Capitulo I | ¡Adiós Arizona!

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POV Attenya

Hoy era el día, en que por primera vez regresaba a mi querido Forks, después de dos años en Phoenix, Arizona. Ya extraño a mi hermosa ciudad, por supuesto a mi padre, puede que lo haya visitado en navidad, pero no puedo negar que siempre lo necesitare. Por supuesto me hace falta la amabilidad y la amistad de la gente en Forks, a pesar de que para ellos soy una chica privilegiada con una beca para estudiar en otra ciudad, pero, para mí, esa decisión cambio mi vida completamente.

Les cuento tuve que abandonar a mi padre y mudarme a la casa de mi madre, a una distancia de 744 kilómetros por carretera, de seguro piensan que es muy poco a comparación de irse a vivir al otro lado de tu país o del continente, pero Forks y mi padre lo son todo para mí, luego entenderán, no estoy lista para contar esa etapa de mi vida.

Por otro lado, la bienvenida no estuvo mal que digamos, a pesar de los problemas con mi madre y su nuevo esposo, estaba bien, no falto la sorpresa de - ¿Por qué te mudas a Arizona? Cuando felizmente según tu vivías con tus padre- Les explique, que había logrado, obtener una beca completa en "Phoenix High School", por deporte, excelentes calificaciones y un campeonato de debate, además que entraría al primer semestre de bachillerato, al igual que Bella.

Ya dos años de eso, ahora tengo 16 y realmente no me arrepiento la verdad, puede que no tenga nada de amigos, pero tengo salud, si soné como esas señoras que piensan en que lo principal es salud, pero bueno, tengo un increíble trabajo en una biblioteca, pagan bien, una licencia de conducir y una camioneta que me regalo mi padre a los 15, la escuela es linda, aprendo bastante no me quejo, pero los alumnos, por favor nada que apreciar de ellos, son riquillos que piensan que con el dinero lo arreglaran todo, las burlas no faltan, creen que por tener una beca, no soy igual a ellos y tienen razón, por que al menos yo no valgo por el dinero que tenga o por los viajes que haga, valgo por lo que soy, por mi personalidad y sobre todo por mi inteligencia. Pero siempre una decisión puede cambiar tu vida para siempre o no.

Bella y yo tuvimos una conversación bastante fuerte, ella sabe los problemas que tengo con mi Madre, pero sabe que en el fondo la quiero, a pesar de eso, sabíamos que nuestra madre no era feliz, quedándose en casa para cuidarnos, mientras su nuevo esposo se iba de viaje por las ligas menores de beisbol. Así que decidimos que era mejor regresar con nuestro padre para que Reneé (nuestra madre) pudiera viajar y estar con su esposo.

Sinceramente, me duele un poco dejar esa escuela, pero regresar con mi padre, era lo mejor, él me ha cuidado desde el día que mi madre nos abandonó a los dos, fui creciendo tanto en inteligencia como en madurez con la ayuda de mi padre, nunca me falto nada gracias a él y nunca necesite a mi mama, me dolía que en los festivales de preescolar mi padre fuera y no ella, pero el siempre intento ser una madre y un padre a la vez y le agradezco por ello.

- Ya terminaste de empacar- pregunta mi madre desde la sala

-Ya casi me faltan dos estantes de libros- respondí

-De seguro tienes más libros que ropa- apareció mi hermana por la puerta de mi habitación

-Y tú, más amigas que neuronas- me defendí, las dos reímos.

Éramos las típicas hermanas que se molestaban continuamente, es impresionante como somos tan diferentes, obvio las personas no se darían cuenta que somos hermanas.

[...]

Habíamos terminado de empacar todo al medio día, teníamos que acomodar todo en una pequeña caja tipo tráiler, para engancharlo a la camioneta. Fue bastante tardado, terminamos como las 3 de la tarde. Después de comer salimos de nuevo faltaban unas cajas frágiles que subimos a la camioneta.

-Chicas están seguras de que se quieren ir manejando- menciono nuestra madre con tono preocupado

- Preferiría el avión, pero no hay boletos hasta mañana- respondió bella tratando de consolar a nuestra madre -Además Atteny sabe manejar muy bien o no - me pregunto a mi

- Claro, que sí, además el camino es super lindo, lo he recorrido dos veces, cuando fui para navidad, no te preocupes estaremos bien - le dije con tranquilidad

- Como sea, pero tienes que manejar despacio y bien, más te vale - menciono ella con dureza, sé que se preocupaba bastante por las dos obvio más por Bella, pero algo es algo no - Además de que me tienen que avisar cuando lleguen – nos dijo, las dos asentimos y soltamos una pequeña risita.

Y dirán como dos chicas de 17 y 16 en mi caso manejará una camioneta desde Arizona a Forks, bueno saque mi licencia a los 15 al igual que arregle una vieja JEEP que mi padre me regalo y la convertí en Nueva junto con Jake un amigo, el gobierno de Forks me dio la licencia por insistencia de mi padre, para yo poderme mover aquí en Arizona e irlo a visitarlo debes en cuando.

Yo manejo mejor que el esposo de mi madre, además no había vuelos hoy viernes para Forks y le sugerimos a Reneé que nos fuéramos en coche, por eso ahora cargo la responsabilidad de llevar a mi hermana a Forks, que responsabilidad verdad, pero bueno.

-Bella, es hora, se nos hará muy noche y no me gustaría quedarnos tanto tiempo en un autozone para descansar – le mencione

-Sip, vamos entonces – respondió tomando su última caja del suelo, la puso en los asientos traseros.

-Mis niñas ya están grandes- dijo nuestra madre, se me hizo bastante raro que nos digiera así, casi nunca le gusta tratarme con tanto cariño, se acercó a Bella.

-Cuídate si, no dejes sola a tu hermana – Se despidió de Isabella, y luego se acercó a mi – Se que tenemos problemas, lo siento, pero cuídate en Forks sé que es tu hogar, pero por favor no hagas nada peligroso, sabes de lo que te hablo – se despidió de mí, claro que sabía de lo que hablaba.

-Si, no te preocupes estaremos bien – sonreí y me acerque al área de conductor, abrí la puerta y tome asiento, este sería un largo viaje – Vienes o no – le dije a Bella asomándome por la ventana, su despedida se había alargado

- Si ya voy – respondió inmediato – Nos vemos luego mamá – dijo eso entrando en la camioneta y cerrando la puerta

- Lista – le cuestione

-Si – respondió – Espero, que si sepas manejar he, no quiero morir – dijo con tono burlón

-Mejor que tu si, no te preocupes – me alague a mí misma, las dos reímos - Adiós Reneé – grite un poco hacia mi madre, casi nunca le decía mamá siempre era por su nombre, ella solo levanto la mano he hizo un gesto de despedida, arranque la camioneta y empezó este largo viaje.

La segunda Chica SwanWhere stories live. Discover now