9.El toldo de la abuela

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Pasaron los días y porfin llegó el lunes,fue rápido,¿quizá más lento de lo esperado?pero porfin los rayos de sol iluminaban la habitación de Juanjo,sus dedos rascaban sus ojos buscando quitar las legañas después de haber dormido ran profundamente

"quizá no tan profundo,estaba nervioso"

Se lavó la cara para refrescarse,estaba pegajoso del calor y dudó en si darse una ducha en ese momento o hacerlo después de darle los buenos días a su abuela.

Bajó las escaleras para dirigirse a la cocina,donde ella se encontraba,el ruido de los platos al colocarse en los armarios después de ser lavados llamó la atención a Juanjo.
Su abuela estaba limpiando después de meses sin hacerlo,y eso le puso el corazón blandito,porque en su momento el tuvo que hacerlo todo para cuidar de ella,y de alguna manera ella había recuperado la fuerza y voluntad para hacerlo.

Se acercó a ella y le dejó un suave beso en su mejilla,ella le acarició el hombro a la vez que colocaba el último plato,le señaló la mesa donde había dejado preparado el desayuno y se sentó a comer sus tostadas y café correspondiente,al igual que ella,que se sentó frente a él.

-¿a que hora viene el chico?-Dijo dándole un sorbo a su café,con menos cantidad que el de Juanjo

-¿martin?-asintió, sonriéndole cómplice -pues...sobre las 2,los lunes no trabaja

-Bien,genial,y qué vais a querer comer?

-Pues la verdad es que no lo había pensado,no sé qué le gusta,¿cocido? no,no es día,hace calor,mejor comemos tú y yo cocido el jueves...bueno,¿croquetas?no creo que se llene...

-Bueno relájate, qué tal si cocinais juntos?

-¿Qué?-comenzó a remover la cucharada en la taza,sus pensamientos se desolvian a la vez que el café,la imagen de martin a su lado cocinando le estremecía,quizá le parecía extraño,tal vez adorable,¿vergonzoso?no sabía si tenía mucha confianza con él como para invitarle a su casa a comer para que sea el quién cocine,no tenía sentido,¿no?

-Tú hazme caso,el abuelo y yo antes de enamorarnos participabamos como voluntariados de la iglesia para cocinar,nos reiamos mucho y nos salían unos platos ...buf, exquisitos, así aprendí yo

-ya pero es que...es diferente

-¿por qué?¿cuál es la diferencia?

-Que martin y yo,pues apenas nos conocemos

-Anda anda,no digas chiquilinadas,es un encanto de niño,si le traes a casa es porque te cae más que bien,en los dos años que llevas viviendo aquí no has invitado a nadie,ni a chiara,que es su hermana

-Bueno pero,porque he congeniado con él rápidamente,pero tampoco tengo mucha confianza

La abuela se levantó para tirar las sobras de su desayuno y limpiar los utensilios utilizados, después guardó el brick de leche en la nevera y el café en el armario,se giró a mirar a su nieto,que con una ceja encarnada le miraba expectante,queriendo saber su próximo movimiento,sus próximas palabras.

-Cariño...no hace falta tener mucha confianza con alguien para poder ser tú mismo,esa pequeña voz en el interior de tu cabeza que suena como un adolescente intimidante diciéndote lo estúpido que eres... créeme que desaparece cuando estás con la persona adecuada

Juanjo dejó de remover la cuchara,sus pensamientos también dejaron de divagar por su mente,pero su corazón quedó impactado ante las palabras de su abuela,no entendía porque le daba un sermón sobre la vida a tempranas horas de la mañana,pero sabía que siempre lo hacía con una razón,porque ella le conocía más que nadie,porque ella le había enseñado todo lo que conocía,desde cocinar hasta jugar al poker,desde coser a hacer la cama,montar en bici y saber la medicación del día,ella le había enseñado las normas de una vida a la que se había acostumbrado.

•••

El timbre no sonó,pero si los nudillos golpeando la puerta a la hora acordada.
Martin se asomaba por la ventana del salón pero el toldo de la abuela impedía ver más hallá que un sofá antiguo y la televisión encendida con una telenovela que se escuchaba desde fuera.

Juanjo apresuró sus pasos hacia la entrada,estaba ansioso por recibir a su invitado,el invitado,se preguntaba si estaba lo suficientemente guapo para abrirle la puerta y corresponderle,porque a su parecer,martin era bastante guapo,aquel bigote convinaba muy bien con su característica forma de andar,y la ropa que le había visto usar era bastante acorde a su personalidad, alguien que fluye en el espacio en el que se encuentra.

-Hola,martin-y sin darse cuenta estaba frente a él,le hizo un pequeño(pero descarado,sin darse cuenta)repaso,una vez mas era un regalo visual para juanjo.Le invitó a entrar con un gesto acompañado de una tímida sonrisa

-Si me miras así parece que lo que vamos a comer es al otro-el más alto se tuvo que contener la tos y cerró de un portazo la puerta,su abuela escuchó aquel golpe y se sobresaltó desde el sofá,por lo que dió por hecho de que la esperada visita ya había llegado.

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⏰ Última actualización: Aug 29 ⏰

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