Lo sabes

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El inicio de su relación como pareja fue un respiro que Violeta necesitaba con urgencia. El estrés de los exámenes, combinado con la presión de darle clases a la hija del director, había sido abrumador. Sin embargo, ahora que estaban juntas oficialmente, sentía que todo era más llevadero. Chiara había demostrado ser una fuente de apoyo constante, alguien que sabía cuándo ofrecer un hombro en el que llorar o una palabra de aliento en el momento justo.

Violeta había entrado a su examen con la seguridad de que, sin importar lo que sucediera, Chiara estaría ahí para ella. Chiara, por su parte, había seguido con su rutina universitaria, pero con la tranquilidad de saber que Violeta era suya y que juntas podían superar cualquier cosa.

Tras salir del examen, Violeta sintió un peso menos en sus hombros. Aunque los exámenes aún no terminaban, esa prueba le había salido mejor de lo esperado. Se dirigió al apartamento de Chiara con una sonrisa en el rostro, ansiosa por compartir cómo le había ido. Cuando llegó, Chiara la recibió con un abrazo cálido y una sonrisa que borró cualquier residuo de ansiedad.

"¿Cómo te fue?" preguntó Chiara, sus ojos brillando de expectación.

"Mucho mejor de lo que pensaba," respondió Violeta, besando suavemente los labios de Chiara. "Creo que todo este estudio intensivo ha dado sus frutos."

"Sabía que lo harías bien," dijo Chiara con orgullo, abrazándola con más fuerza. "Ahora solo queda esperar el resto, pero estoy segura de que lo lograrás."

Violeta asintió, sintiendo una paz que no había experimentado en semanas. Pero mientras se acurrucaban en el sofá de Chiara, algo en la mente de Violeta empezó a molestarla. Había notado que, aunque estaban bien y su relación se fortalecía, había momentos en los que Chiara parecía distante, atrapada en sus propios pensamientos.

"Chiara, hay algo de lo que quiero hablar contigo," dijo Violeta, rompiendo el cómodo silencio que las rodeaba.

Chiara la miró con curiosidad, apartándose ligeramente para observarla mejor. "Dime, ¿qué pasa?"

"Es solo que... He notado que a veces te quedas callada, como si estuvieras pensando en algo que te molesta," comenzó Violeta, eligiendo sus palabras con cuidado. "No quiero presionarte, pero quiero que sepas que puedes contarme lo que sea. Estoy aquí para ti."

Chiara bajó la mirada, y Violeta supo que había tocado un punto delicado. La vio suspirar profundamente antes de hablar, como si estuviera preparándose para algo difícil.

"Hay algo de lo que no hemos hablado mucho," dijo Chiara en voz baja. "Algo que, aunque pensé que había superado, sigue afectándome más de lo que me gustaría admitir."

Violeta sintió un nudo formarse en su estómago, pero permaneció en silencio, permitiéndole a Chiara continuar.

"Es sobre Laura," confesó finalmente Chiara, su voz teñida de una mezcla de tristeza y resignación. "Sé que ya te hablé un poco de ella, y que Alex te contó lo esencial, pero hay más. Cosas que no he dicho porque... no es fácil hablar de eso."

Violeta asintió, apretando suavemente la mano de Chiara en señal de apoyo. Sabía que este era un momento crucial, una oportunidad para que Chiara se abriera completamente y liberara parte del peso que llevaba encima.

"Laura y yo tuvimos una relación muy intensa," comenzó Chiara, su voz temblando ligeramente. "Al principio, todo parecía perfecto. Ella era encantadora, siempre sabía qué decir y cómo hacerme sentir especial. Pero con el tiempo, las cosas cambiaron. Empezó a ser... controladora, manipuladora. Se aprovechaba de mis sentimientos, de mi necesidad de sentirme querida. Se que tú no eres ella pero me da miedo que al ser todo esto tan bonito de pronto se acabe"

Hizo una pausa, mirando hacia la ventana como si buscara las palabras correctas. "Laura me usaba para sus propios deseos, me hacía sentir que si no le daba lo que quería, me abandonaría. Y yo... yo estaba tan atrapada en su juego que no podía ver lo tóxica que era la situación."

