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✧ ;; we become we - journey to bethlehem.

💥 k a t s u k i  b a k u g o.

En una pequeña aldea rodeada por colinas cubiertas de un verde profundo, donde los días se pasaban con la calma de la naturaleza, vivía una joven llamada _____

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En una pequeña aldea rodeada por colinas cubiertas de un verde profundo, donde los días se pasaban con la calma de la naturaleza, vivía una joven llamada _____.

Desde que era una niña, ella soñaba con un chico de cabello dorado como el sol, con ojos que parecían contener el fuego de un dragón, no conocía su nombre, ni de dónde provenía, pero su presencia era constante en sus sueños, como si sus almas estuvieran entrelazadas desde el principio de los tiempos.

Del otro lado del reino, en una fortaleza rodeada de murallas impenetrables, un joven guerrero llamado Bakugo Katsuki tenía el mismo sueño recurrente, una chica de mirada dulce y cabellos que se movían como olas en el viento, cuyo rostro nunca lograba ver con claridad, pero cuya esencia le llenaba de una paz que no encontraba en su vida diaria.

Bakugo era conocido por su destreza en la batalla y su temperamento explosivo, pero en sus sueños, siempre encontraba consuelo en la presencia de esa misteriosa joven.

Ambos crecieron con la esperanza de que un día esos sueños se harían realidad, _____ pasó su infancia entrenando en las artes curativas, siguiendo los pasos de su madre, la sanadora del pueblo, siempre sintió que tenía un propósito más grande, un destino que aún no lograba comprender, mientras tanto, Bakugo continuaba su entrenamiento como caballero, ganándose la reputación de ser uno de los más feroces y habilidosos del reino, pero a pesar de su fuerza, una parte de él siempre estaba en busca de algo más, algo que sabía que sólo encontraría al lado de la chica de sus sueños.

Los años pasaron, y el reino se vio envuelto en una oscura amenaza.

Un antiguo dragón, dormido durante siglos en las montañas del norte, despertó con un rugido que resonó por todo el reino, los aldeanos hablaban con temor del dragón, cuyas llamas podían reducir a cenizas cualquier cosa a su paso, el rey, preocupado por la seguridad de su pueblo, reunió a los más valientes caballeros para enfrentar a la bestia, y entre ellos, Katsuki fue el primero en ofrecerse.

Mientras tanto, en la aldea de _____, los efectos del dragón ya se sentían, las cosechas comenzaron a morir, y una extraña enfermedad empezó a propagarse entre los aldeanos.

Desesperada por salvar a su gente, _____ decidió emprender un viaje hacia la capital, donde esperaba encontrar respuestas sobre cómo derrotar al dragón y sanar a su pueblo.

El destino quiso que ambos se encontraran en un antiguo bosque, en el camino hacia la capital.

El encuentro fue tan inesperado como inevitable. _____, agotada por el viaje, se detuvo a descansar cerca de un arroyo, cuando Katsuki, montando su caballo negro como la noche, apareció en la distancia, su corazón dio un vuelco.

Era él, el chico de sus sueños.

Katsuki también la vio y sintió una corriente de reconocimiento recorrer su cuerpo, detuvo su caballo y la observó con detenimiento.

Sus cabellos, tan suaves como la seda, caían en cascada sobre sus hombros, sus ojos, llenos de determinación y dulzura, eran exactamente como los había visto en sus sueños.

Aunque en la realidad eran desconocidos, en el fondo de sus almas sabían que se conocían desde siempre.

—¿Eres real?—preguntó ____ en un susurro, sus ojos mirando directamente a los de Katsuki.

—Debería preguntarte lo mismo—respondió él, con una suavidad que sorprendió a ambos, bajó de su caballo y se acercó a ella, sus pasos firmes pero cautelosos—te he visto antes... en mis sueños.

