Rey de Hollywood

CAPITULO 8

Ian y Ben esperaban lo que Mason iba a decir. La felicidad en su rostro decía mucho sobre el tipo de niño que había encontrado.

"De hecho, me olvidé de este niño. Mi amiga, que también trabaja en la industria como actriz, tiene un hijo que tiene talento y tiene 8 años", dijo en un suspiro. Después de tomar una gran bocanada de aire, continuó:

-Perfectamente perfecto.- Completó lo que estaba a punto de decir.

—¿Por qué no me lo pudiste decir antes? —El enojo era evidente en la voz de Ian.

"Lo siento, me había olvidado de ella. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que la vi. Estaba fuera del país por un rodaje. Vino hoy y me llamó después de ver el anuncio. Creo que el niño podría interpretar este papel". Sonrió con sinceridad.

"Primero tenemos que hacerle una audición. ¿Puedes decirles que vengan mañana? ¿O puedo ir a conocerlo?", preguntó Ian mientras Mason asentía en respuesta.

Fue como si se hubieran quitado un gran peso de encima, aunque Ian no lo creyó hasta que lo vio con sus propios ojos.

—Por cierto, ¿por qué crees que es perfecto para el papel? —cuestionó Ian.

"Él mismo había interpretado algunos papeles, aquí y allá. Además, su madre tiene mucho talento. Estoy seguro de que el pequeño aprendió cosas de ella. Así que creo sinceramente que... vale la pena intentarlo", añadió Mason. Ian asintió en respuesta, sin saber qué decir.

La primera vez que el pequeño Adam conoció a Mason, quedó atónito por lo inteligente que era. Adam tenía una respuesta para cada conversación que tenían.

A diferencia de muchos niños, que simplemente asentían, hablaban incoherencias o decían cosas que podrían molestar a un adulto, la disciplina de Adam era bastante sobresaliente.

—Entonces... ¿qué cosas te interesan? —le preguntó Mason a Adam cuando lo conoció.

Estaban hablando de los pasatiempos de Adam y de lo que quería hacer en la vida cuando creciera. La pregunta surgió al azar, pero el niño la respondió con entusiasmo.

"Me encantan las películas. Todos los domingos mi madre y yo vemos una película nueva y, cuando crezca, quiero ser actor. Interpretar todo tipo de papeles. ¿No será emocionante?", preguntó.

Mason sonrió al oír esa respuesta. Para su edad, Adam ya parecía tener un buen dominio del cine e incluso intentaba saber qué tipo de papeles interpretaba su madre.

Por supuesto, también tenía otras aficiones, pero su principal interés eran las películas.

La inteligencia de Adán para su edad no tenía comparación con la de otros niños de su edad.

Gracias a todo esto, consiguió algunos papeles en películas de bajo presupuesto y, usando su inteligencia, los interpretó muy bien.

Mason solo veía a Adam una o dos veces al año, cuando él y su madre se reunían. Pero, como intentó pensar en opciones a toda prisa, se había olvidado por completo de Adam.

Fue una pena que Mason no mencionara el nombre de Adam cuando pensaba en "Mi pobre angelito". No solo él, si alguien que trabajó con este chico se enterara de que se necesitaba el personaje de Kevin, todos sugerirían a Adam.

Ian estacionó el auto afuera de la casa de Michelle. Michelle era la madre de Adam, quien supuestamente es actriz.

Ian fue a ver a la madre de Adam para hablar sobre el puesto. Hubiera sido más fácil si Mason se hubiera unido, pero estaba ocupado con otros asuntos.