DADDY N'BABY - Chuuzai

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–Aló –respondió su celular– mooooo que malo eres –dijo en un berrinche– será que ya no me quieres ni un poquito –hizo un puchero

–Dazai-san actúa extraño

–Ha de estar hablando con su novio –contestó un chico pelirrojo llamado Junichirou

–Entonces te veo a las tres, bye bye –colgó

–¿Era su novio?

–Shi

–¿Se pelearon? –siguió preguntando Atsushi

–Do

–¿Está enfermo? Está hablando extraño

–Es el amor Atsushi-kun –se fue a atender las mesas

Dazai un joven de 19 años trabajaba en un restaurante de comida rápida. Él era mesero en dicho lugar, trabajaba al lado de unos viejos conocidos. Todos eran estudiantes pero laboraban a tiempo parcial en ese lugar. El hedor a grasa combinado con dulce picaba la nariz, pero a Dazai no parecía molestarle.

Justo a las tres de la tarde un hombre con traje negro llegó a dicho restaurante. Se sentó en un banco que había colocado en la barra que daba vista por un ventanal. El hombre llamó al mesero para ser atendido.

–Llegaste a tiempo –sonrió Dazai

–Tú eres el único que llega tarde cuando nos reunimos

–Jeje estoy a punto de terminar mi turno –le dejó una hamburguesa con patatas fritas en su lugar y se fue

El hombre miró el platillo no muy convencido. Por lo regular sus comidas consistían en platillos que cuestan un ojo de la cara (casi literalmente) por lo regular degustaba un buen vino, carne de res, queso exquisito, frutas exóticas, langosta y otros mariscos etc. así que comer una simple hamburguesa, para él era todo un caos. Está comprobado que esa comida sosa y grasosa hace engordar a las masas y él cuidaba mucho su figura, se ejercitaba a diario y entrenaba para mantenerse en forma, después de todo su trabajo lo ameritaba.

Una anciana se sentó a su lado y le dio un saludo cortés. Pobre, si supiera que el hombre sentado junto a ella era el mismísimo jefe de la port mafia, le habría dado un infarto. Era el temible y despiadado Nakahara Chuuya, un joven talentoso de tan solo 22 años de edad quien por alguna extraña razón había logrado intimar con alguien como Dazai.

No muy convencido comía sus papas con algo de salsa. Odiaba el trabajo de su novio, pero aunque muchas veces le propuso que dejara de trabajar siempre era rechazado, así que no insistiría más.

Mientras comía comenzó a recordar cómo era salir con Dazai. No estaba muy seguro de cómo pero ambos tenían cierta torcedura...

Estaban en un centro comercial. Chuuya era multimillonario así que le cumplía cualquier capricho a su precioso bebé.

–Mooo Chuuya ese me gutó –sonrió tierno. Dazai señalaba un tierno peluche de cangrejo. Chuuya sin pensarlo mucho se lo compró

–Daddy hay que ir a la noria –habló como un niño pequeño. Ambos subieron a la rueda de la fortuna y disfrutaron del paseo

–Chuu-chan quiero comer –suplicó con ojos de cachorro. Chuuya compró todo un restaurante con tal de disfrutar algo de privacidad al lado de su preciado Dazai

Amaba tanto a Dazai que haría lo que fuera con tal de verlo sonreír. Solamente le disgustaba la idea acerca del suicidio que tenía el menor (tan solo por unos años de diferencia).

A cualquiera le daría cringe su relación, pero a alguien como él, le importaba un bledo lo que otros dijeran sobre su persona. Sólo sabía que si alguien le tocaba un solo pelo a Dazai lo pagaría con su vida. Un aura siniestra surgió debido a ese pensamiento.

ONE SHOTS - SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora