Juro Que No Codicié A La Heroína Luz De Luna Negra [GL]

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El sol se elevó gradualmente en el cielo, arrojando una luz brillante y alegre sobre la escena de Yuanzi corriendo de nuevo a los brazos de Lu Shizhen, en busca de afecto. La voz de la tía Sun tenía una pizca de risa amable, como si estuviera expresando involuntariamente su deleite ante el hermoso espectáculo que tenía delante.

Xu Shiyue sabía desde el principio que Lu Shizhen le gustaba.

Su acercamiento nunca fue puro, siempre enredado con segundas intenciones, aferrándose persistentemente a ella. Ya fuera a través de notas, registros de chat o toques ocasionales, la palabra "gustar" siempre estaba en sus labios.

Pero Xu Shiyue se dio cuenta de repente de que hacía mucho tiempo que no oía esa palabra.

La Lu Shizhen actual era comedida y educada.

Quería que Xu Shiyue viviera bien, para despertarla a la necesidad de que quien lo mereciera pagara el precio. Le había dado un perro guía en lugar de insistir obstinadamente en guiar personalmente a su ciega.

Parecía que cualquier cosa que Xu Shiyue necesitara, Lu Shizhen podía traérsela.

Xu Shiyue había creído alguna vez que Lu Shizhen no era más que una lunática loca y zalamera. Pero ahora, su comportamiento había sido demasiado normal para una lunática durante bastante tiempo.

Una tenue fragancia de rosas permanecía alrededor de los dedos de Xu Shiyue. No se había dado cuenta de que la vigilancia y el asco que a menudo ocultaban sus ojos habían sido sustituidos, en algún momento, por un atisbo de vacilación y duda.

Una brisa repentina agitó la hierba y resonó el sonido de las patas de un perro golpeando el suelo cubierto de hierba. Xu Shiyue se quedó allí, mirando como una figura baja y borrosa venía corriendo hacia ella desde la distancia.

Al ver a Xu Shiyue no muy lejos, Yuanzi abandonó inmediatamente el abrazo de Lu Shizhen y trotó hacia ella, permaneciendo obedientemente a su lado.

Qiuqiu, cubierto de baba, suspiró aliviado al verlo. Miró a Yuanzi moviendo la cola junto a Xu Shiyue y dijo cansado: "Lógicamente, las criaturas de tu mundo no deberían poder verme. ¿Por qué puede verme?"

"Ni idea. ¿Tal vez porque es un perro guía? Tienen requisitos estrictos, además de algunas cosas que incluso los científicos no pueden explicar", Lu Shizhen también lo encontró curioso, viendo a Qiuqiu sacudirse. No podía ocultar la diversión en sus ojos. "Mira, le gustas tanto que quiere tenerte en su boca".

"¡Anfitrión!" Qiuqiu rara vez mostraba un poco de mal genio hacia Lu Shizhen.

Pero estaba demasiado agotado para discutir, sus reservas de energía bajas. Aterrizó en la cabeza de Lu Shizhen, enterrándose perezosamente en su pelo para descansar y recuperar algo de fuerza.

Sin embargo, la paz de Qiuqiu no duró mucho antes de sentir una sacudida.

Yuanzi estaba tan ansioso por volver al lado de Xu Shiyue que olvidó ponerse su chaleco de trabajo. Se oyó el sonido de objetos metálicos entrechocando. Xu Shiyue levantó un poco la mirada y vio a Lu Shizhen acercándose, sujetando el chaleco de trabajo de Yuanzi.

"Buenos días". El saludo de la chica fue cortés y amable. La voz de Xu Shiyue permaneció tan fría e indiferente como siempre: "Buenos días".

El viento soplaba entre ellos, haciendo que el ambiente pareciera que se iba a enfriar. Pero no fue así.

Lu Shizhen se fijó en la cesta que la tía Sun acababa de coger de las manos de Xu Shiyue y dijo proactivamente: "Se está enfriando. No deberías estar cuidando de las rosas. A Yuanzi le encanta pasar tiempo contigo, así que deberías pasar más tiempo con él".