27 (final)

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Les recomiendo leer "seasons" de wave to earth que está en el encabezado, para iniciar el cap.
Espero que lo disfruten :)

Jay pensó que no volvería a ver a Park Sunghoon luego de aquella noche en su departamento

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Jay pensó que no volvería a ver a Park Sunghoon luego de aquella noche en su departamento. Creía que el haberlo sacado de una forma tan cruel simbolizaba también sacarlo de su vida.

El triste pintor no lo quería cerca, eso estaba claro.

Y aunque dolía, Jay había comenzado a aceptar el hecho de que sus vidas iban en dos direcciones completamente opuestas.

Por supuesto, cruel como siempre, la vida planeaba un nuevo encuentro entre ambas almas rotas.

Fue mientras Yeonjun le escribía a Beomgyu y Jay diseñaba un nuevo tatuaje para una adinerada clienta, que sonó la campana de la entrada.

No se volteó a mirar. Había perdido la costumbre, pues ya no tenía a nadie a quien esperar.

Se sorprendió cuando, segundos después, escuchó pasos acercándose lentamente. Fue extraño, pues no había escuchado siquiera la voz de la persona que había entrado.

Cuando se giró, su corazón comenzó a latir con rapidez.

Sus ojos, sin esperarlo ni desearlo, se habían encontrado con los de Park Sunghoon.

-Vas a tatuarlo -Murmuró Yeonjun con melancolía.

Él también notaba el cambio de Sunghoon. Él también veía su piel enfermiza, la oscura ropa holgada que tiempo antes le había quedado fenomenal. Él también notaba su mirada baja.

-Yo... -Tartamudeó el pobre Yeonjun. Aquello le resultaba incómodo- Creo que te dejaré trabajar, Jay.

El joven se fue rápidamente y, aunque Sunghoon estaba allí, Jay comenzaba a sentirse muy solo.

-Sé que prometí que no volverías a verme, Jay -Susurró el pintor mientras daba pequeños pasos en dirección a la pared con los dibujos y la frase de Harper Lee-, pero necesito un nuevo tatuaje... Y tú los has hecho todos, y yo no confío en nadie más.

Y aunque aquel no era el momento que muchos habrían considerado indicado, Sunghoon dejó escapar un par de lágrimas.

-¿Por qué lloras, Sunghoon?

Él suspiró.

-El dragón y el unicornio siguen allí -Sollozó mientras miraba el dibujo que había hecho poco antes de dejarlo. A Jay se le encogió el corazón al recordarlo-... Y se aman, Jay. Son felices.

-Y seguirán allí, amándose con felicidad, hasta que tú pierdas todas las esperanzas que aún tienes. Hasta que pierdas todas tus oportunidades.

Jay no pudo saberlo, pero esta simple frase fue el detonante de todo el desastre que siguió.

-Entonces es una lástima que pronto tengan que irse.

EL TATUADOR DE LIBÉLULAS - JAYHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora