Epílogo

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La niña frente a él lo miraba maravillada,extasiada y con admiración, él por otro lado solo miraba impasible el paisaje de uno de los jardines del castillo.

-Naomi, a qué hora dijo que regresará tu madre?- preguntó, la pequeña frente a él movió sus orejitas y miró con curiosidad hacia el cielo completamente despejado.

-Dijo que en la tarde, fue con Ah-Un y mi hermana Rin a la aldea con la abuela Kaede- decía la niña de aparentemente diez años de edad, mientras jugaba con sus largos cabellos plateados.

Mirándola a simple vista era idéntica a su padre, cabello plateado, piel casi tan blanca como la de él, ojos ambarinos, pero al fijarse bien en los ojos de la pequeña Naomi Taisho podías ver los ojos de Kagome en ellos, la misma dulzura y ternura de la mujer se veía reflejados en ellos, esa pequeña traía loco a su padre.

-Papá- llamó la pequeña, el susodicho se giró a mirarla contestando sólo con un 'hmm?'.

-Me contarás la historia de cómo conseguiste tu espada?- la niña miraba con adoración la espada que portaba su padre, la Tessaiga, Sesshomaru sonrió.

-Hablas de Tessaiga?- preguntó como quien no quiere la cosa, la niña asintió fuertemente, y el mayor desenfundó la espalda.

-Sabías que ésta espada está hecha del colmillo de mi padre?- preguntó, los ojos de la menor se abrieron enormemente con curiosidad, recordó a su esposa y sonrió.

-No, está hecho del colmillo del abuelo?- Sesshomaru asintió y acarició la mata de pelo que quedó cuando Inuyasha le había cortado el brazo.

-Sí, y fue hecha para proteger humanos, Tensseiga fue hecha para salvarlos- dijo mostrando la otro espada que portaba, Naomi miró con aún más adoración al colmillo sagrado.

-Pero si quieres saber como conseguí al colmillo de acero debemos rememorar como comencé a frecuentar a tu madre- la pequeña sonrió, amaba cuando su papá le contaba como comenzó a gustar de su madre, por un momento el frío Lord del Oeste desaparecía para ser reemplazado por su papi Sessho, se acomodó sobre las piernas de su papá y dejó que acariciara sus cabellos, siempre lo hacía, con ella y con su madre.

-Bueno, todo comenzó una moche cuando me encontré a tu madre frente al pozo...- comenzó, relatando cada suceso de importancia en las vidas entrelazadas de ambos.


El sol comenzaba a bajar justo cuando el Youkai terminaba la historia, en eso aparece Kagome, junto con Rin e Inuyasha y Kikyo y un pequeño niño de once años, muy parecido a Inuyasha, pero humano, todos ellos con una gran sonrisa.

-Tíos!!- gritó la pequeña saltando sobre Kikyo y el hermano de su padre.

-Keh! Cachorra, te estás volviendo más fuerte- decía el hanyou revolviendo los cabellos plata de su sobrina.

-Kaoru!- la niña saltó junto al niño que solo le sonrió, arrogantemente igual que su padre en tiempos de juventud.

-Hola enana- dijo acariciando su mejilla, provocando un ligero sonrojo y un puchero de su parte.

Kagome se acercó a su esposo besándolo cariñosamente en los labios, Rin se acercó después, recibiendo un beso en la frente por parte de él.

-Que hacían aquí?- preguntó Kagome, Naomi sonrió y se acercó a ella.

-Papá me contó cómo se enamoró de ti, mamá- dijo la pequeña, todos rieron notando como un ligero rubor cubría a Sesshomaru, todos sabían que esa pequeña era la luz de los ojos del Youkai junto con Kagome y Rin, pero él mayor se empeñaba en seguir siendo igual de frío, aunque a veces no podía.

-Felicidades hermano- dijo Inuyasha acercándose a él, poniendo su mano en uno de sus hombros, él lo miró confundido, notaba que Rin y Kikyo sonreían con ojos llorosos y que Kagome bajaba la mirada.

-Niños porque no van a jugar con el señor Jaken- dijo una joven Rin de casi veinte años, acompañándolos dentro del castillo.

-Inuyasha, porqué no me muestras eso que querías mostrarme- dijo Kikyo, Inuyasha frunció el ceño también confundido.

-Yo no te he querido mostrar nada, estás loca mujer- dijo, la ex Miko comenzó a gruñir por lo bajo.

-Inuyasha...- dijo con voz peligrosa, el peliblanco tragó grueso y la siguió también dentro del castillo.

Sesshomaru y Kagome quedaron solos en el jardín, el Youkai trataba de establecer contacto visual pero la mujer no alzaba la mirada.

-Sucede algo Kagome?- preguntó Sesshomaru levemente preocupado, la mujer apretó los ojos mientras un sonrojo cubría sus mejillas.

Ella se acercó a él y lo abrazó soltando pequeñas lágrimas, el Youkai la abrazó sin saber muy bien qué hacer y cada vez más preocupado.

-Felicidades- dijo Kagome sonriendo mientras lloraba, era la segunda vez que lo felicitaban y no sabía por qué.

-Kagome, me explicas que está-pero no pudo seguir ya que Kagome lo interrumpió.

-Vas a ser papá- dijo, sonrió y Sesshomaru la miró con los ojos completamente abiertos, la misma reacción que tuvo con Naomi.

-Y va a ser varón- dijo, Sesshomaru la abrazó con todo el cariño que pudo y le dio otro casto beso, para luego arrodillarse y acariciar el vientre de Kagome.

-Hola pequeño Kotaro- susurró antes de dar un beso al vientre semi abultado de Kagome, cómo no se dio cuenta antes?.

-Sabes, debes tratar de no hacer pasar mal rato a tu madre como Naomi lo hizo, tú descuida hijo, nosotros aguardaremos por ti- dijo Sesshomaru antes de levantarse y volver a besar a Kagome con todo el amor del mundo, el deseo de la estrella se hizo realidad, pero se multiplicó por mucho, ahora tenía una gran familia a la cual amaba

Su familia junto con Kagome y sus hijos, su familia junto con su hermano, incluso sus amigos eran parte de su familia, Sesshomaru se sentía completo, ahora sabía que era la verdadera felicidad, el verdadero amor

Sonrió a su mujer y juntos se dirigieron con el resto de su familia dentro del castillo, una nueva aventura traería el pequeño Kotaro, pero darían tiempo al tiempo, y además, esa es otra historia.


Fin...

Aguardando por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora