capítulo 10

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°Capitulo 10°

~Èl era tan fuerte... que amaba con el corazón roto…~

Y allí se encontraba Sesshomaru, de pie sin saber que hacer, por primera no sabia que debía hacer, estaba bajo la atenta y analítica mirada de Kaede, nunca había visto así al Youkai, tan perdido en sus pensamientos, tan absorto de todo y todos.

-Porque no vas con ella ahora, ella está esperándote, quiere verte- dijo Kaede, y un inmenso sentimiento de felicidad invadió al Youkai, y miro con un extraño brillo en los ojos a la anciana, quien sonrió al verlo.

-De que te ríes, Miko?- dijo Sesshomaru con su fría voz de siempre, Kaede solo negó con la cabeza.

-Nada, apurese, vaya por lo que le hace feliz... y no trates de negarlo Sesshomaru, lo veo en tus ojos- dijo kaede, un gruñido salió por parte del Youkai que miró con desdén a la Miko y se alejó del lugar.

-Ni siquiera se molesto en negarlo- susurró la anciana mientras volvía hacia la aldea a paso lento.

Mientras en otro lugar, Sesshomaru andaba a paso lento y elegante, pero una vez que estuvo a una distancia razonable aceleró el paso, llegando así en cuestión de minutos a los límites de la aldea, lastimosamente se encontró con un ser no muy deseable

-Que quieres?- dijo con su voz cargada de odio, frente a él se encontraba Inuyasha, lucía tremendamente fatal, su rostro lucia pálido, provisto de grandes ojeras, Inuyasha por primera vez miró a Sesshomaru con temor, cosa que sorprendió al mayor, bajo la cabeza y en un susurro pronunció:

-Cuidala- y salió saltando al lado contrario de Sesshomaru, el solo miró por donde se había ido, para después seguir con su camino, entrando a la aldea, todas las miradas estaban sobre él, pero ninguna era de odio, cosa que alertó al Youkai.

De repente, Sesshomaru ve que a lo lejos viene una pequeña y un pequeño un poco mas grande corriendo hacia él, hasta que llegó frente a él.

-Disculpe es usted el señor Sesshomaru?- preguntó la pequeña, Sesshomaru algo confundido asiente y se hinca hasta quedar a la altura de la niña.

-Yuka, el señor seguro a de estar ocupado, no lo molestes- dijo el pequeño, que era un poco mas alto que la niña, que algo sonrojada le da un pequeño ramo de flores.

-Es un regalo por ser nuestro héroe, y por salvar a la señorita Kagome, gracias- dijo la pequeña, Sesshomaru tomó las flores realmente sorprendido.

-Muchas gracias por ser nuestro salvador Sesshomaru-Sama- dijo el niño, y junto a la pequeña hizo un pequeña reverencia, para después salir corriendo con una sonrisa, Sesshomaru miro a los pequeños, como corrian y sonreían mientras se despedían de Sesshomaru con la mano.

Con una pequeña y casi imperceptible sonrisa Sesshomaru se levantó y se dirigió hacia la cabaña, una vez dentro vio a Kagome, estaba dormida, al parecer tenía una pesadilla, pues se movía mucho y pequeñas lágrimas caían por su rostro.

-Dijiste que no me abandonarías- susurraba Kagome mientras daba vuelta en el futón, algo oprimió el pecho de Sesshomaru.

-Porque lo hiciste... Sesshomaru- dijo Kagome aun entre sueños, Sesshomaru rápidamente se acercó a ella, se arrodillo y acarició su mejilla limpiando sus lágrimas.

-Kagome- susurró Sesshomaru besando su frente, la Miko abrió un poco los ojos, encontrándose con el Youkai  que la miraba con culpa, por instinto Kagome lo abrazo fuertemente.

-K-Kagome...- susurro sorprendido el Inu-Youkai, la chica solo se aferró mas a su cuello.

-Dijiste que vendrías, pensé que... que me dejaste- dijo Kagome en un hilo de voz, el olor a la sal de las lágrimas inundó las fosas nasales de Sesshomaru.

-Disculpame Kagome, pero por favor no llores- dijo Sesshomaru, por alguna razón no quería que llorara por su culpa, la Miko solo asintió y escondió su cara en el pecho del Youkai.

Kagome permaneció unos minutos asi, hasta que se tranquilizo, y tranquilizó a su corazón, mientras se obligaba a sí misma a creer que Sesshomaru estaba a su lado, y no como en sus sueños, lejos de ella.

-Porque no viniste antes?- preguntó la joven miko, Sesshomaru calló un momento.

-Perdon, estaba muy pensativo en la mañana, me tienes muy pensativo- dijo mirando a los ojos de la joven, ésta se ruborizó un poco.

-A que te refieres?- pregunto Kagome sumamente sonrojada, Sesshomaru se acercó a su rostro mientras lo acariciaba.

-Recuerdas que te había dicho que me hacías sentir extraño?- preguntó, Kagome asintió.

-Extraño bueno o malo?- volvió a preguntar la chica con voz aniñada, Sesshomaru sonrió un poco haciendo que la chica se quede embobada por aquella sonrisa.

-Extraño bueno, muy bueno- dijo, mientras acercaba su rostro al de Kagome, hasta tener las frentes juntas, Kagome se sonrojo fuertemente.

-Tengo miedo, Sesshomaru, miedo a sufrir, no quiero eso- dijo ella, sus ojos no se despegaban de los orbes ámbares del Youkai.

-Yo también tengo miedo de eso Kagome, ya he sufrido mucho, tal vez algún día te lo cuente, pero a tu lado no me siento así, además yo nunca te haría sufrir- dijo el Lord del oeste, Kagome le sonrió, las respiraciones de ambos se mezclaban, y era una sensación embriagante para ambos, poco a poco sus rostros iban acercándose, hasta que la cortina se abrió, dejando entrar a un Jaken sumamente sudado y exhausto.

-Amo bonito, el... el bastardo Naraku se llevó a Rin!!-

Aguardando por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora