Ayanokoji en Kaguya-sama: Love Is War

Excursión Escolar 4

Desafíos Finales

La mañana del segundo día comenzó con una sensación de anticipación y nerviosismo palpable entre los estudiantes. La primera tarea del día era un desafío que prometía ser igual de exigente que los anteriores, pero con un giro interesante: todos los equipos debían enfrentarse a una serie de problemas logísticos y estratégicos en un entorno simulado de desastres.

Al despertar, me preparé con calma. La luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas de la habitación compartida con Kaguya, creando un ambiente tranquilo pero cargado de tensión. Kaguya, al igual que yo, estaba en el proceso de vestirse. Decidí que la mejor manera de mantener la formalidad sería evitar que ambos nos viéramos en una situación incómoda, así que, mientras me vestía, mantuve la conversación en tono ligero y sin mirar hacia donde ella estaba.

—¿Cómo te sientes hoy? —pregunté, procurando no mirar hacia el área de su cama.

—Estoy lista para enfrentar lo que venga —respondió Kaguya, su tono revelaba una mezcla de determinación y algo de nerviosismo.

—No te preocupes, no será nada que no podamos manejar —dije con una sonrisa tranquila, aunque sabía que las pruebas de hoy podrían ser más complejas.

Después de un desayuno rápido y una breve reunión informativa en el área común, los equipos se dirigieron al lugar de la prueba final. Esta prueba sería la culminación de todo lo que habíamos enfrentado hasta ahora. No habría nuevos desafíos, pero el objetivo era demostrar cómo se había manejado todo hasta el momento.

El desafío final consistía en resolver una serie de problemas estratégicos y logísticos en un escenario de desastre simulado. Los problemas incluían la distribución de recursos limitados, la gestión de personal bajo presión y la solución de crisis imprevistas.

Kaguya y yo trabajamos juntos en esta prueba, como siempre, con un enfoque meticuloso. Me aseguré de que estuviéramos en constante comunicación, ya que cualquier error podría significar el fracaso del equipo.

—¿Qué piensas que deberíamos hacer primero? —preguntó Kaguya mientras revisábamos el escenario.

—Primero, necesitamos evaluar los recursos y priorizar las necesidades más urgentes. Luego, asignaremos tareas específicas basadas en las fortalezas de cada miembro del equipo —respondí con frialdad.

Mientras avanzábamos en la prueba, Kaguya observaba cómo manipulaba a los otros equipos, usando la información que había obtenido para crear una situación favorable para nosotros. Hubo un momento en que, durante una parte crítica del desafío, utilicé una táctica moralmente dudosa: fingí una mala información sobre la ubicación de los recursos, induciendo a otro equipo a tomar una decisión errónea que les costó tiempo valioso. Kaguya me observó en silencio, su expresión mostraba una mezcla de sorpresa y respeto.

—No puedo creer que hayas hecho eso —comentó cuando tuvimos un momento a solas.

—A veces, la estrategia requiere tomar decisiones difíciles —dije sin remordimientos. —Lo importante es ganar.

El desafío llegó a su fin con nuestro equipo como los ganadores indiscutibles. Los demás equipos mostraron una mezcla de frustración y respeto hacia nuestra victoria, mientras los profesores felicitaban a los ganadores y comenzaban a preparar el cierre de la excursión.

La noche de ese día, después de la prueba final, Kaguya y yo regresamos a nuestra habitación. Había una atmósfera de alivio y satisfacción en el aire, pero también un ligero cansancio que ambos compartíamos.

—Fue una prueba agotadora, pero lo manejamos bien —dijo Kaguya mientras nos preparábamos para dormir.

—Sin duda, hemos hecho un buen trabajo —respondí, con una sonrisa que escondía mi satisfacción por la victoria.

Nos despedimos con un saludo informal, cada uno en nuestras respectivas camas, con la certeza de que el día siguiente marcaría el final de esta intensa excursión.

Al final del día, me sentía satisfecho con los resultados. Había demostrado mi superioridad en cada prueba, manipulando las situaciones a mi favor y trabajando en estrecha colaboración con Kaguya, aunque nuestra relación seguía siendo fría y calculada. Este viaje había sido una excelente oportunidad para mostrar mi habilidad para manejar y superar cualquier desafío que se me presentara, y, mientras me preparaba para el regreso a la escuela, no podía evitar sentirme complacido con el avance logrado.