Extra III

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Había pasado un mes desde el día de la pijama, y su relación había cambiado en algunos aspectos.

Lo principal era el tiempo que pasaban juntas, cada vez que podían iban a visitarse, Miyeon iba a buscar a Shuhua después de clases o Shuhua iba por ella a su trabajo, turnándose para ir a quedarse al departamento de cada una.

Estando en publico no lucían tan diferente, aunque Shuhua ya no evitaba tanto a Miyeon y recibía su muestras de cariño con una sonrisa, solo algunas veces fingía enojarse como antes, pero luego era ella quien volvía para molestar a Miyeon.

Sus amigos cercanos sabían de su relación, y su amistad con Sana era actualmente un tema complicado, al parecer ella ya había notado algo en Shuhua que ella ignoraba, la noticia de que sus sentimientos eran mutuos no fue una buena noticia para quien era su amiga mas cercana.

Solo había un problema y es que ellas... aún no eran una pareja oficial.

Ese día habían programado una cita, ambas tenían el día libre por lo que decidieron salir juntas.

Había pasado exactamente un mes, si hubieran comenzado su relación ahí este sería su primer cumple mes... pero no era así.

Su cita comenzaba en el restaurante favorito de Shuhua en el que se juntaron para la hora de almuerzo, Miyeon fue la primera en llegar, no mucho después llegó su acompañante.

—Te ves muy linda hoy —dijo Miyeon cuando Shuhua estuvo a su lado

Shuhua estaba vestida con una blusa celeste de mangas largas, que se escondía bajo un bonito pantalón corto.

—Gracias —le respondió con una sonrisa — tu también.

Miyeon llevaba un vestido gris a con mangas largas, con un cinturón en negro.

Ambas se acercaron para compartir un cálido abrazo.

—Te extrañé —susurró Shuhua sin querer apartarse aún.

Una pequeña risa salió de los labios de Miyeon.

—Nos vimos hace apenas un días —le respondió del mismo modo.

—Lo sé, pero no puedo tener suficiente de ti.

Miyeon sintió su corazón derretir, se separó un poco buscando ver el rostro de Shuhua para tomarlo entre sus manos y dejar un corto beso en sus labios.

Shuhua era mucho mas blanda cuando estaban solas, dejaba de lado las burlas y expresaba sinceramente como se sentía.

—Yo también te extrañé.

Pronto entraron al restaurante, un lugar no muy lujoso pero de igual forma debía asistir con reservación, aunque no tenían una lista de espera muy larga. Su comida estuvo tranquila, aún les costaba a veces mantener una conversación fluida, pero los silencios eran llenados con miradas de cariño y sonrisas.

Una vez satisfechas se dirigieron a un mercado a pasear, vieron diferentes tiendas de ropa y otras cosas. Miyeon le compró a Shuhua una pulsera con su inicial, mientras que esta le regaló un collar con la suya.

Su siguiente parada fue un parque muy conocido, donde solía ir la gente a hacer picnics o llevar a sus niños a jugar, había un lago en el centro, y en algunos sectores habían arboles adornado con luces para dar un ambiente mas romántico paras las citas nocturnas.

La luz del sol estaba comenzando a esfumarse, aprovecharon ese momento para sentarse en una de las bancas cercas del lago para acurrucarse y mirar el cielo.

Era una vista totalmente hermosa con el cielo despejado.

—¿Quieres volver a casa? —preguntó Miyeon una vez el sol terminó por desaparecer y su alrededor era alumbrado por los adornos de luces.

Shuhua se mantuvo en silencio mirando hacia el frente con los labios entreabiertos.

—¿Está todo bien? —preguntó nuevamente.

—Si —respondió Shuhua al fin —, solo... estaba pensando...

Miyeon la miró preocupada, asustada de que quizás Shuhua no se estuviera sintiendo cómoda en ese momento.

Shuhua sentía como sus manos comenzaban a sudar, teniendo que soltar la de Miyeon para poder secar sus palmas, y luego comenzar a jugar con sus dedos, notoriamente nerviosa, preocupando aún mas a su acompañante.

—¿En que piensas bebé? —dijo Miyeon, acercando su mano para acariciar la mejilla de Shuhua.

El apodo repentino la hizo sonrojarse, rara vez se decían algún apodo cariñoso y nunca sabía como responder a ellos.

—Q-quería preguntarte algo... —dijo.

—Claro, todo lo que quieras.

Shuhua dejó salir un largo suspiro antes de comenzar a hablar.

—Ya pasó un mes desde que tu y yo... nos confesamos.

—Así es —asintió Miyeon.

—También desde que nos besamos por primera vez y... ya sabes... —agregó sonrojándose aún mas.

Miyeon asintió esta vez sin decir palabras, contagiando sus mejillas del rubor de Shuhua.

—Pero...

—¿Pero? —preguntó Miyeon asustada — ¿Hay algo malo?

Shuhua negó con la cabeza y dirigió su vista a Miyeon.

—No, no es eso, a lo que quiero llegar es que, después de todo eso tu y yo...

—Tu y yo... —repitió Miyeon.

—Seguimos siendo amigas —soltó al fin.

—¿He? —dijo sorprendida.

—Solo tuvimos una confesión, mas no una petición —agregó.

Miyeon permaneció en silencio al darse cuenta de esto, con una expresión de sorpresa.

—¿Miyeon, quieres ser mi novia? —preguntó Shuhua al fin.

La chica mencionada seguía en shock, primero porque había olvidado completamente ese detalle, y segundo, porque ahora Shuhua se lo estaba pidiendo formalmente.

Las palabras no llegaron a su boca, en cambio colocó su otra mano en la mejilla faltante y la acercó para besarla.

—Claro que si —respondió en cuanto se separaron.



Pijamada [MiShu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora