Prólogo

46 1 0
                                    

¿Cómo había terminado en aquella situación?

La respuesta era clara, la curiosidad le había ganado, como consecuencia estaba ahí, sentado muriéndose de nervios y con la mirada fija en la mesa mientras jugaba con sus dedos evitando cualquier contacto con la persona que tenía enfrente el cual lo miraba con cara de pocos amigos.

¿En qué chingadera me metí?

Pago por eventoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora