Era una tarde tranquila, y el sol se filtraba a través de las grandes ventanas de la librería local, dando un ambiente cálido y acogedor, los candelabros de luces cálidas transmitían una sensación de tranquilidad cómoda que agradaba a cualquier persona. Haruki estaba sentado en una de las mesas cerca de la sección de arte, absorto en un libro sobre técnicas de pintura al óleo, en la mesa del escritorio donde estaba sentado tenía una de sus libretas donde anotaba todo lo que creía que le iba a servir, consejos para mezclar o aclarar tonos. Había comenzado a experimentar con el óleo y le gustaba ir a la biblioteca en busca de información plasmada en los libros, también tenía otra libreta, dónde hacía pequeños bocetos sobre lo que llegaba a su mente durante su lectura y dibujos que puede pasar a lienzo para practicar la técnica.Miyuki estaba a sentada frente a él, revisando una revista de moda y mostrándole a Haruki la ropa que le gustaba mientras hablaba sobre que quería una prenda o conjunto así. De vez en cuando lanzaba una mirada curiosa hacia Haruki, asegurándose de que estuviera cómodo y estando allí por si necesitaba algo, ella sabía que la biblioteca era uno de sus lugares favoritos, y Haruki disfrutaba de la calma que allí se respiraba junto a la compañía de la pelirosa, el albino podía pasar noche y día con la chica en ese lugar sin cansarse, era paz para él.
La puerta fue abierta y un chico de cabellos naranjas y algo puntiagudos entró, su presencia era llamativa, desprendía amabilidad y se notaba a leguas que hacía amigos en cualquier lugar que colocara un pie. El muchacho llamó la atención de Haruki y en silencio lo siguió con la mirada, curioso por saber más acerca de él, pero en medio de los pasillos perdió de vista a la naranjita y le tocó seguir en sus cosas.
Al pasar junto a la mesa donde estaban sentados Haruki y Miyuki, Shoyo, sin querer, tropezó con una pila de libros, haciendo que algunos cayeran al suelo con un fuerte sonido.
Haruki levantó la vista, sorprendido por la manera brusca en la que Miyuki se levantó de su silla. Al mirar al suelo vio los libros esparcidos por el suelo y a su amiga ayudándole a la naranjita a recogerlos con un poco de preocupación.
—No tienes que preocuparte por ayudarme—dijo el chico, agachándose para recoger los libros con una expresión apenada.
Miyuki sonrió amablemente. —No es molestia, se sentía raro verte en el suelo solo recogiéndolos, no pierdo nada ayudándote. ¿Estás bien?
—Sí, sí, gracias —respondió nuevamente, aún avergonzado. Notó que Haruki también lo estaba mirando, pero no dijo nada. Se dio cuenta entonces de que algo era diferente y curioso por saber preguntó—. Ah, lo siento, ¿te asusté?
Haruki no entendió nada porque Shoyo habló muy rápido, así que ladeó su cabeza con duda cuando Shoyo se le quedó viendo.
Miyuki negó con la cabeza con una leve risa y miró a Haruki. — Haruki es sordo, por lo tanto no escuchó el ruido, pero vio que algo sucedió y eso llamó su atención.
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SILENT BOY
FanfictionDonde Hinata se enamora de un chico sordo y le causa curiosidad su forma de ser o donde Haruki comienza a sentirse querido por alguien que no es su mejor amiga.