Capítulo 6.

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Narrador Omnisciente.

La noche era un poco más oscura que en los últimos días.

  Hela y Ryan se encontraban dormidos, sentados uno al lado del otro en el ambiente tétrico de un mercado abandonado. Totalmente ignorantes de la nueva criatura que acechaba cerca de ellos; Luxus.

  Todo parecía estar tranquilo. Casi desierto, pero se podía sentir una cierta tensión en el aire como cuando se acerca una tormenta.

  Las personas seguían escondidas, creyendo que dónde estaban se encontraban seguras. Nada más lejos de la realidad.

   Ingenuos.

   Eso pensaban las criaturas que podían sentir las emociones de las personas. Cada una de ellas, podía localizarlos fácilmente por su distinguido olor a miedo. Podían caminar a metros de distancia del paradero de un humano y escuchar los latidos de su corazón.

  No estaban a salvo.

  Nadie lo estaría en este nuevo mundo caótico. Y lo peor no había salido todavía de las entrañas de la Tierra.

  En lo más profundo, en una dimensión paralela, se encontraban las más temidas criaturas infernales; Los Siete Pecados Capitales. Seres malvados y llenos de poder que solo esperaban por que el gran día llegará para desatar todo aquello de lo que ellos eran capaces.

  En esa tranquila noche, ellos estaban ansiosos por salir a la superficie de la Tierra. Más de lo normal, esperaban por la señal de su reina para hacer su cometido. Estaban realmente emocionados por demostrar que tan poderosos podían ser y cuánto daño podían causar sin ninguna intervención divina por parte del cielo. Después de todo, los ángeles se habían ido a donde pertenecían y las puertas del cielo habían sido cerradas para siempre.

   Las personas en la Tierra estaban perdidas. No tenían oportunidad de luchar contra ellos.

   Luxus era uno de los más peligrosos.

    Lujuria se divertía causando deseo exacerbado en las personas, volviendolas locas y así traerles todo tipo de problemas.

  Él podía causar la ilusión del amor, eso por lo que los seres humanos matarían y harían cualquier cosa con tal de tenerlo. En la historia se podía apreciar este hecho al haber causado cientos de guerras y batallas solo porque un hombre se "enamoro" de quién no debía.

  Y como si solo su poder no lo hiciera lo bastante poderoso, tenía cientos de demonios de menor categoría a su merced, sedientos de sangre y que podían causar el mismo sentimiento de deseo a las personas que se encontrasen cerca. Tenía dos en especial; Las viejas lenguas, como mitos e historias raras, hablaban de seres acuáticos con una hermosa voz que atraían a los hombres a violentas mareas y que en muchos casos, estos no volvían y si lo hacían, estaban locos de remate. Otros cuentos, hablaban de extraños hombres de tes pálida y sobresalientes colmillos que volvían a las mujeres locas de amor, de deseo, con su altura pronunciada y belleza deslumbrante.

   En ambos casos, solo eran demonios y habían quedado en la historia como simples mitos para los humanos que les costaba creer en lo sobrenatural. Demonios que eran parte del séquito de Luxus.

  Los seres acuáticos se conocían como sirenas. Su aspecto real era de una mujer sin ni un bello en todo el cuerpo, con la tes entre un color azul oscuro y el gris que eran muy difícil de diferenciar, de ojos amarillos y tan grandes como los de un búho. Podían tener una que otra escama y sus extremidades, como las manos y los pies, eran tan alargadas y grandes que se les daba la facilidad moverse en el violento mar.

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