Capitulo 3

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No sé qué fue lo que hizo que Miguel decidiera hacerme emisaria del cielo pero me hacía tan feliz, no solo participaría en los juicios, si no que también formaría parte de cosas importantes. Estaba en el despacho de los tres arcángeles. Rafael parecía aburrido de la situación y simplemente me extendió una carpeta, Gabriel me miraba preocupado y Miguel parecía feliz de darme esa posición.

-Alguien debería acompañarla- Soltó Gabriel.

-¿Pretendes ir tú?- Sonrió Rafael- La última vez que fuiste al infierno volviste bastante...

-¡Vale ya!- Soltó mi amigo- Nadie quiere saberlo.

-¿Qué...?-Comencé porque yo sí quería saberlo.

-Es peligroso.

-Pero si Asmodeo es inofensivo- Sonreí- Creo que le caigo bien.

Asmodeo

-Acuchíllame con tu polla,As.

Debería estar disfrutando joder. Tenía a una demonio con el cuerpo de Kate Upton y mientras me montaba con rabia ponía cara de zorra total, como a mí me gustaba pero solo podía pensar en Haniel ¿Cómo sería follarme a ese angelito inocente? Pff debería empezar tan suave pero poco a poco me volvería loco.

La besaría mientras le hacía encajar sus piernas a mi cadera y me movía cada vez un poco más rápido. Al final le gustaría tanto que me pediría más ¿Cómo sería que me suplicara?

-As- La demonio seguía botando sobre mi polla y de la rabia la giré yendo más fuerte ella gritó de placer pensaba que lo hacía por su propio disfrute pero estaba enfadado. Joder, no podía dejar de pensar en ella y...

-Y esta es la sala de los príncipes, aquí se reúnen y...- Lucifer fingió sorpresa al verme follandome a alguien en esa habitación. Lo hacía a todas horas- Que descaro y encima cuando traemos invitadas.

Mierda, me guardé el pene en los pantalones y me acerqué a ella con una sonrisa. Ella simplemente me miró de arriba abajo con curiosidad esperando que le explicara algo, volvió a mirarme pero esta vez se quedó en mi entrepierna ¡Aún la tenía dura joder!

-Yo... Soy el demonio del deseo carnal. Entonces necesitaba...

-Yo soy el angel del amor y no siento la necesidad de darle besos a todo el mundo todo el rato- Se encogió de hombros, ojalá me quisiera besar a mi- ¿Dónde voy a dormir hoy? ¿Me pondréis una habitación especial como a vosotros en el infierno?

Sonó emocionada y yo miré a Lucifer que me miraba con una sonrisa de oreja a oreja, la madre que los parió sabía lo que pretendían y pensaba hacerles arder. En verdad no porque les daría hasta gustito.

-Dormirás con Asmodeo, es el mejor guardián.

-Eh si...- Agarré a Lucifer del brazo y sonreí a Haniel- Espera aquí mi hermana y yo tenemos que hablar.

-¿Con ella?- Mi hermana señaló a la demonio que estaba desnuda que se había tumbado sobre el sofá y parecía aburrida.

-¡Claro!- Haniel se acercó a ella- Seguro que me puede hacer aprender mucho sobre Asmodeo.

Llevé a mi hermana a una esquina y empezamos a susurrar con ganas.

-Será coña ¿No?

-¿Por qué? Tú te la quieres tirar, le caes bien y ahí arriba suspiró cada vez que interactuabas con ese angelito llamado Nunú. La tienes en el bote hermano.

-Sabes lo que le provoca a los ángeles como ella estar demasiado tiempo en el infierno. Se abalanzará sobre mí y no sé si voy a poder parar.

-Ya veremos- Canturreó mi hermana mientras se iba y yo me giraba para ver a la demonio que me estaba follando hablé con Haniel.

-¿Qué le has dicho?

La demonio se giró para dedicarme una sonrisa maliciosa, esto no me molaba un pelo ¿De dónde había sacado Haniel esa pirueta?

-Le estaba contando a Haniel cómo te gusta que chupen tu piruleta.

-No sabía que fabricarás caramelos- Dijo con los ojos abiertos.

-Mira que bien lo hace.

Observé como Haniel chupaba aquella piruleta despacio para luego adentrarsela en la boca. Vale esto no estaba bien pero me era inevitable el pensar cómo sería estar yo en ese lugar.

-¿Lo hago bien?- Me preguntó mirándome a los ojos- Aunque no entiendo muy bien qué finalidad tiene chupar una piruleta de cierta manera.

-Están hablando de la polla de As, Haniel- Mammon entró por la puerta y se colocó al lado de la demonio atrayéndola hacia él para montársela en una pierna- Como As ya no va a prestar atención ¿Qué tal si lo hago yo?

La demonio pegó un chillido de felicidad ¿Dos príncipes demonio en un día? Debía ser el día más feliz de su vida. Saque a Haniel de allí y le hice un tour por el infierno. No había mucha pérdida: Desesperación, dolor, agonía... Lo típico.

-Y aquí es donde dormirás- Le dije con una sonrisa ladina- Perdona si me muevo mucho, necesito contacto.

-No te preocupes, puedes abrazarme mientras duermes. A mi no me importa.

- ¿En serio?

-Claro ¿Qué podría pasar?

***

-Asmodeo- Me levanté ante aquel lloriqueo, sabía lo que estaba pasando. El infierno le estaba afectando, ella era demasiado pura, demasiado perfecta y el infierno estaba intentando llevársela a su lado y tenerme a su lado no ayudaba porque todas mis cosas malas se las intentaban transmitir.

-Haniel- Agarré una botella y se la tendí.

Negó mientras me agarraba de la mano para dirigirla hacia su sexo, no, no quería asi no.

-Haniel tienes que beberte esto, angelito.

-No... Eres el demonio del deseo carnal deberías querer esto- Gimió.

-Haniel.

-Asmo...

-Si te toco ¿Te lo tomaras?

-¿Me lo escupes en la boca, As?-Sono juguetona.

Peligro el infierno parecía conseguirlo un poco, pegué un trago a aquel brebaje y comencé a tocarle el clitoris a Haniel. Dios mío sus gemidos eran increíbles no podía esperar a que los hiciera mientras le hacía todo lo que quería hacerle, le agarré el labio inferior para que abriera la boca y verla la cara mientras le escupía en la boca aquel brebaje era tan erotico...

Quería más, mucho más pero no debía, no así.

-Traga- Lo hizo al instante y mientras volvía en sí le seguí tocando mientras me restregaba sobre ella-Buena chica- Le besé la cabeza cuando sus ojos empezaron a dar a entender que estaba recuperándose- Perdona mi angelito- Le aparte la mano de su sexo y ella me sonrió- Solo hace efecto cuando tienes los primeros síntomas.

-Luego dice que no eres bueno- Me dijo adormilada.

-Una persona buena no se habría planteado hacerte todo lo que te quiero hacer y simplemente te habría abierto la boca, no te habría tocado- Susurré antes de quedarme dormido a su lado

Angel y demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora