Capítulo VIII

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Jungkook estaba demasiado nervioso, jamás le había tenido miedo a un Omega. Pero ahora, uno lo miraba con sus ojitos color miel y ahí supo que Taehyung había regresado porque lo miraba de manera extraña.

Para su sorpresa...

—¿Que haces aquí? —Su voz sonaba muy calmada.

—Yo... eh... solo te traje a casa.

El Omega alzó una ceja y se quitó de su regazo sentándose al otro extremo del sofá.

—¿Dónde está Hanna?

—¿Y yo por que tendría que saber eso?

Taehyung se encogió de hombros, el calor empezaba a llegar nuevamente y mucho más intenso.

—Debes irte, ya estoy bien —empezaba a sudar y sus manos a temblar levemente.

—Taehyung yo-...

—¿Tú qué? ¿Qué?

—Pensé que, podría ayudarte...

—Como si te lo hubiera pedido, no necesito tu ayuda ¡Vete! —La cara de Taehyung empezaba a tornarse roja por el calor en su cuerpo, su olor empezaba a esparcirse nuevamente y sin darse cuenta soltaba feromonas para atraer al alfa.

Jungkook volteo a mirarlo encontrándose con la imagen más excitante que jamás había visto, el omega estaba rojo y sudoroso, sus labios estaban entreabiertos y sus ojos volvían a tener ese destello violeta.

—¿Estás seguro de que quieres que me vaya?

Taehyung parecía perdido en la mirada del otro, su cabeza negaba frenéticamente no quería que se fuera por supuesto que no. Sinembargo, la poca conciencia que aún le quedaba le advertía que estaba a punto de cometer un error.

Lastimosamente el deseo y su lobo eran más fuertes que las advertencias de su mente, fue así como se abalanzó al alfa para besarlo con desesperación.

Jodido sea.

Jungkook se sorprendió, pero no se quedó atrás cuando lo tomo con fuerza acomodandolo en su regazo una vez más. Sus manos apretaban la cintura y sus labios buscaban saciar la sed del Omega encima de él.

La mezcla de olores y gemidos pronto reino en aquel departamento y solo ellos dos eran fieles testigos de los deseos de sus lobos, porque aquella noche bajo la luna llena, dos destinados por designio de la misma, se entregaban cuerpo a cuerpo.

Siendo imprudentes.

[...]

Cuando la mañana llegó el cuerpo de Jungkook seguía desplomado en aquella cama mientras Taehyung lo montaba con rapidez y fuerza en cada sentón, como si ya no hubieran tenido sexo toda la noche e incluso la madrugada, el Omega parecía no tener cansancio. Sin embargo su lobo empezaba a ceder a su parte humana el control.

Cuando Taehyung empezó a mover sus caderas de atrás hacia adelante, el alfa sostuvo fuerte sus caderas y gruño echando la cabeza hacia atrás, su orgasmo estaba a nada de llegar y los fuertes gemidos del Omega no ayudaban a retrasarlo.

Volvió a vaciarse haciendo un nudo en el cálido interior de Taehyung, el mismo que gimió casi en un grito cuando sintió el miembro del alfa hincharse y palpitar en su interior, se recosto en su pecho respirando con dificultad mientras el alfa bajó su mano a su miembro empezando a masturbarlo con rapidez

—A-alfa —Gimió apenas con fuerza, su lobo empezaba a cansarse y darle paso a Taehyung, cuando el orgasmo llegó, el Omega soltó un gemido quedando recostado sobre el cuerpo de Jungkook, sus piernas temblaban y su olor ya no era tan fuerte.

—¿Estás bien bonito? —El alfa acarició su cabello rubio con cariño sin saber que el lobito ya no estaba, sin embargo las caricias de Jungkook se sentía lo suficientemente bien como para interrumpirlo, por eso Taehyung asintió cerrando los ojos.

No siendo muy coherente y entregándose a las sensaciones del momento.

El nudo bajo, el alfa sacó su miembro ganándose un quejido del Omega.

—Ven te daré un baño —Taehyung levantó su mirada viendo los ojos obscuros del alfa, el mismo que al ver los ojos mieles del Omega abrió los suyos con sorpresa.

—Te dije que te fueras ¿Por qué no lo hiciste? —el Omega apenas podía hablar, se sentía cansado, su cuerpo dolía gracias al insaciable de su lobo y seguramente a lo duro que lo habían fallado.

—Yo... tú... tu lobo, él...

Taehyung viró los ojos.

—Nunca le hagas caso a un lobo en celo, Jungkook. Son manipuladores.

El alfa rió, recordando a aquel lobito tan bonito y mimoso que pedía su atención a cada instante.

—¿De que te ríes?

—¿Eh?

—Pareces imbecil riéndote solo, ¿Qué es tan gracioso?

—Que ofensivo eres Taehyung, tu lobito es diferente.

El Omega lo miró con intensidad.

—¿Estás queriendo decir que mi lobo es mejor que yo? ¿Te gusta más? ¿Es eso?

Jungkook lo miró incrédulo ¿Acaso estaba celoso de si mismo?

—No quise decir eso.

—¡Lo dijiste!

—No lo hice.

—¡Lo insinuaste!

El alfa rodó los ojos, definitivamente el lobito se había ido.

—¿Sabes qué? Creo que te tomaré la palabra y me iré —Tomo la cintura del Omega con cuidado dejandolo a un lado en el sofá.

—Ah no, alfa de cuarta —Lo tomo del brazo volviendolo a sentar —No debiste quedarte en primer lugar, aún faltan dos días de celo.

Jungkook abrió sus ojos con sorpresa.

—¡Me vas a dejar seco!

—No te mandé a quedarte —Se encogió de hombros levantándose sin importar su desnudez, el alfa tragó grueso ante la imagen que tenía frente a él.

El cuerpo bronceado del Omega, cubierto de marcas hechas por él, un lindo trasero y una piel hermosa.

Taehyung era muy bonito.

—¿Vienes o te quedarás mirando?

El alfa sacudió su cabeza y se levantó a pasos torpes siguiendo al Omega al baño.

[...]

Por otro lado, cierta Omega despertaba en una habitación extraña al lado de alguien que no conocía.

Recordaba haber visto al alfa llevándose a su mejor amigo entre sus brazos, como si hubiera sido un golpe bajo, entró a la fiesta nuevamente bebiendo como loca y besandose con cualquier alfa que se pusiera en su camino.

Se sentía demasiado enojada y frustrada.

Y es que esa noche su aventura con el alfa había acabado, recordaba claramente sus palabras.

"No quiero ser grosero Hanna, eres muy bonita pero no puedo aceptar tu propuesta ni tus sentimientos, yo ya encontré a mi Omega y lucharé por él, lo lamento pero esto acabo."

Porque si, esa noche ella se le había declarado y le había propuesto ser su novio, pero aparentemente el alfa ya no quería nada con ella y eso le dolía en el alma.

Aún más cuando sentía que él era su alfa. 

Hate You | KookTae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora