Hyunjin , heredero de la familia Hwang, es por así decirlo un alma libre , que vive cada día como si fuera.... bueno , él solo vive. Solo quiere disfrutar sin responsabilidades ni preocupaciones . Ha llegado al limite de la paciencia de sus padres...
-Claro por su puesto , ahí estaremos , gracias por llamar Chistopher.
- ¿Qué pasó cariño? - preguntó Jisoo
- Felix accedió al matrimonio - dijo un tanto sorprendido .
- ¿En serio? Vaya eso fue, rápido . Pensé que habría mas drama .
- Quieren que nos veamos mañana en la tarde como a las ocho .Nos invitaron a cenar a su casa . A todo esto ¿ Donde está Hyunjin?
- Mmm, amor Hyunjin anoche salió con sus amigos dijo que se iría a su departamento que "necesitaba su espacio".- recalcó haciendo comillas con sus dedos.
- Ese mocoso - suspiró con cansancio- hasta hoy le dura su inmadurez. Una vez conozca a su futuro esposo no toleraré estas situaciones. Voy a buscarlo.
- Inyeop no le gustará que llegues así.
- No me importa , lo quiero aquí , no quiero riesgos. O que le de por fugarse por ahí. Aquí estará hasta la hora de la cena.
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Tomó su auto y condujo al departamento de su hijo. Lugar que su adorado hijo solo visitaba para una cosa, de lo contrario ni se acordaría de que existe. Al aparcar en su lugar designado se dirigió al elevador hasta el pent- house del hotel. Entró con la llave que le dieron en conserjería , caminó un par de pasos adentro y ya no tuvo que avanzar mas para saber que su criatura estaba liberando sus frustraciones.
Se sentó pacientemente en el sillón con sus audífonos puestos a esperar que terminara, literalmente terminara.
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La noche anterior se juntó con sus amigos para hablar de todo lo que habían estado haciendo. Para variar como la ultima vez el centro de las burlas había sido el y su pronto matrimonio. Con un hombre , joder.
Estuvieron bebiendo por un buen rato hasta que vio en la barra sentada a una exquisita rubia que le hacia ojitos. Se acerco a conversar , compartiendo unos tragos y uno que otro toque , hasta que le propuso irse a un lugar mas privado.
Y ahora ahí tenia de nuevo a la rubia en otra posición ,montándolo como una experta jinete. Ya ambos estaban agotados, había sido una larga noche. Pero una última vez no les haría daño.
