Harry Potter and The Dark Enigmas

Chapter 11: Disclosure

(Créditos a quien le pertenece la imagen)

Harry evitó la mirada de Snape la semana siguiente, lo que resultó difícil, porque ahora Snape lo miraba constantemente... como si fuera un bicho molesto que quería aplastar. Harry no tenía la intención de avergonzarlo en el juicio, después de todo, obtuvo la bendición de McGonagall, pero ahora estaba enojado porque Snape no parecía agradecido de no estar en Azkaban. Y volver a verla... o al menos, la encarnación de ella...

Al final de la clase, Snape lo estaba observando atentamente, prácticamente invitando a Harry a hablar con él, pero lo ignoró, haciendo su bolso y se fue con Hermione. Tal vez Snape quería hablar... de ella... o tal vez solo quería decírselo a Harry de nuevo, no estaba seguro. Pero ahora sentía que necesitaba algo de distancia. Tal vez hablarían más tarde, cuando la memoria de su madre se desvaneciera un poco y pudiera pensar de manera más objetiva.

Pero dejar atrás el juicio no le trajo mucho consuelo. La próxima fiesta de Slughorn fue un cambio rápido, programada previsiblemente para la noche de Halloween. Antes de recuperarse del primero, volvería a darse la mano y fingir ser una versión de "Harry Potter" que no existía.

"Ron no va a venir a este, ¿verdad?"

"No, Harry", garabateó Hermione con enojo en la sala común. "No sometería a Ron a tu estado de ánimo".

"Porque quiero hablar con Ginny en la fiesta".

Hermione miró hacia arriba como una luz abierta en el techo. "¿Realmente?"

"¿Crees que la fiesta es... un mal momento?"

"Sí. Cada día ha sido un mal momento desde el comienzo del trimestre. Y cada día hacia adelante es un peor momento. Deberías haber roto con ella en el momento en que lo supiste".

"No estaba planeando romper con ella exactamente... no esas palabras. Tal vez... ¿una tregua? Ya estamos separados. Ella lo sabe, ¿verdad?

Hermione hizo un ruido furioso mientras cerraba su libro, atrapando su pergamino y su pluma. "Sí, creo que sí. Pero ella todavía merece una explicación".

"¡No tengo uno! No la voy a dejar por nadie. Yo solo..."

¡Eso NO IMPORTA, Harry! Ella va a pensar que quieres que te espere. ¡Ella también lo haría! Tienes que hacerle saber que está hecho. De verdad esta vez".

"Sé..." Hizo un ruido frustrado. "...Ella me odia..."

"Sí. Ella lo hace". Hermione no miró hacia ojo la vista. "Pero ella también te quiere. Así que di lo que debas, pero sé amable".

"Ella no quiere amabilidad. Ella quiere la verdad". Se tragó. "Solo soy... un cobarde, ¿verdad?"

"No, Harry... ¡acabas de salvar a Snape de Azkaban la semana pasada! Eso es enorme. Ni siquiera sé si podría haber hecho eso. Habría entrado con... leyes... ejemplos históricos... argumentos bien practicados. Pero tú, acabas de... hablaste con tus emociones y tu dolor. Incluso tu confusión se registró por lo que escuché. Y se hizo después de eso, ¿verdad? Ellas gobernaron en ese momento y allí".

"Deberías haberla visto", dijo Harry, con su voz temblando. "Ella es hermosa. A diferencia de cualquier Patronus que hayas visto, Hermione. Ella..." y las palabras se le atraparon en la garganta. ...No pudo...

"Sí, Harry, también me quitan el aliento. "

Varios discursos estaban girando en su cabeza, todos ellos sonando más patéticos que el anterior que preparó. Disculpas, muchos de ellos, todos son risibles. Si hubiera entrado en el juicio de Snape con la basura que conjuró ahora, le habrían dado el beso del Dementor.