ִ๑ㅤׄㅤ౾ㅤִ La religionㅤִㅤDnf ᳳㅤׄ

‎ ‎‎𝅄⠀ 𝐶𝑎𝑝ㅤׂ ⠀⠀ 𝟑 𓈒⠀ ‎ ‎‎ ‎ ‎⠀✧

Dreamwastaken se encontraba solo en su habitación, un espacio que, aunque familiar, le resultaba más una prisión que un refugio. Vestido únicamente con una camiseta y pantalones de dormir, se acercó a los cuadros que colgaban en la pared. Uno en particular capturó su atención: una imagen de él junto a un joven que se parecía mucho a George. Pero había una diferencia inquietante. Este George tenía cuernos y una sonrisa que dejaba ver dientes filosos. A pesar de la naturaleza perturbadora del retrato, Dream sintió un doloroso cariño al mirarlo.

Suspiró, una mezcla de anhelo y frustración escapando de sus labios. "Cada vez falta menos para que nos volvamos a encontrar, mi amado...", murmuró con una voz quebrada. El dolor de la separación le carcomía el alma, y la foto era un recordatorio constante de lo que había perdido. No comprendía por qué su vida había tomado un rumbo tan oscuro, por qué ese día en la misa había marcado el comienzo de su ruina.

Sin embargo, ahora no era el momento para reflexionar sobre el pasado. Guardó la foto en su lugar habitual, escondida de miradas indiscretas, y se dirigió a la cama, forzándose a dormir. Sabía que eran las 12 de la mañana, y aunque su mente estaba lejos de la tranquilidad, su cuerpo clamaba por descanso.

Cuando cerró los ojos, se sumergió en un sueño donde tenía nuevamente 21 años. En ese mundo onírico, se encontró con un George mayor que él, quien lo saludó con un beso en la mejilla, vestido de monja. "Hey, ya falta poco para la misa, ¿sabes?" le dijo con una sonrisa traviesa.

Dream sintió sus mejillas enrojecer. Los latidos de su corazón se aceleraron cuando se acercó a George, quien tomó su mano y lo miró a los ojos con una calidez que le resultaba tan familiar, tan segura. "¿Tanto me extrañas, Dream?" preguntó George, con una dulzura que solo empeoró el dolor en el pecho de Dream. No pudo hacer más que asentir, incapaz de articular las palabras que reflejaran la intensidad de su deseo.

George acarició sus mejillas, sus manos suaves como el terciopelo, y se acercó aún más, hasta quedar a solo centímetros de los labios de Dream. "Sabes que para volver a tenerme, debes hacer ese sacrificio... Pero sigo contigo, solo que él es más inocente". Se rio suavemente, un sonido que resonó como una tentación prohibida, antes de acercarse para lo que prometía ser un beso tan dulce y tentador como el pecado original.

Pero justo cuando sus labios estaban a punto de tocarse, Dream despertó bruscamente. Eran apenas las 5 de la mañana. Miró el reloj de reojo, sintiendo una mezcla de rabia y decepción. Quería, necesitaba, ese beso de George, de su demonio amado. El vacío que el sueño dejó en él era insoportable.

Dreamwastaken se levantó de la cama con un gruñido de frustración, la impotencia bullendo en su interior. El sueño, tan vívido y palpable, lo había dejado con un anhelo desesperado, una necesidad que sabía que nunca podría saciar en la realidad. La imagen de George, su sonrisa, su toque, lo atormentaban. Sentía que aquel beso que casi había recibido era una cruel burla del destino, un recordatorio de lo que nunca podría tener.