𝘾𝙖𝙥í𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙩𝙧𝙚𝙨.

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Spreen salió de la casa con paso firme, dejando atrás la fachada imponente del hogar de su "Cliente Número Uno". La brisa nocturna acarició su rostro, pero no logró disipar la sensación de inquietud que lo había acompañado desde que había cruzado el umbral de aquella casa. A pesar de haber concluido la transacción con éxito, algo en su interior se resistía a dejarlo en paz. No era la primera vez que realizaba un negocio de esa índole, y ciertamente no sería la última, pero la presencia del joven de hebras castañas y ojos rubíes lo había afectado de una manera inesperada.

"Es solo un trabajo más", se dijo, intentando calmar los ecos de ansiedad que retumbaban en su mente. Pero el rostro del joven, su mirada fría y distante, seguían presentes en su memoria, como una sombra que se negaba a desvanecerse. Era extraño. Había conocido a muchas personas en su vida, algunas de ellas peligrosas, otras simplemente repulsivas, pero ese muchacho... ese muchacho tenía algo distinto. Había una dureza en sus ojos, una suerte de indiferencia calculada que no se correspondía con su juventud. Spreen se preguntaba qué clase de experiencias habrían moldeado a alguien tan joven en una figura tan inexpresiva, casi fantasmal.

Mientras sus pies lo llevaban por las calles oscuras y desiertas, sus pensamientos se entrelazaban en un torbellino de dudas y conjeturas. La ciudad a su alrededor, con sus luces titilantes y sombras alargadas, parecía un reflejo de su mente, un laberinto de posibilidades y peligros. ¿Y si el joven no era simplemente un observador inocente? ¿Y si tenía un papel más activo en los oscuros negocios de su padre? La mera idea hizo que un escalofrío recorriera su espina dorsal.

"Estoy siendo paranoico", murmuró para sí mismo, sacudiendo la cabeza como si quisiera desprenderse de aquellas ideas perturbadoras. Pero, aunque lo intentara, la semilla de la sospecha ya había echado raíces en su mente. Había algo en ese muchacho que no podía ignorar, algo que lo hacía sentir como si estuviera ante un espejo distorsionado de sí mismo, una versión más joven y más cínica de lo que alguna vez fue.

Perdido en sus pensamientos, casi no se dio cuenta de cuánto había caminado hasta que las luces familiares de su pequeño apartamento aparecieron a la distancia. Su refugio, su santuario en medio del caos. Era un lugar modesto, lejos del lujo ostentoso del hogar de su cliente, pero para Spreen, esas cuatro paredes significaban seguridad, un espacio donde podía bajar la guardia y ser él mismo, sin máscaras ni falsedades.

Al entrar, se dejó caer en el viejo y desgastado sofá que ocupaba el centro de la pequeña sala de estar. Cerró los ojos y respiró hondo, intentando liberarse del peso que sentía en el pecho. Pero, incluso en la oscuridad detrás de sus párpados, los ojos del joven lo perseguían, brillando con ese tono rubí que parecía atravesar su alma.

Se llevó una mano a la frente, masajeando sus sienes mientras intentaba despejar su mente. No debía dejarse llevar por esas sensaciones. Había hecho un trato, había conseguido su dinero, y ahora lo único que le quedaba era olvidarse de todo y seguir adelante. Sin embargo, algo en su interior sabía que no sería tan sencillo.

El tiempo pasó lentamente mientras Spreen permanecía en el sofá, inmóvil, sumido en sus pensamientos. La oscuridad de la noche se filtraba por las ventanas, envolviendo el apartamento en un manto de sombras que solo servían para acentuar la inquietud que lo carcomía por dentro. Finalmente, se levantó y se dirigió al baño, necesitaba despejarse, sentir el agua fría contra su piel y dejar que la claridad del amanecer lo alcanzara.

Encendió la luz del baño y se quedó mirando su reflejo en el espejo. El hombre que lo miraba desde el otro lado era casi un extraño, alguien endurecido por los años, por las decisiones que había tomado, por las vidas que había tocado. Pero, a pesar de la frialdad en sus ojos, también había algo más. Una sombra de duda, un resquicio de vulnerabilidad que no estaba allí antes de esa noche.

𝐁𝐑𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑Ò 𝐒𝐎𝐏𝐑𝐀 𝐂𝐎𝐋 𝐕𝐈𝐍𝐎. | spruan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora