-Capítulo 7-

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—Lila... —Musito, preocupado—. ¿Estás segura de quedarte aquí?

—Sí, capitán Topa. —Habla ella con voz firme—.

—¿Pero y si te pasa algo? No podemos perderte, aparte de pérdida emocional, no sabríamos manejar todos estos botones. —

Lila me dedica una fría y dura mirada, que después se enternece.

—Topa, es el momento. —

La miro un tanto confundido.

—Lila, habláme claro, por favor. No entiendo nada. —

—Es el momento de enseñarte el funcionamiento de todo lo que hay en la cabina. —

Puse una cara de sorpresa total, pero acepté la oferta.

—Pero... ¿Y si me pasa algo? —

—Topa. —Ella me mira un tanto furiosa— ¿Sabés que sos el protagonista de toda esta tripulación, no? Si te pasa algo sumamente malo a vos es muy raro. —

—Claro, ¿y si el plan es empezar conmigo? —Palidezco al tener ese golpe de realidad—.

Lila trata de quitarme esa preocupación de la cabeza, y pasa un buen rato explicándome el funcionamiento de todo, absolutamente TODO, lo que hay en esa cabina.

Me siento totalmente exhausto. Miro por la ventana y veo que está comenzando a anochecer. Le doy un vistazo a Lila y agarro el micrófono.

—Muy buenas a todos, tripulación. Les aviso que hoy vamos a dormir todos en vagones conjuntos para evitar lo... lo que nadie quiere que pase. Sin nada más que decir, tienen hasta las diez de la noche para estar allí. Mañana se seguirá con los interrogatorios. —

Se escuchan palabras lejanas en el monorriel, me doy la vuelta y miro a Lila, mientras le tomo de las manos.

—Prometéme que vas a hacer todo lo posible para mantenerte segura, por favor... no sé qué haríamos sin ti, eres esencial para todos nosotros. —

Ella comienza a mirarme con los ojos un tanto rojos, hasta el punto donde es inevitable que se le caigan algunas lágrimas.

—Jamás desconfiaría de ti porque sé el cariño que nos tienes a todos y el cariño aún más grande que te tienen todos. —

Ella palmea suavemente mi hombro y me mira.

—Topa, no te preocupes... —

Me da unas pequeñas palabras reconfortantes, y me hace irme.

Al salir me quedo mirando la puerta, viendo como se cierra y se bloquea.

—Lila... —Digo en un susurro y me alejo lentamente—.

Comienzo a ir vagón por vagón pensativamente, avisándole a todos que dormiremos en el vagón descanso y, si no hay espacio, también en el vagón de trabajo de Natalio y Melody.

Por la noche, todos nos reunimos, decidimos quiénes iban a dormir en cuál vagón y cada uno se fue a acostar.

Es raro ver cómo todos desconfían de todos, durmiendo alejados, con miedo.

Al apagar las luces, me doy vuelta en mi bolsa de dormir, cierro los ojos y caigo en un profundo sueño... tan profundo que no lo recuerdo, el cansancio se apoderó de mí...

Un sueño tan relajante, tanto que siento que floto en una burbuja... aprovecho a sentir los aromas... las comidas de Arnoldo, el olor de las ropas que nos da Doris... y humo... ¿Humo?

Abro los ojos abruptamente, viendo cómo del vagón continuo sale humo.

—¡Mierda! —Musito, levantándome como si me hubieran tirado un balde de agua fría—.

Me agacho lentamente y abro la puerta del otro vagón desde el que estaba yo, viendo cómo algunos recién se estaban despertando, preocupados.

Tomo un matafuegos rápidamente. Al terminar de utilizarlo, nos acercamos un poco, mientras algunos que recién se despertaban nos hacían preguntas.

Habían quemado... ¿un tacho de basura?

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⏰ Última actualización: Aug 30 ⏰

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~𝐂𝐮𝐥𝐩𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐃𝐞 𝐀𝐬𝐞𝐬𝐢𝐧𝐚𝐭𝐨~Junior Express~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora