~A lo largo de tu vida conocerás a una persona muy diferente a cualquier otra. Puedes hablar con esta persona por horas y nunca te aburrirás. Le puedes contar cualquier cosa y no te juzgará. Esta persona es tu alma gemela, tu mejor amigo. Nunca permitas que se aleje de tu vida ~
-Iré contigo- sentenció la muchacha mientras se levantaba del futón, Sesshomaru negó con la cabeza.
-Sigues muy débil Kagome, no puedes ir así- el Youkai habló amablemente, provocando que su fiel sirviente Jaken mirara con ojos desorbitados la escena.
-No importa, creo que ahora podremos derrotar a Naraku, tienes las dos espadas de tu padre y a Tōkijin, eres muy fuerte, pero tal vez sirva de ayuda mis poderes espirituales... y ni trates de negarte, igual iré- la determinación en los ojos de Kagome nunca antes se había apreciado de aquella manera, Sesshomaru sólo sonrió de medio lado y ayudo a Kagome a pararse, ésta solo tenía un kimono blanco para dormir, así que el Daiyōkai salió a esperarla.
Kagome, ahora con las fuerzas recargadas se alzó el cabello en una coleta alta, provocando que ligeros y rebeldes mechones cayeran a los costados de su rostro, resaltando sus ojos y labios, se sacó el Kimono y se puso la yukata que Sesshomaru le había dado, unos nudos en los costados y junto con su arco y flechas ya estaba lista, pareciendo toda una guerrera, se puso sus zapatos de la escuela y salió de la cabaña.
Allí afuera estaban Jaken, Sesshomaru y otro Youkai que Kagome pocas veces había visto, era un dragón de dos cabezas, parecía imponentes, así que algo temerosa se acercó, cuando Sesshomaru la vio, esa pequeña llama se avivó, parecía una guerrera digna de él, una hermosa y bellísima guerrera, sus miradas se cruzaron y sus ojos brillaron con una intensidad impropia de ambos, fue preciso, un instante, efímero, una simple mirada que reflejó algo que ambos sentían, no lo admitían, pero tampoco se tomaban la molestia de negarlo, solo lo sentían.
Era como si supieran lo que el otro sentía, y hacían lo posible para que el otro se sintiera mejor, leían los ojos del otro, Kagome se acercó lentamente a Sesshomaru y este solo la miraba, el Youkai acarició el rostro de la muchacha, quien solo cerró los ojos y disfrutó de la caricia, sonriendo.
-Creo que ya debemos irnos- dijo Kagome abriendo los ojos, Sesshomaru asintió y miró a Jaken.
-Que fue lo que sucedió?- preguntó, no usaba ese tono de voz potente, lo hacia con preocupación, cosa que alerto a su fiel sirviente.
-Cuando se fue, la pequeña había ido a recoger unas flores para la humana, yo como fiel sirviente fui detrás de ella a cuidarla, pero...- los ojos del pequeño Youkai empezaron a aguarse, después de todo le preocupaba la pequeña.
-Jaken tranquilo- susurró la muchacha, el Youkai verde la miro, los ojos de Kagome reflejaban comprensión, Jaken se sobo la nariz y suspiro.
-Esa Youkai, Kagura, apareció y se llevó a Rin, solo dijo que si queríamos volver a verla que vayamos con Naraku- dijo Jaken, la historia nuevamente se repetía, esto ya había sucedido, Naraku secuestraba a Rin para tratar de absorber a Sesshomaru junto con todos sus poderes.
-Maldito- gruñó el Daiyōkai, Kagome tocó su hombro transmitiendo algo de tranquilidad, el Youkai suspiro y se viró hacia Kagome.
-Tu iras con Jaken sobre Ah-Un, el los protegerá- dijo, la chica asintió temerosa, acercándose al dragón dudosa, pero no contó con que Sesshomaru apareciera detrás de ella
-Tranquila, es manso- tomo su mano y avanzo con ella hasta el dragón, ayudándola a subir, como agradecimiento Sesshomaru recibió una hermosa sonrisa por parte de la joven, Jaken subió también, quedando frente a la muchacha, haciendo que ésta con cariño y ternura lo abrace desde atrás.
-Q-Que haces niña tonta!?- dijo Jaken con un rubor en las mejillas.
-Se que te preocupa Rin, pero descuida, la encontraremos señor Jaken- dijo Kagome con ternura, el pequeño y verde Youkai solo empezó a llorar desconsoladamente en los brazos de la Miko, mientras se culpaba de que la pequeña Rin había sido secuestrada.
-Jaken, deja de lamentarte- dijo Sesshomaru con voz fría, un haz de luz lo envolvió y fue volando hacia el lugar donde Rin había sido secuestrada, seguido por Ah-Un con Jaken y Kagome.
-Jaken, tranquilo, es su forma de decir que no fue tu culpa y que todo estará bien, acaso alguna vez Sesshomaru te ha defraudado- dijo con voz comprensiva la Miko, Jaken solo asintió dejando de llorar, volviendo a su pose fuerte de siempre, llegando casi al instante al lugar, pues no estaban muy lejos del lugar.
-El olor va en esa dirección, sabes algún lugar en donde la puedan tener?- preguntó Sesshomaru a Jaken, pero antes de que éste respondiera Kagome lo hizo.
-Hacia allí hay una cueva muy conocida para mí, se como llegar rápido- dijo Kagome, aun estando herida empezó a correr, Sesshomaru la miró sorprendido pero después una pequeña sonrisa apareció en su rostro
-Que esperas Jaken, vamos junto a Rin- dijo Sesshomaru siguiendo a Kagome, seguido del mas pequeño, Kagome seguía corriendo como si su vida dependiera de ello, no era su vida, era la de Rin, quien era como su hija, corrió lo nas que pudo, algunas de sus heridas empezaron a abrirse y sangrar, pero no le importó, era mas importante encontrar esa cueva, la cueva de Onigumo.
Kagome se detuvo, frente a ella se encontraba Kohaku y Kagura, con una Rin desmayada acostada en una enorme pluma que levitaba,
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Aguardando por ti
FanfictionUna nueva ficción de una pareja alternativa del anime/manga Inuyasha. Sesshomaru y Kagome, que solo tienen un deseo. Amar y ser amado/a