Hay noticias a las que necesitas acostumbrarte. Como al paisaje después de un terremoto.
Besé a Ferran por última vez al pie de unas escaleras mecánicas, en la planta baja del centro comercial, al lado de la sección de sombreros.
—Busca mis cartas en tu buzón —me susurró.
Luego, el montó en otra escalera y lo vi alejarse hacia abajo, como si se fuera a un infierno en el que en realidad me quedaba yo.
Salí a la calle como un zombi. Caminaba sin ver, sin darme cuenta de nada. Hay veces en que tus pensamientos gritan tan fuerte que no te permiten reparar en nada más. Crucé la calle, me dirigí al centro de la Plaza de Cataluña, al mismo lugar donde estuve de niño, con mi tía, aquella tarde en que yo quería patinar y ella no quería gastar dinero.
De pronto vi que las palomas seguían allí. ¿Serían las mismas? No tengo ni idea de cuánto tiempo vive una paloma, pero habían pasado diez años desde aquella tarde. Diez años igual son una eternidad para una paloma. Bueno, la verdad es que también son una eternidad para mí.
Me senté en un banco y contemplé a mi alrededor. Había gente alimentando a los pájaros, tomándose fotos. No solo extranjeros. Adultos y niños. Todos parecían felices, como si aquellos pajarracos urbanos tuvieran ese poder. El poder de la felicidad. Pensé: «¿Dónde duermen las palomas cuando se hace de noche?».
Estuve allí un buen rato, observando las aves y a los humanos, imaginando sus vidas, sus casas, a sus familias. De pronto me di cuenta de que en los árboles no había ninguna paloma durmiendo y que era tarde. La señora del puesto de semillas lo había recogido todo y se marchaba. Yo también decidí marcharme.
No tenía ni idea de cómo iba a vivir sin Ferran, pero por lo menos tenía un lugar adonde ir. Eso me dio un motivo para moverme, para marcharme de allí.
A veces, encontrar un motivo para moverse significa encontrar un motivo para continuar viviendo.
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𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃 [Fᴇᴅʀɪ]
FanfictionContinuación de Mentira Absuelto del cargo de asesinato, del que fue injustamente acusado a los 14 años de edad, y una vez probada su inocencia, el ahora joven Pedri sale del Correccional de Menores tras cuatro años de internamiento. Sin embargo, l...