One-shots snowbarry

Novio a la fuga

Narrador omnisciente

Era un día soleado, cálido, pero no demasiado, todo parecía perfecto, ¿Cómo no? Si era primavera, las flores estaban en su mejor época listas y dispuestas para cada ocasión. Sin embargo, este podía ser el día más feliz para algunas personas, pero para otras era solo el comienzo antes de perderlo todo.

Sé que necesitan un poco más de contexto, por lo que aquí lo tienen, Caitlin había estado enamorada de Barry desde el momento en que lo conoció, si bien no se dio cuenta hasta unos meses después, pero no viene al caso, ambos tuvieron uno que otro momento juntos, pero nada que se pudiera malinterpretar en el buen sentido de la palabra. Jamás tuvieron su oportunidad, su momento de ser solamente ellos y cuando sí pudieron, el conoció a alguien más. Iris había llegado a sus vidas un día como cualquier otro, sin saber que su llegada cambiaría el rumbo de las cosas y sí que las cambio, sino porque otra razón se encontraría dentro de un vestido, peinada y maquillada para asistir a la boda de la persona de la cual estaba enamorada. Aun recordaba el día en que anunciaron su compromiso y si aún podía escuchar el sonido de su corazón rompiéndose, y como poco a poco escondía esos trocitos debajo de la alfombra para ir a felicitarlos.

-Me alegro mucho por ustedes, espero que... sean muy felices- el dolor que reflejaban sus ojos se escondía tras una sonrisa y tras aquellas palabras dedicadas a la joven pareja.
-Todo fue inesperado aun no me la creo- dijo Iris con esa voz ilusionada que tenían todas las novias.
-Créeme para todos fue una sorpresa- intento camuflar el sarcasmo de su tono, pero era inevitable, si bien ellos dos estaban juntos jamás hubo indicios de que él quisiera algo más serio con ella.

Los días comenzaron a pasar y el dolor aún seguía ahí, sin poder ignorarlo, vio como el laboratorio se llenaba de cosas sutiles relacionadas con la boda, revistas, centros de mesas, tarjetas para escoger el mejor color para los manteles, todo estaba cambiando y no podía hacer nada para detenerlo, incluso ahora que estaba a punto de ir a la iglesia en donde se casarían, con su mejor actitud, ¿Qué otra cosa podría ser? Nada más que mostrarse como una buena amiga alegre por la boda de su mejor amigo, la persona a quien amaba, esa persona que pensó que sería su final feliz, pero no se pudo, él estaba a tan solo unos minutos de decir "si acepto" y alejarse definitivamente de ella, romper y deshacerse de los pocos e inexistentes momentos que habían tenido, todo eso de derrumbaría con dos palabras.

-Oigo tus pensamientos desde donde estoy- Cisco se acercaba con una sonrisa triste.
-Y llego el día- dijo Caitlin con pesar.
-Aun estas a tiempo- señalo, lo miro extrañada como si lo que acabara de decir generara alguna diferencia.
- ¿A tiempo de qué?
-Impedir la boda ¿Qué más?
- ¿De que estas hablando? – la castaña lo cuestiono confundida por lo que acababa de escuchar.
-Te mueres de ganas por ir a buscarlo- dijo el pelinegro señalando lo obvio.
-Cisco se va a casar, está a tan solo unos minutos de casarse con la persona que el eligió, no romperé un matrimonio.
-Cait, él no la ama, él quiere creer eso, pero no es así. La única razón por la que le pidió matrimonio fue porque lo vio en ese estúpido periódico del futuro, pero aún no hay nada escrito ellos no son el uno para el otro y él lo sabe solo... cree que hace lo correcto.
-Sí y me destroza el alma en el proceso- dijo con pesar.
-Cait ¿Qué más puedes perder? Quiero decir tu final de cuento de hadas se está yendo cuesta abajo, pero ¿y si existiera la mínima posibilidad, de que el aun a minutos de decir acepto se retracte y se quede contigo?
-Eso sería ser egoísta- susurro.
-Y eso que, se egoísta te lo mereces, durante meses los viste planear todo, opinabas sobre los manteles, los arreglos, fuiste madura y lo aceptaste ahora, tienes una última oportunidad de decirle que lo amas y pelear por tu final feliz, ¿Qué es mejor confesar y pedir perdón luego o verlos día a día siendo marido y mujer? – el pelinegro intentaba ser objetivo y lo más claro posible, pero si no se decidía pronto en hacer algo, la colocaría en su hombro y la llevaría allí incluso en contra de su voluntad solamente para decir "yo me opongo"
- ¿Por qué llegaría tan lejos si no se quiere casar con ella?
-Porque es el, ¿Cuándo lo has visto ponerse primero en una situación? Es demasiado bueno incluso como para romper las ilusiones de ella, se dejó llevar por todo eso del periódico del futuro, pero eso es un posible futuro es solamente una línea de tiempo que podría o no pasar o podría ser de este universo o no, él es tu destino, él es tu final feliz y estas dejando que se te escape.
- ¿Y qué quieres, que vaya y grite en medio de esa iglesia llena de amigos y familiares que me opongo a ese matrimonio? tú ves lo bonito de todo esto que puedo ser feliz junto a él, pero y si pasa al revés, ¿Qué pasa si él no me ama? Qué pasa si luego de que haga eso ya no quiera ser mi amigo, no lo puedo perder, el... carajo me importa más de lo que quiero creer. No lo puedo perder.
-No lo vas a perder, confía en mí. Él te ama, veo su mirada cada vez que estas junto a él, veo cómo te escucha, como te cuida y sobretodo vi la duda desde el primer momento en el que anuncio su compromiso, amiga te lo digo de todo corazón es ahora o nunca, arriésgate y si todo sale mal el tiempo lo curara y si sale bien pues invítame un trago porque abre sido el encargado de creado el mejor ship de la historia.
-No puedo creer que me esté dejando convencer por ti.
- ¿Y por quien más te dejarías convencer? - la sonrisa en la cara de Cisco era autentica, era de felicidad pura.
-Vamos antes de que me arrepienta- tomaron las llaves del auto y salieron con prisa, cuando llegaron al estacionamiento él se puso en el asiento del conductor.
-Si quieres puedo abrir una brecha para llegar más rápido.
-Le quita el dramatismo, si voy a interrumpir esta boda será con todas las de la ley, arranca abuela.