I like the way you kiss me [S. Krueger x OC]

Capítulo 2

Narra Anastasia

Él desvío su mirada de nuevo. Vi entrar a Nikto para después sentarse en su cama y rascarse sus manos, ahora entiendo porque a veces habla solo, no quería meterme en sus asuntos pero la curiosidad me estaba matando y fue por eso que le pregunté a Sebastián.

Pasaron los días y no volví a preguntar nada acerca de Nikto, deje pasar el tema, al final de cuentas me terminaría acostumbrando. Regrese a la habitación después de entrenar, era viernes por la tarde, al entrar Nikto estaba sentado en una silla y me miró fijamente.

— Soy yo - hablé -

— Ya sabemos quién eres.

— Iremos a un bar cerca del pueblo - la voz de Sebastian se escuchó saliendo del baño - ¿Quieres venir?

Dude por un par de segundos, está podría ser una oportunidad para adaptarme más a ellos, irlos conociendo más.

— De acuerdo - me encogí de hombros - me tengo que duchar primero, no tardó.

Entre a la regadera después de tomar ropa limpia, salí luego de unos minutos. Al llegar al bar nos sentamos en una mesa al fondo, al parecer están acostumbrados a venir a este lugar y sentarse dónde mismo, podía ver unas marcas en la madera de la mesa y debía suponer que son de Nikto ya que jugaba con una navaja entre sus dedos y de vez en cuando golpeaba con la mesa.

Conforme paso la noche la conversación con Sebastian se fue dando de manera muy ligera y natural. Él hablaba sobre las misiones que ha tenido con Nikto y alguna que otra anécdota que hacía reír a Nikto.

Lo observaba detenidamente analizándolo, notaba la facilidad que tenía para tomar el control de la conversación. Es evidente que él está acostumbrado a ser el centro de atención.

— ¿Cuánto tiempo llevas en esta base?

Sebastian dibujo una sonrisa y se recargo en su silla cruzando sus brazos por enfrente.

— He estado aquí lo suficiente como para conocer a todos - respondió - y lo suficiente como para saber cómo manejar las cosas. Este lugar tiene su propia manera de funcionar, y si no lo entiendes, es fácil quedar fuera.

Alce una ceja.

— ¿Manejar las cosas? ¿Cómo qué?

Me miró fijamente a los ojos, dibujo una sonrisa, traía su pasamontañas hasta la mitad de su rostro ya que había descubierto su boca.

— Mantener el orden, asegurarme de que todos sigan el plan, y, bueno, ser un ejemplo a seguir - se encogió de hombros - no todos aquí tienen lo que se necesita para liderar.

Era como lo suponía, es el típico niño mimado que cree que él es el centro del universo, creo que estar en este equipo será un verdadero reto.

Él se puso de pie, lo seguí con la mirada hasta que se sentó en una mesa junto a una chica, desvíe la mirada nuevamente cruzandome con la mirada de Nikto.

— Te has adaptado rápido - él habló - y ya vas conociendo a Sebastian.

— ¿Lo conocen desde hace mucho?

— Algo así - se encogió de hombros - diez años.

— Ya veo - respondí -

Me era extrañamente familiar, había notado algo en Sebastian todo este tiempo, sé que lo he visto en algún otro sitió.

Regresamos a la base, eran quizá las dos de la madrugada pero solamente Nikto y yo volvimos, no sé dónde se pudo meter Sebastian y tampoco me interesa.