Juanjo caminaba junto a Martin por las calles del pueblo, su mente corriendo a toda velocidad mientras trataba de descifrar hacia dónde se dirigían. Aunque solo se conocían desde hacía unos, la conexión entre ellos parecía crecer con cada minuto que pasaban juntos. La idea de descubrir qué era lo que Martin tenía en mente le llenaba de una mezcla de emoción y nerviosismo.
Tras unos minutos de caminata, Martin se detuvo frente a una pequeña librería con un letrero antiguo y una puerta de madera que parecía llevar décadas en el mismo lugar. La fachada del edificio tenía un encanto rústico, con macetas llenas de flores coloridas que adornaban la entrada.
—Aquí es —dijo Martin con una sonrisa, abriendo la puerta e invitando a Juanjo a pasar primero.
La campanilla sobre la puerta tintineó suavemente al entrar. El interior de la librería era acogedor, con estanterías que llegaban hasta el techo, llenas de libros viejos y nuevos, el olor a papel impregnando el aire,como fan de Harry Potter sintió haata una especia de nostalgia.
Había un par de sillones en un rincón, junto a una mesa baja con una lámpara de lectura que emitía una luz cálida.—Me gusta venir aquí —explicó Martin mientras se dirigía hacia una de las estanterías, recorriendo con la mirada los lomos de los libros—. Es un lugar tranquilo, perfecto para perderse en una buena historia... o para tener una conversación interesante.
Juanjo lo observaba mientras Martin seleccionaba un libro al azar y lo hojeaba distraídamente. El contraste entre la atmósfera tranquila de la librería y la tensión latente entre ellos era casi irónico.
-Te gusta Mario Benedetti?-preguntó martin ojeando el libro que acaba de coger"el olvido está lleno de memoria".
—Nunca lo he leído la verdad,no soy muy de leer,pero esto,este lugar,parece bastante interesante...
Martin levantó la vista del libro y lo miró, su expresión cambiando a una mezcla de curiosidad y algo más que Juanjo no pudo identificar de inmediato.—En nada es lo del baile de Paqui,quiero hacer unas cosas antes,¿por qué no vas yendo tú y me esperas por ahí sentado?
Juanjo,algo descolocado ante la importunencia,se limitó a asentir.
Martin sonrió, pero esta vez su sonrisa parecía tener un matiz distinto, más reservado.—Claro, me parece bien —dijo finalmente,sintió una ligera punzada de decepción, pero trató de no mostrarla.
—Nos vemos allí entonces, ¿vale?
Juanjo salió de la librería, y comenzó a caminar hacia la academia de baile de Paqui, preguntándose qué era lo que Martin tenía que hacer antes de reunirse con él. No podía evitar una ligera sensación de inquietud, pero la confianza en que Martin cumpliría su palabra lo mantenía esperanzado.
Llegó a lo de Paqui unos minutos despué.Ya casi había comenzado, y el lugar estaba lleno de conocidos y amigos charlando animadamente. Paqui, siempre la anfitriona perfecta, lo recibió con un abrazo efusivo y lo guió hacia los asientos.
Mientras charlaba con los demás, Juanjo no podía evitar mirar hacia la puerta de vez en cuando, esperando ver a Martin aparecer. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, la inquietud en su interior comenzó a crecer.
La noche avanzaba, y la alegría en los rostros de los padres viendo a sus hijos bailando poco a poco empezó a mezclarse con la decepción en su rostro propio. Al final,Juanjo supo que Martin no iba a aparecer. Sintió un nudo en la garganta mientras se disculpaba con Paqui y los demás, diciendo que tenía que irse.De camino a casa, Juanjo no pudo evitar preguntarse qué había salido mal. Había sido solo un par de días, pero sentía que había algo real entre ellos, algo que merecía la pena explorar. Sin embargo, la ausencia de Martin aquella noche le dejó una sensación de vacío.
Llegó a su casa y, sin siquiera cambiarse de ropa, se dejó caer en la cama, mirando el techo mientras su mente giraba con preguntas sin respuestas. A pesar de todo, una parte de él seguía esperando que hubiera una explicación para todo, que Martin tuviera una buena razón para no haber aparecido.
Pero, por ahora, lo único que podía hacer era esperar. Y en ese momento, no estaba seguro de cuánto tiempo más estaría dispuesto a hacerlo.
Asique se levantó de su cama y salió a la calle.
Iba a ir a la casa del chico que no salía de su cabeza.
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360°
RomanceDonde Juanjo siente un flechazo por un chico que va en su mismo tren o Donde martin debe mudarse al pueblo de su infancia con el corazón lleno de sueños por cumplir