_____ asintió, incapaz de apartar la mirada de él—Yo también... Siempre te he visto, desde que era una niña.

Katsuki extendió una mano hacia ella, como si temiera que desapareciera en el aire, cuando sus dedos se tocaron, una calidez los envolvió, y ambos sintieron como si el peso de todos sus miedos y dudas se desvaneciera, era como si el destino los hubiera guiado hasta ese momento, y nada más en el mundo importara.

—No sé quién eres—dijo Katsuki, su voz más suave de lo que jamás se había tomado el atrevimiento de ser—pero sé que estamos destinados a estar juntos.

____ sonrió, con lágrimas brillando en sus ojos. —Lo he sabido toda mi vida.

El tiempo pareció detenerse mientras se miraban, como si el mundo entero desapareciera a su alrededor, pero la realidad no tardó en volver, recordándoles la oscuridad que acechaba al reino.

Katsuki fue el primero en romper el silencio, su rostro volviendo a mostrar la determinación que lo caracterizaba.

—Estoy de camino a enfrentar al dragón—dijo él, sin soltar la mano de ____—No sé qué nos espera, pero sé que no puedo hacerlo solo.

—Y yo estoy buscando una manera de salvar a mi pueblo de la enfermedad que el dragón ha traído—respondió ella, apretando su mano con fuerza—vamos juntos, entonces,tal vez... tal vez es nuestro destino luchar lado a lado.

Katsuki asintió, sabiendo en su corazón que no podría haber elegido a nadie mejor para acompañarlo.

Con una última mirada, ambos montaron el caballo de Katsuki y se dirigieron hacia la capital, con el peso del destino sobre sus hombros.

El viaje fue largo y peligroso, pero juntos superaron cada obstáculo que se les presentó.

La conexión que sentían en sus sueños se fortalecía con cada día que pasaban juntos, y pronto, Katsuki se dio cuenta de que no sólo había encontrado a la chica de sus sueños, sino también a la única persona capaz de ver más allá de su temperamento explosivo, la única que lo hacía sentir en paz.

Finalmente, llegaron a la montaña donde el dragón había hecho su guarida, la batalla que siguió fue feroz, el dragón era una bestia colosal, cuyas llamas parecían consumir todo a su paso.

Pero Katsuki luchó con una ferocidad que sólo podría haber sido inspirada por el deseo de proteger a ____, y ella, con su conocimiento de las artes curativas y su valor inquebrantable, lo apoyó en cada momento.

Cuando finalmente lograron derrotar al dragón, la montaña retumbó, y el fuego que había consumido el reino comenzó a desvanecerse.

Pero la victoria no fue sin costo, Katsuki resultó gravemente herido en la batalla, y _____, desesperada, utilizó todo su poder y conocimiento para salvarlo, mientras lo curaba, sintió una conexión aún más profunda entre ellos, como si sus almas se fusionaran en ese momento.

Cuando Katsuki abrió los ojos, lo primero que vio fue el rostro de _____, y supo que había encontrado su hogar, no en un lugar, sino en ella—gracias—murmuró él, su voz débil pero llena de gratitud.

—Estamos destinados a estar juntos—susurró ella, con lágrimas de alivio cayendo por sus mejillas—lo supe desde el principio.

Bakugo sonrió, una sonrisa que pocas veces mostraba—Y lo estaremos... para siempre.

Regresaron al reino como héroes, pero para ellos, lo más importante era que habían encontrado en el otro lo que sus corazones siempre habían anhelado, su conexión, que había comenzado en sueños, se había hecho realidad en la vida, y juntos, sabían que podían enfrentar cualquier desafío que el destino les pusiera por delante.

En las noches tranquilas, mientras descansaban juntos bajo las estrellas, recordaban cómo todo había comenzado con un simple sueño compartido, y se daban cuenta de que, aunque sus caminos hubieran sido diferentes, siempre habían estado destinados a encontrarse.

Y así, en un reino que volvía a florecer después de la oscuridad, Katsuki y _____ vivieron su historia, una historia escrita en las estrellas, donde dos almas que se buscaban en sueños finalmente se encontraron, para nunca más separarse.

Happy Ever After | MHA One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora