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Satoru tiene una linda gatita blanca y la ama muchísimo. Está listo para gastar todo su dinero en esa pequeña criatura; le compra todas las golosinas diferentes que puede encontrar para descubrir cuáles le gustan más, y está constantemente buscando nuevas camas y juguetes elegantes para asegurarse de que la traten como la realeza que es.
Algo que les gusta hacer juntos todo el tiempo es salir a caminar; incluso le compró el collar rosa más lindo con su nombre grabado en el pequeño colgante y un arnés a juego con corazones por todas partes!!
Cuando están en la calle, Satoru la mantiene sobre su hombro en lugar de dejarla caminar sola, pero a ella eso no le molesta en absoluto; en realidad, es todo lo contrario, ya que parece ser uno de sus lugares favoritos para estar incluso cuando están en casa. Todo lo que se necesita es un pequeño maullido y Satoru se inclina, dejándola saltar sobre su espalda y luego a su hombro mientras continúa con lo que sea que estuviera haciendo, y es lo mismo cuando salen también.
Satoru cree que es importante mostrarle los alrededores porque siente que es muy injusto tenerla en el departamento todo el día. Puede decir por la forma en que la gatita mira a su alrededor con grandes ojos curiosos que ella también quiere ver el mundo. Los perros, los pájaros, la gente. Todo es tan interesante, ¿no?
Pero además de las calles concurridas, también les gusta mucho ir al parque. Ahí es donde Satoru se siente lo suficientemente cómodo como para dejarla vagar un poco. Satoru la observa comer pasto como si fuera una pequeña vaca y luego la observa hundirse en el suelo mientras intenta acercarse sigilosamente al pajarito como una bestia salvaje. Él piensa que es increíblemente lindo. Y a veces, después de toda la caza y el banquete, se toman un descanso: Satoru se recuesta en el banco y deja que la gatita se acurruque en su pecho. Puede sentirla ronronear mientras le acaricia la espalda y se siente bien. Se siente bien tener un compañero.
El gato y él han formado un vínculo; parecen entenderse a pesar de hablar idiomas completamente diferentes y ambos buscan cuidados gentiles y amor. La pequeña criatura hace más por Satoru de lo que él podría haber imaginado y solo puede esperar poder hacer lo mismo por ella.
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