°♡•𝙒𝙝𝙞𝙨𝙥𝙚𝙧𝙨 𝙞𝙣 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠𝙬𝙤𝙤𝙙♡° •|Fnafhs sick x reader|•

𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸: *𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚂𝚘𝚖𝚋𝚛𝚊𝚜 𝚢 𝚂𝚞𝚜𝚞𝚛𝚛𝚘𝚜*

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Ophelia se despertó temprano al día siguiente, ansiosa por comenzar a trabajar con los pacientes. Había pasado la noche revisando los expedientes de Bonnie y Foxy, los dos primeros pacientes que le habían asignado. Bonnie, diagnosticado con esquizofrenia, y Foxy, un hombre con síndrome de Tourette, parecían ser casos desafiantes, pero Ophelia se sentía preparada.

El hospital psiquiátrico Blackwood era aún más sombrío a la luz del amanecer. Las sombras de la noche se habían disipado, pero el ambiente seguía cargado de una sensación de inquietud. Cuando Ophelia entró, fue recibida por Chica, la joven enfermera que había conocido el día anterior. Su presencia era un alivio en medio de la tensión que impregnaba el lugar.

—Buenos días, Ophelia. ¿Lista para conocer a tus pacientes? —Chica le sonrió, transmitiendo un calor que contrastaba con el frío del hospital.

—Lo estoy. He estado repasando sus historiales, pero sé que eso es solo una parte de lo que necesito entender. —Respondió Ophelia, tratando de proyectar la misma confianza que sentía el día anterior.

Chica asintió, comprendiendo.

—Exacto. Conocerlos en persona te dará una mejor idea de quiénes son realmente. Pero no te preocupes, estaré aquí para ayudarte si lo necesitas.

Juntas, caminaron por los pasillos del hospital, deteniéndose frente a una puerta de metal. Chica le indicó que esta era la sala donde Bonnie pasaba la mayor parte de su tiempo. Ophelia respiró hondo antes de abrir la puerta.

Dentro, Bonnie estaba sentado en una esquina, susurrando para sí mismo mientras movía los dedos en el aire como si estuviera tocando un piano invisible. Era un hombre joven, de poco más de veinte años, con el cabello desordenado y una expresión de concentración profunda. Cuando la puerta se abrió, Bonnie levantó la vista y susurró algo más rápido, como si los pensamientos en su mente se aceleraran al notar la presencia de Ophelia.

—Hola, Bonnie. Soy Ophelia Vázquez, tu nueva psicóloga. —Dijo con suavidad, tratando de no perturbar su delicado estado.

Bonnie la miró fijamente, sus ojos vacilando entre ella y el piano imaginario.

—Ophelia... —Repitió lentamente, como si estuviera probando la palabra en su boca—. El viento trae susurros. ¿Puedes escucharlos también?

Ophelia había leído sobre la esquizofrenia de Bonnie, sobre cómo a veces escuchaba voces o veía cosas que no estaban allí. Pero esto era diferente. Había una intensidad en su voz, una urgencia que no podía ignorar.

—Cuéntame más sobre esos susurros, Bonnie. —Le animó mientras se acercaba a él, tomando asiento en una silla cercana.

Bonnie la observó por un largo momento antes de volver su atención al espacio vacío frente a él.

—Vienen cuando no hay luz... Cuando todo está oscuro. Ellos susurran cosas... Cosas que no debería saber.

Ophelia sintió un escalofrío recorrerle la espalda, pero mantuvo la calma.

—¿Y qué te dicen esos susurros? —Preguntó, sabiendo que cada detalle podría ser crucial para entender mejor a Bonnie y ayudarlo a superar sus miedos.

Bonnie cerró los ojos y se inclinó hacia adelante, como si estuviera escuchando algo muy lejano.

—Me dicen que el fuego arderá... que la oscuridad se lo llevará todo. —Susurró, sus palabras cargadas de un terror palpable.

Ophelia tomó nota mentalmente de lo que Bonnie le estaba diciendo, consciente de que podía ser una manifestación de sus delirios, pero también algo más. Algo que quizás tenía sus raíces en el pasado o en el propio hospital. Antes de que pudiera continuar, Chica hizo un leve gesto, indicándole que era hora de pasar al siguiente paciente.