Capítulo 3

13 2 0
                                    


«I've learned a lot, but it took
me too long.»
(He aprendido mucho, pero me llevó demasiado tiempo).
Exit Wounds, Bad Omens.


—Ya veo, entonces me estás ofreciendo…—Me inclino hacia él dejando poco espacio entre nosotros —. ¿Que forme parte de tu organización? No te puedo negar que me resulta tentadora tu oferta, pero hace un tiempo dejé de trabajar para alguien.

—Estoy dispuesto a darte lo que desees —murmura risueño dejando caer su mirada lujuriosa en mi escote.

Me alejo riendo bebiendo de un sorbo el trago ante mí.

—Quizás podrías empezar por mirarme al rostro y no a sitios que un caballero como usted no debería estar observando. ¿Qué diría su esposa? ¿Le agradaría a su suegro Viante, que en las noches tenga este tipo de actitudes y más con un activo que podría ser vital para la Nostra Città?

Su rostro tenso me indica que toqué un punto sensible para él.

Sí cariño, sé cuánto te molesta ser la sombra del gran Marcos Viante .

—No sabes nada sobre mí —pregunta malhumorado por la situación.

—En realidad sí, sé muchas cosas. Hay que conocer al enemigo si quieres negociar un acuerdo con él o simplemente tener un as bajo la manga. Si te soy sincera, yo tú cuidaría mi espalda con todos esos secretos sucios que llevas años escondiendo bajo la alfombra para que tu suegro no se entere y dé la orden de ejecutarte. Me pregunto cuál será su reacción cuando se entere que haces negocios con Cariasco—contesto, hago una seña y pago la copa para irme de este mugroso lugar.

Sujeta mi brazo y yo me vuelvo hacia él.

—Suéltame, si quieres que al acabar la noche todavía siga en el mismo sitio.

—Esto no ha terminado. —Afloja su agarre y yo me deshago de él.

—Ya veremos, Biaccio —contesto caminando hacia la salida.

Un hombre en la puerta capta mi atención al estar con una capucha entre las sombras ocultando su rostro, y al verme pasar sonríe. Se acerca y me da un sobre antes de marcharse dejándome confundida por completo.

Vine por un simple trago para olvidar que tengo que trabajar con la persona que se hace pasar por Enzo y termino obteniendo la invitación para la fiesta de la Nostra Città a través de Leonard Biaccio, el mayor imbécil de toda la organización. Ese hombre de verdad logra causarme un gran nivel de irritación cada vez que nos encontramos. En varias ocasiones he tenido que tropezar con él por negocios en común y digamos que si todavía sigue vivo es un milagro. Por otra parte, ¿quién diablos es el de la capucha? Joder, al parecer no puedo ser  una ciudadana normal por una noche.

Resoplo observando cómo el vaho sale de mis labios  por el frío de la madrugada. Si no llego al teatro voy a morir de hipotermia debido a lo poco abrigada que estoy. Con el apuro apenas cogí algo para abrigarme, pero no logra aislar el frío de mis huesos que tiritan con cada paso que doy.

—Pensé que nunca acabarías —dice Enzo saliendo de las sombras.

—Eres la última persona a la que quiero ver —digo entre resoplidos.

Continúo caminando sintiendo de cerca su presencia.

—Veo que encontrarte con Leonard no fue muy agradable.

—¿Agradable? Todo lo contrario. Te lo juro si no supiera que necesitamos infiltrarnos, ya estaría muerto esta noche —replico irritada al recordar lo sucedido hace unos minutos —. No entiendo cómo tiene tanto poder.

Juego de poder Donde viven las historias. Descúbrelo ahora