Harry Potter and The Dark Enigmas

Chapter 38: Keep it Please

(Créditos a quien le pertenece la imagen)

Lo hizo, realmente lo hizo. Tomó la poción.

No importaba qué disculpa diera Harry después de su fin de semana, Snape no lo aceptó, y se molestó cada vez más cada vez que lo intentaba, tan molesto que Snape se convirtió en amenazas como: Oh, ¿debo disculparme contigo por todo lo que te he hecho? Oh, ¿estamos quitando lo atrevido de la mesa? Misionero, ¿verdad? ¿Las varitas se alejan con la luz apagada? Qué aburrido, Potter, estás delirando.

No importa lo delirante que Snape insistió en que Harry se disculpara constantemente, el hecho de que evitara el tema en su conjunto y nunca accediera al papel sumiso de nuevo lo canceló. Debido a que seguía rechazando sus disculpas, Harry ideó un tipo diferente de disculpa. Después de establecer planes (comprar lo que necesitaba comprar, reservar una fecha para la prueba), la realidad lo estaba mirando a la cara... y no estaba seguro de que le gustara.

El libro estaba abierto, pero no usó las páginas 81-95. Como diría Snape: las pociones son superiores, así que la chupó y ordenó una, la botella vacía en la mesita de noche.

La transformación fue fácil, nada como Polyjuice, una transición suave, y ahora alguna chica lo miraba en el espejo, pero con su cicatriz.

Ella era bonita, o... Harry suponía que era bonita, o tan bonita como él podría haber esperado que fuera. De hecho, ahora que realmente la miraba, sentía que la versión femenina de sí mismo era más bonita que la versión masculina. Todas las partes incómodas de su cuerpo parecían indulgentes, incluso entrañables. Su cabello desordenado no estaba desordenado, era voluminoso. Y sus rodillas nudosas se veían positivamente lindas. Sus pechos eran desiguales, pero esos se igualaron lo suficientemente rápido con un encanto de congestión, y cuando lo hizo, los hizo un poco más grandes porque, bueno, ¿por qué no? Y como eso funcionó tan bien, también hizo que su trasero estuviera más lleno, aunque ya se veía bastante bien. Solo unos pocos ajustes, ¡y sí! Más atractivo. Allí, ahora se veía bastante bien. Para el toque final, alargó su cabello hasta la curva de su espalda. Ahora se veía bastante encantador. No es un aturdidor, pero tal vez un ocho sólido. Siete y medio.

Harry suspiró, la voz escapando de su garganta sonando alienígena.

Más tarde o temprano, estarían experimentando con esto. Snape ya le preguntó directamente varias veces, y a Harry también le gustaría acostarse con otra chica antes de morir... así que, este fue él el primero en ceder de nuevo, ¿no?

Este pequeño experimento, en teoría, debería ser divertido, fácil y alegre. Pero Harry tenía una sospecha furtiva de que no se sentiría cómoda como una niña, así que puso en marcha algunos planes para probarlo antes del gran día. Y ahora lo sabía.

Él nunca, nunca, NUNCA tendría sexo así.

Verse a sí mismo como una chica se sentía... mal. Como si esta versión le diera un vistazo a una realidad alternativa que nunca quiso ver. Su cerebro divagaba... ¿cómo sería su vida si fuera una chica? ¿Habría sido más amable Dudley? ¿Me refiero? ¿O una mezcla de los peores resultados de ambos escenarios? ¿Qué hay de la tía Petunia y el tío Vernon? ¿Cómo sería su relación con Ron? La gente probablemente no lo habría acusado de ser el heredero de Slytherin, eso es seguro. ¿Y si Neville lo invitara a salir en cuarto año? ¿Habría sido menos favorecido y más objetivo por diferentes razones? ¿La placa de Draco diría "Potter es una escoria" en lugar de "Potter apesta"? ¿A quién estaría besando en el quinto y sexto año? ¿Snape habría sido más amable con él desde el principio? ¿Y qué tan agradable es demasiado agradable, exactamente?

¿Tom Riddle lo marcaría como su igual? No... él habría ido tras Neville. ¿Y dónde puso eso a Harry? ¿Feliz y en casa con sus padres? ¿O seguirían siendo héroes de guerra muertos, y él había sido legítimamente olvidado en los Dursley? Harry no podía quitarse la sensación de que su vida sería peor si fuera una chica. ¿Por qué fue eso? Toda esta vivienda lo hizo sentir muy incómodo.