"Ella no es una Villana"

prologo

La gnosis. Un artefacto mágico que representa la conexión directa entre los dioses de Teyvat y los habitantes de la Tierra. Es una fuente poderosa de energía divina y le confiere a su portador el poder de controlar el elemento al que está relacionada. Cada uno de los Arcontes de Teyvat tiene una gnosis, que les permite ejercer control y dominio sobre su elemento respectivo.

La Tsarista, con ayuda de sus subordinados. Los fatui, logro conseguir las gnosis de los arcontes de sus naciones vecinas, está pensó que lo tenía todo para poder retar y derrotar a celestia, pero solo termino sellando su destino y el de su propia nacion...

La orden Celestial respondió ante ese "insulto" y decidió dar un comunicado a las demás naciones. Estos no deberían de brindar apoyo a Snezhnaya, o pagarían las consecuencias, ya que les habian perdonado el abandonar su gnosis. Y así fue, ninguna nación le brindo apoyo, era de esperar, los fatui generaron mucho caos y alboroto al buscar gnosis, tanto que hasta les tenían odio, inclusive...el viajero, no mostró ninguna señal de ayuda. Estaban solos en esta batalla que era más que inminente.

Miles de habitantes de snezhnaya, abandonaron su nación para huir y sobrevivir, la Tsarista creia que lo tenia todo controlado, que al tener las gnosis ya habia ganado esta batalla. No podía estar más equivocada, su plan falló al darse cuenta que las gnosis no le daban algún aumento de poder, no le quedó más opcion que simplemente dar la cara y pelear, no tenía oportunidades, pero no había nada que podía hacer...fue ella quien decidió eso y moriría por defender su nación si es necesario.

No pasó mucho tiempo para que snezhnaya este al borde de la destrucción, los fatui peleaban con todo lo que tenían al ver el gran poder que ejercían estos dioses desconocidos

Arlecchino: culumbina! Llévate a los heridos de aquí!—gritaba mientras forcejeaba contra uno de los dioses de celestia.

Culumbina: y que pasará contigo!—gritaba a unos metros de ella, mientras sostenía a un pequeño, herido en sus brazos.

Los fatui estaban siendo masacrados, al fin y al cabo eran humanos contra dioses, algunos de los soldados... huyeron al saber que...el heraldo número uno. Capitano, fue derrotado

??: luchan en vano mortales, ustedes eligieron este final para su nacion y sus vidas—hablaba el dios desconocido, mientras forcejeaba contra la cuarta de los fatui.

Arlecchino: eres la más veloz de nosotros! Vete de una vez!—decia mientras se quedaba sin fuerzas.

Culumbina dudando, acato la orden y salio disparada del lugar llevando a los pocos heridos que tenian

??: no ira muy lejos-AHHHGH!!

La heraldo había logrado atravezar al supuesto dios con su arma, mientras se alejaba de este dando un salto hacia atrás.

??: patético...

Una tercera voz se escuchó detrás de arlechino, la cual antes de que se diera vuelta, ya habia aido empalada por una gran lanza

La heraldo se quedó en shock al sentir como su cuerpo era atravesado por el arma, antes de que se diera cuenta, fue levantada y lanzada hacia unos escombros como si de un muñeco de trapo de tratase...

??: dejaste que esa mortal te llegara a hacer daño?—pregunto mientras colocaba sus manos en la espalda.

??: tenía la guardia baja! Solo fue por qué me distraje un poco nada más! Si me dejara asesinar—se quedó con las palabras en la boca ante lo que hizo el que parecía ser el más fuerte.

??: cállate ya...—dijo decapitando a su compañero sin ningun tipo de importancia—malditos novatos—dijo el extraño mientras se daba la vuelta para ver a la víctima.

Arlecchino se había sorprendido ante lo que sus ojos lograron ver, pero no le dió mucha importancia, quería levantarse, quería seguir luchando, pero sabía que ya no podía hacer nada, se estaba desangrando, no me quedaba mucho tiempo.

??: los mortales y sus ideales... siempre intentando alcanzar el poder que nunca tendrán—decia mientras se acercaba a arlecchino.

Arlecchino no podía hablar, tenía el estómago perforado y se estaba ahogando con su propia sangre, este miro con odio al ser frente a ella, pero en ese momento, pensó en sus niños, la casa de la hoguera...los extrañaría mucho... almenos ellos estaría bien

??: y está nación es solo el comienzo—decia mientras miraba su lanza.

La heraldo habrio sus ojos de par en par al escuchar las palabras que salían de la boca del dios desconocido.

??: oh...te sorprendi?—dijo para atravezar una pierna de arlechino con su lanza—asi es...todas las naciones caeran, celestia creara un nuevo gobierno como lo debio hacer hace miles de años...

Arlecchino: n-no...mi-mis niños—arlechino estaba asustada, quería levantarse...haora sabía la verdad. Snezhnaya era solo el comienzo—ustedes...lo p-pagaran muy caro—hablaba mientras agonizaba.

??: oh...que lastima...tenías seres queridos no? Siéntete agradecida de no presenciar la destrucción de todas las naciones... porque será una masacre—dijo levantando el arma de arlechino.

El dios termino atravezando a la heraldo con su propia arma, en los últimos momentos de arlechino, vio su vida pasar frente a sus ojos, sus seres queridos...sus niños, clervie....no ella no se podia ir asi...debía luchar, pero podría? No... lamentablemente ya no...era muy tarde, antes de cerras los ojos, se arrepintio de muchas cosas...y pidio perdon...no queria morir...pero no habia nada que hacer.

??: desapareceras por completo—dijo colocando una de sus manos en la cabeza de esta.

Arlecchino sentía como su cuerpo era envuelto en algo...pero no sabía que...solo quedó agonizando y cerro los ojos...

Arlecchino: "mis niños, perdóneme, no podré cumplir con lo que les prometí, no podremos ser una mejor familia...al final...fui, un fracaso como padre..."

??: que demonios!?—el dios se habia quedado sin palabras al ver cómo unas llamas envolvieron el cuerpo de arlechino, sorprendentemente se genero una gigantesca explosión que se pudo visualizar desde cualquier lugar de Snezhnaya, llevándose todo a su paso y volviendo el cielo de un fuerte color rojo carmesí, como si de un tornado se tratase, al disiparse todo, el dios desconocido, se quedo con una cara algo sorprendida, ya que...su víctima, ya no estaba.