5. welcome to the team

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📍Madrid, España
🗓 12 enero de 2024

Respiré hondo antes de agacharme a la altura de mi hermano. Nico lloraba desconsoladamente porque no quería entrar al colegio y yo tenía que reunirme con Carlos y su representante, que también resultaba ser su primo, en media hora.

-Cielo, si no me dices qué pasa no te puedo ayudar, ¿por qué no quieres entrar?- dije mientras pasaba mi mano por su rostro retirando algunas lágrimas.

-No quiero, es aburrido y siempre estoy solo en el patio.- dijo entre hipidos y me abrazó con fuerza, se me encogió el corazón al escucharle.- Y me hacen hacer restas, no me gustan las restas. Quiero irme a casa.

-Nico, tienes que ir a clase, tienes que aprender mucho para ser un niño más inteligente de lo que ya eres y mira que eso es mucho decir porque eres el chico más listo que conozco. Hablaré con tu profe, ¿vale?- se separó de mí con un puchero y asintió débilmente.- Luego vendré a por ti y me cuentas qué tal el día, ya verás que va genial.

Laura, su profesora, estaba en la puerta mirando la escena esperando la entrada de Nico. Finalmente, entró cabizbajo, y la chica se acercó a mí.

-Lo siento.- me disculpé.- Es un niño muy introvertido y le cuesta hacer amigos.

-Hay muchos niños así, no hay que disculparse. He intentado haciendo equipos, pero le cuesta mucho hablar con otros. Seguiré intentando que se relacione.- me garantizó.

-Gracias. De verdad, sé lo difícil que puede ser esto, así que lo agradezco.

-Es mi trabajo. Te mantendré informada, Lena.- asentí, devolviéndole la sonrisa que me ofrecía.

Una vez ella entró al aula, yo me fui a paso rápido de allí. Iba a llegar tarde. Espero que Carlos entendiera la causa de mi retraso. Odio llegar tarde.

Me apresuré en llegar lo más rápido posible, pero dependía de los metros. Sabía que llegaría justa, pero los diez minutos de Nico rogándome que no le dejara en el colegio me habían retrasado.

Una señora me miró mal en el metro al no dejar de tamborilear los dedos contra el palo de metal del metro. El anillo de mi padre retumbaba y provocaba un ruido que parecía ser de lo más molesto para la señora de mi lado. Dejé de hacerlo y salí corriendo del metro en cuanto las puertas se abrieron en mi parada.

Subí las escaleras corriendo y llegué al otro lado del andén, dónde tenía que coger el metro que me llevaría a la parada más cercana a la ubicación que el primo de Carlos me había mandado la mañana del día anterior.

Bajé del metro corriendo y subí las escaleras. Tal vez debería volver a salir a correr, me estoy ahogando solo con unas escaleras. Miré mi móvil y, guiada por el Google Maps, llegué a un edificio. Entré sin pensarlo demasiado, ya llegaba casi diez minutos tarde, no podía retrasarme más.

-Buenos días.- me saludó el recepcionista.- ¿Puedo ayudarle?

-Eh, sí. Tengo una cita con el Señor Sainz y el Señor Oñoro.

-Un momento que lo compruebe.- me dijo y se puso a teclear cosas en el ordenador.- ¿Puede darme algún tipo de identificación?

-Sí, claro.- me giré a buscar en mi totebag y saqué mi monedero.- Aquí tiene.- le enseñé mi DNI.

-Perfecto, Señorita Martínez.- me devolvió el DNI.-El señor Sainz le espera en la planta 2, en la puerta 14.- me informó.

-Muchas gracias. Que tenga un buen día.- sonreí antes de ir corriendo al ascensor.

-Igualmente, señorita.

Por suerte, el ascensor estaba ahí y en veinte segundos ya estaba delante de la puerta que me había dicho el recepcionista. Llamé a la puerta con mis nudillos.

Gold rush | Carlos Sainz (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora