le preguntaran a Harry sobre todas las cosas horribles que Snape ha hecho en los últimos siete años? ¿Esa verdad imparcial dolería o ayudaría? Al igual que Draco, Harry no tenía nada que ganar en esta situación, excepto mantener a un jugador fundamental fuera de Azkaban. Se sentía más como un enemigo que como un maestro, incluso ahora.

Pero amaba a tu madre. Pero... ¿por qué eso importaba tanto? Un lugar incómodo dentro de él dijo que importaba mucho. Como un tío malo que creó una bóveda secreta de Gringotts que solo recibió en su cumpleaños número 17, salvándolo de una vida de pobreza. Y a pesar de las formas antagónicas de Snape, basadas en el aumento del contacto visual y la falta de detenciones, la verdad también puede importarle. ¿Quería que lo defendieran? ¿Quería hablar de ella al final? ¿Un reconocimiento de esfuerzo? ¿Una tregua? Harry terminó su jugo de naranja con la idea de que se dieran la mano y se separaran.

"¿Estás seguro de que no quieres hablar de ello, Harry?"

"No, solo pensando...", dijo, levantándose de la mesa, queriendo escapar a un aula y estudiar solo antes de empezar el día. "Voy a terminar algunas cosas, nos vemos más tarde".

Un día iban a tener algo parecido a una conversación. En todo caso, Harry quería reconocer que Snape trató de mantenerlo a salvo durante los últimos siete años, sin importar lo que le costara o cómo se sintiera personalmente al respecto. Eso valió algo.

Parpadeó y llegó el día del juicio.

Solo los hechos, decidió mientras cantaba su exceso de cabello, asegurándose de que su cicatriz fuera muy visible. Era Harry Potter, y Severus Snape NO iba a Azkaban hoy. Lo exigió. Mató a Voldemort y el Wizengamot hará lo que diga.