21

832 61 48
                                        

Izuku continuó caminando a los dormitorios recordando su encuentro con All Might, de pronto sus pisadas cambiaron de dirección y sin notarlo la distancia entre él y un gran árbol se reducía a cada instante, inconscientemente se había dirigido a ese lugar, no sabía cuál era la razón pero decidió no tomarle importancia, después de todo un poco de paz no le vendría mal.

Lentamente se recostó en el suelo con dificultad y cruzó ambos brazos detrás de su cabeza para apoyarse en el tronco.

Se dió la libertad de cerrar los ojos por un momento.

La brisa fresca tocaba su rostro suavemente, el canto de las aves inundaba sus oídos de la misma manera que lo hacía el sonido de las hojas revoloteando, la brisa jugaba con sus distinguidos rizos verdes moviéndolos gentilmente, la sombra de aquél árbol lo hacía sentir relajado al igual que el pasto fresco que reposaba debajo de su cuerpo y sin notarlo, por primera vez después de tortuosos días estaba en un complaciente estado de tranquilidad.

Suspiró placenteramente como si de esa manera lograra alejar todos los malos momentos, su respiración se volvió lenta pero de una manera relajante y momentáneamente recordó las palabras de Aizawa y All Might, no podía negar que se sintió terriblemente incómodo pero a pesar de eso fueron de mucha ayuda, fue justo lo que necesitaba escuchar en el momento indicado.

Sabía que ambos lo apoyaban pero temía que al contarles la verdad le dieran la espalda como todas las personas lo habían hecho durante toda su vida, simplemente no podía ir y hablar con ellos sobre lo que pasó con total tranquilidad.
El solo hecho de recordar aquellos grotescos actos lo hacían sentir asco, tristeza, repulsión, enojo, miedo, impotencia y un sinfín de sentimientos que no sabía cómo nombrar pero sin duda la mayoría iban dirigidos hacia él, todo era su culpa, si tan solo fuera más fuerte en todo el sentido de la palabra nada de eso habría ocurrido y esta era una más de las razones por las cuales no podía decirle la verdad a nadie, ni siquiera sabía si algún día tendría el valor de hablar sobre ello.

Pero todo era demasiado contradictorio y confuso para él, a pesar de que su mente era un caos total sabía que debía comenzar a convencerse de que nada era su culpa, no había manera de saber que aquellos sujetos tenían malas intenciones, no era su culpa cruzarse en su camino y lo más importante es que nada era igual que antes, ahora tenía amigos, amigos de verdad, amigos que lo querían, que lo apoyaba, que lo apreciaban, amigos que se preocupaba por él así que quizá había una posibilidad de que todos los escenarios que creaba con un terrible final terminaran en todo lo contrario... quizá algún día intentaría desahogarse con alguien, tal vez algún día podría confiar demasiado en alguien para contarle la verdad sin la sensación de ser juzgado.

Cuando menos lo esperaba comenzó a cabecear, estaba demasiado agotado, necesitaba dormir así que con pesadez y dificultad se puso de pie y retomó su camino a los dormitorios.

Abrió la puerta principal y una vez estando dentro del sitio la cerró, se dirigió al ascensor, necesitaba llegar a su habitación y tomar una buena siesta pero en su trayecto se encontró con la figura de la última persona que quería ver.

Bakugo: Deku - Lo llamó con un tono ¿Preocupado?.

De inmediato se detuvo en seco, no dijo nada, solamente se quedó parado frente a él como una roca.

Bakugo: Escucha yo... - No esperaba que el peliverde se detuviera y tampoco había pensado en una manera adecuada de expresarse así que simplemente lo escupió sin tapujos - Maldita sea.. ayer por la mañana lucías como la mierda - Se dió un golpe mental - Quiero decir que te veías terrible ¿Qué fue lo que pasó? - Preguntó preocupado.

Izuku quedó completamente confundido después de escuchar al cenizo ¿Acaso estaba jugando con él? ¿Qué estaba pasando? No tenía sentido mostrar un poco de simpatía para después tratarlo como lo hizo esta mañana y sin embargo aquí estaba de nuevo, actuando como si se preocupara.
Pero si realmente le importara jamás habría actuado por despecho ¿Qué le hacía pensar que lo perdonaría después de lo que había hecho? ¿Creyó que todo continuaría con total normalidad? Si pensaba eso entonces no lo conocía para nada.

¡Detente, Kacchan! +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora