Entre el deber y el odio.-Sterek

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Stiles presiona sus ojos con fuerza mientras intenta ignorar el sonido estridente de su teléfono. Juraría que lo había puesto en silencio la noche anterior, luego de regresar del bar. Pero tal parece que está equivocado. Posiblemente la cantidad de alcohol que había bebido lograba que no estuviera demasiado seguro de qué había hecho. 

O a quien había llevado a casa porque podía sentir la calidez de un cuerpo a su lado, en la cama. Dios, tantas malditas decisiones malas podía tomar en una sola noche. 

-Atiende el teléfono.-Se queja el hombre a su lado. Stilinski quiere decirle que en vez de quejarse podría estar agarrando su ropa y yendose, pero se recuerda que debe ser educado. Así que lo ignora, pero aún así se estira en busca de su celular. La mesa de luz a su lado está vacia. Maldiciendo, se pone de pie y comienza a buscar en la oscuridad el maldito aparato. No resulta dificil, escondido debajo de ropa, la pantalla se esfuerza por iluminar. 

La llamada se corta en el momento en que el castaño logra tomar el aparato. La notificación aparece en la pantalla: 1 llamada perdida de Scott. 

Frunce el ceño. Se apresura a llamarlo. Por lo general no se llaman, sí se escriben día por medio para mantenerse actualizados pero...

La voz de Scott dice.-Amigo.

No suena como una persona relajada. 

El ceño de Stiles se frunce y comienza a caminar para salir de la habitación. No quiere que el otro hombre escuche la conversación.-Hey. ¿Esta todo bien?.-Pregunta, preocupado.-¿Papá esta bien?.

Scott se apresura a decir.-Tranquilo, John se encuentra bien.-Luego, permanece en silencio por un momento. El corazón de Stilinski se acelera. Los nervios se agolpan en su cuerpo.-Pero Erica y Vernon...-El castaño contiene la respiración. 

-¿Qué sucede con ellos?

-Tuvieron que salir por un viaje. Irían a México a hablar con una manda. Ya sabes, querian conocer la manada de la que provenía la pequeña Liss.-Explica Scott, de manera lenta. Su tono es bajo. 

-Dime de una maldita vez que es lo que sucede Scott.-Exige, sintiendo que es demasiado. Que la habitación cierra sus paredes sobre su cuerpo. 

-No han vuelto. Se supone que regresarían a casa ayer.-Menciona.-No estamos seguros de que algo les haya sucedido. Derek llamó a la manada, pero negaron haber estado con ellos. Es...extraño. 

-Dios mio.-Susurra. 

-Hay...encontramos una noticia de un coche abandonado en una de las carreteras de México. Isaac sospecha que puede ser el de ellos. Así que irá a...-Stiles deja de oir por un momento. Se siente como si su corazón estuviera rompiéndose. Conoce a Erica desde la secundaria. A Vernon desde la Universidad. Los ama. Son su maldita familia. ¿Y ahora no saben donde diablos pueden estar?. Y Liss...

-Dime que Liss está con ustedes.-Pide, suplicante. 

Scott hace un ruido afirmativo.-Se estaba quedando en casa de mi madre. 

-Puta mierda.-Dice Stiles, frustrado. Sus ojos pican. Esta al borde del llanto. Y el aire parece faltarle.-Solo...esperame allí. 

-¿Esperarte? ¿Qué diablos crees que vas a hacer?.

-Viajar a Beacon Hills. ¿No es obvio?.-Replica Stiles. Sus ojos se mueven de un lado al otro, ansioso. Pensando en todo lo que tiene que tomar de allí para empacarlo en una maleta. No puede quedarse allí, a kilómetros de su familia, de la manada, sin hacer nada, mientras sus mejores amigos se encuentran, ¿qué, desaparecidos? 

-No es buena idea que viajes en este estado, amigo.-Intenta el moreno, queriendo que entre en razón.-Mira, ¿por qué no esperas a estar más calmo? ¿Por qué no vienes mañana...