Violeta sintió una oleada de rabia hacia Laura, igual que aquel día en el hospital , pero se contuvo. Sabía que este momento no se trataba de juzgar, sino de escuchar y apoyar a Chiara.

"¿Por qué no lo dejaste antes?" preguntó Violeta suavemente, aunque ya intuía la respuesta.

"Porque tenía miedo," respondió Chiara con un suspiro. "Miedo de estar sola, de no encontrar a alguien más que pudiera quererme. Laura me hizo creer que nadie más lo haría. Y aunque sabía que lo que hacía estaba mal, no podía salir de esa espiral."

Violeta acarició el rostro de Chiara, borrando una lágrima solitaria que se deslizaba por su mejilla. "Pero lo hiciste, Chiara. Lo dejaste. Y eso es lo que importa."

"Sí," dijo Chiara, asintiendo lentamente. "Pero las cicatrices quedaron. A veces me encuentro cuestionándome si merezco ser feliz, si merezco estar contigo. Y cuando pienso en todo lo que compartimos y en lo especial que eres para mí... Nose"

Violeta negó con la cabeza, sintiendo cómo se le encogía el corazón al escuchar esas palabras. "Chiara, nunca te haría eso. Tú eres importante para mí, y nuestra relación significa más de lo que puedo expresar. Lo que Laura te hizo no define quién eres, y yo nunca voy a usarlo en tu contra, y lo sabes, ya te lo dije una vez, y te lo voy a decir las veces que hagan falta con tal de que te quede claro"

Chiara sollozó suavemente y Violeta la abrazó con fuerza, sintiendo cómo su cuerpo temblaba ligeramente en sus brazos. Estuvieron así por varios minutos, compartiendo ese momento de vulnerabilidad y comprensión mutua.

Cuando Chiara finalmente se calmó, levantó la mirada hacia Violeta, sus ojos aún brillantes pero con una nueva determinación. "Gracias por estar aquí, Violeta. Sé que no es fácil lidiar con todo esto, pero quiero superar mi pasado, por nosotras."

"Lo haremos juntas," prometió Violeta, besándola suavemente. "Estoy aquí, Chiara, y no voy a ir a ninguna parte."

Chiara sonrió débilmente y, sin decir nada más, tomó la mano de Violeta y la guió hacia su habitación. La conexión entre ellas era palpable, y ambas sabían que este era el momento de dar un paso más en su relación.

Ya en la habitación, el ambiente cambió. No había palabras, solo miradas intensas y caricias suaves que hablaban de deseo y amor. La noche se llenó de susurros y gemidos, mientras se entregaban la una a la otra, sin reservas, sin miedos. Por primera vez desde que se conocieron, Violeta y Chiara se conectaron en cuerpo y alma, borrando cualquier rastro de dudas o inseguridades.

Cuando finalmente se recostaron juntas, con la respiración aún agitada y los cuerpos entrelazados, Violeta acarició el rostro de Chiara y le sonrió.

"Te amo, Chiara," susurró, sus palabras llenas de sinceridad y afecto.

"Y yo a ti," respondió Chiara, besando suavemente los labios de Violeta. "Más de lo que podría expresar."

El silencio que siguió fue cómodo, lleno de promesas no dichas y sueños compartidos. Mientras se acurrucaban juntas bajo las sábanas, Chiara sabía que había encontrado algo real, algo que Laura nunca pudo ofrecerle: un amor que no estaba basado en el control o el miedo, sino en la comprensión y el respeto mutuo.

Finalmente, cuando el cansancio las venció y cayeron dormidas, Chiara se dio cuenta de que, aunque su pasado la había marcado, el futuro que tenía con Violeta era lo que realmente importaba. Juntas, sabían que podían enfrentar cualquier cosa, siempre y cuando estuvieran la una para la otra.

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⏰ Última actualización: Aug 20 ⏰

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