Yeonjun, un modelo principiante y de poco nombre.
Soobin, un reconocido diseñador por su vestimenta para mujeres, aunque eso cambia cuando ve a Yeonjun, que empieza a hacer indumentaria para hombes... ¿O solamente para Yeonjun?
• Pareja principal: C...
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—Mamá... ella... bueno...
—¿Te hizo algo?—Preguntó Soobin, acercándose más a Yeonjun, agarrando sus manos mientras le daba leves caricias mientras estaban sentados en el sofá. Ya habían terminado de cenar y recoger todo, y Yeonjun, tras pensarlo en una cena silenciosa, estaba seguro de que se lo debía contar, que se lo quería contar.
—Bueno...—Separó sus manos de las del mayor, dirigiéndolas al borde de su sudadera para quitarla, dejando su piel expuesta, el frío del ambiente haciendo contacto con su piel, con sus moretones.
—Yeonjun...—Soltó, preocupado, echándole un vistazo por todo el cuerpo del rubio para luego mirar sus ojos.—Eso...
Yeonjun asintió con la cabeza, soltando alguna que otra lágrima. A Soobin no le gustaba verlo así, no es el chico que él conoció. Le gustaba verlo feliz, sin ninguna preocupación de por medio.
Agarró la parte trasera de la cabeza del rubio con cuidado, atrayéndolo hacia su hombro, acariciándole el pelo.
—Ya está... Estás conmigo, suelta todo lo que necesites.—Dijo con un tono acaramelado.
—Soobin...—Se pegó más a él, haciendo que el mencionado lo abrazase.
—¿Tu madre te pega?
Yeonjun asintió con la cabeza mientras se separaba del hombro para secar sus lágrimas y poder hablar.
—A mamá no le gusta que esté contigo... Nunca le ha gustado, no debería estar aquí.
—Pero lo estás, no te arrepientas de esto, por favor.
—No lo hago... no lo haré.
—Amor, ¿qué ha pasado estas semanas?
Yeonjun suspiró mentalizándose.—Bien... Ya te he dicho que a mamá no le gusta que esté contigo... con ningún chico en verdad. No en...—se sonrojó un poco—no en un ámbito más...
—¿Amoroso? ¿Romántico?
El rubio asintió, aun entre los brazos de Soobin.
—Esas cosas no le gustan, no le gusta que me guste mi mismo género.—Soobin quería preguntar por la noticia de Sakura, pero sabía que no era el momento, y que tendría que esperar a que él quisiera hablar del tema. Para su suerte, fue lo que vino después.—No sé si te habrás enterado, creo que sí, estaba por todos lados. Miyawaki Sakura, mi supuesta prometida.—Soobin asintió con la cabeza, sin querer interrumpirlo.—Mamá me obliga a casarme con ella. Nuestras madres son amigas desde hace años, y su familia está en una buena posición, beneficios para ella, aunque dice que es para ambos. El día... El día que te llamé, fue por eso mismo. Soobin no quiero que mi madre controle mi vida, estoy harto.
—¿Y los moretones?
—Ella también... No es la primera vez que pasa, luego... te acostumbras.
—Yeonjun... eso no está bien. ¿Has comido bien estos días?