Capitulo 8

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-As...

Asmodeo estaba con los ojos negros. Me quitó el vestido haciendo quedará en mi ropa interior blanca. El demonio estaba sin camiseta en frente de mi y me miraba con tal lujuria que se me puso la carne de gallina. Aquello era... Nadie me había mirado de aquella manera nunca, Asmodeo me agarró de la nuca para juntar nuestros labios y hacer que su lengua se apoderara de la mía con ahínco. Me agarró de las caderas y me giró para que acabara tumbada sobre él mientras nos seguiamos besando.

-Haniel... No voy a poder dejarte ir jamás de aquí...

-Quiero que me enseñes a hacerlo bien- Susurré sobre sus labios.

-No puedes decirle eso al demonio del deseo carnal.

-¿Por qué?-Gemi cuando metió su mano por debajo de mi ropa interior.

-Porque ahora estoy pensando en todo lo que quiero hacerte.

-¿Y qué...?- Tragué saliva- Ponerte a cuatro patas, que te sientes sobre mi polla y hagas lo que quieras con ella, comerte el coño, follarte sobre la pared y cualquier superficie posible...- Me agarró de los pechos y empezó a amasarlos haciendo que gimiera, me gustaba- También tengo planes para estas dos.

-Pero hoy... ¿Podemos hacerlo despacio? Es mi primera vez....

-Angelito- Me besó en la cabeza- Tu marcas el ritmo, siempre marcas el ritmo.

Asmodeo me abrió las piernas y me apartó las bragas con delicadeza mientras hacía lo mismo con el sujetador. Empezó a meter su miembro en mi, poco a poco solté un suspiro que fue callado por un beso del demonio. Me dolía pero al mismo tiempo era... Placentero.

-Ya casi lo tienes- Susurró sobre mis labios- Lo estás haciendo muy bien.

Asmodeo se quedó quieto dentro de mí mientras me besaba, esperando a que me acostumbrara, no sabía el tamaño de otros hombres pero estaba segura de que As debía estar por encima de la media.

-As- Me moví lentamente- Ya estoy bien.

-Bien...- Asmodeo me dio una embestida suave que me hizo soltar un sonido que jamás había salido de mis labios- Tengo tantas ganas de hacerlo duro contigo, Haniel...- Mi cara le debió decir todo- Pero hoy no angelito- Me agarró del trasero y me puso encima de él- Hoy úsame para acostumbrarte.

As se tumbó y me hizo poner mis manos sobre su torso, me agarró de las caderas para movermelas de atrás hacia delante y con la mirada me dijo que lo hiciera a mi ritmo.

-As... Se siente tan bien...

-Angelito...- Se levantó un poco para agarrar con sus dientes mi labio- No sabes lo bien que sienta que digas mi nombre en esta situación.

-As...- Le agarré con las manos sus mejillas- Esto me gusta.

-Y a mí, no sabes lo que me gusta. Creo que ya no me voy a poder follar a otra persona, joder Haniel.

-As... Bésame.

Y lo hizo, estuve en su cama durante toda la noche y me enseñó cosas que desconocía y cosas a las que me hice adicta en una única noche.

Asmodeo

-Nos vemos el próximo jueves-Sonrió Haniel y me la atraje hacia mi.

-Y una mierda- Le comí básicamente la boca mientras le manoseaba el trasero- Mañana subiré al cielo para follarte entre nubes.

-No digas esa palabra.

-Es solo un verbo cariño, es lo que voy a hacer contigo- Susurré sobre sus labios- Todas las noches si se me permite.

-¡Haniel! ¿Dónde estás?- Escuche la voz de Gabriel y mi angelito intentó separarse de mí pero lo evité.

-As... Va a saber lo que hemos hecho.

-Y probablemente él se haya follado esta noche de una manera súper guarra a Lucifer- Rodé los ojos- Lo que hemos hecho nosotros esta noche si lo comparamos con lo que han hecho ellos era para todos los públicos- Ella frunció el ceño- Bueno para mayores de 13.

-Asmodeo... Por favor...- Se notaba incomodidad en su voz- Prométeme que no sabrá lo que ha pasado en tu habitación.

-Vale- Suspiré- Pero... Acabas de probar el sexo con el demonio del deseo carnal así que probablemente tengas necesidades- Saqué una moneda de mi bolsillo- Si necesitas follar lanzas esto- Se lo puse entre las manos y le agarré de las mejillas para que me mirara- Para que yo acuda a ti ¿Entendido?

-Ajá...- Acerqué mis labios a los suyos para besarla y ella me aceptó el beso con ganas.

Esa sensación, Haniel iba a ser mía y el cielo podía decir lo que le diera la gana, a Haniel no le iba a tocar nadie que no fuera yo.

-As...- Se separó de mí y empezó a juguetear con el cuello de mi camisa negra- ¿Qué piensas de Nunú?

Nunú, aquella bebé sabía lo que me estaba preguntando en ese mismo momento y no era si me gustaba Nunú era si me gustaban los niños en general. Mini punto para mí se estaba planteando que yo fuera el padre de sus bebés y nada me encantaría más. Pero no sé los podía dar así que simplemente le sonreí.

-Me encanta Nunú.

-¿Si?- Dijo emocionada- Tu también le encantas.

-Aquí estás- Haniel se separó de mí y Gabriel la agarró del hombro para mirarme después de arriba abajo- Asmodeo. Supongo que... Te veré pronto.

-Supones bien- Sonreí para luego mirar a Haniel- Nos vemos mañana angelito.

Angel y demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora