Capitulo nueve

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El día parece ir mejor, aunque Manjiro está tenso no deja de mirar de reojo a Draken.

El Beta no sabe que hizo que su amigo lo mire de esa forma, esa mirada de desconfianza —¿Pasa algo?— pregunta

Manjiro reprime el gruñido que suelta el alfa, Mikey está furioso, siente un fuerte dolor de cabeza, pero el tiene el control, los supresores lo ayudan a dominar a su alfa —Kenchin, ¿Alguien te gusta?— pregunta Manjiro

Draken se detiene en seco para mirarlo con sorpresa —¿Por qué preguntas?

Manjiro piensa en decirle, pero mejor calla —Solo curiosidad, ya vez todo esto del alfa y el omega, siento curiosidad — responde quitando importancia pero aún así no convence a Draken

Retoman su caminata, tienen una reunión en el santuario y no quieren llegar más tarde de lo previsto, pero el olor a Taiyaki llega a Manjiro algo agrio, su pecho se oprime y cambia de dirección.

🌸🌸🌸

Takemichi tiembla a causa de los goles pero no se rinde, al ser un destinado las feromonas de sumisión de los alfas no le afectan más alla de la repulsión que siente.

Kiyomizu era un alfa repulsivo, suele acosar omegas y cuando estos lo rechazan utiliza sus feromonas para someterlos, Takuya fue el siguiente objetivo, la intención era atacarlo solo, pero al ver al Hanagaki con el sonrió relambio sus labios al pensar en premio doble.

Las feromonas hicieron efecto en Takuya quien comenzó a temblar de miedo antes de mostrar sumisión, en cuanto al Hanagaki la repulsión llegó a su rostro y vomito por el olor.

Kiyomizu frunció el ceño en disgusto, ofendido por la reacción del ojiazul, se acercó a el pero antes de tocarlo Takemichi golpeó su mano —No me toques— gruño mostrando hostilidad

La sonrisa del alfa se ensanchó por primera vez que sus feromonas no funcionan en un omega —Pero mira que tenemos aqui— dice complacido

Takuya no puede ponerse en pie su cuerpo tiembla de rodillas ante el alfa mostrando su cuello, llora de impotencia, Takemichi aprieta sus puños si bien no siente deseo de inclinarse si siente repulsión, toma aire antes de dar un cabezazo, el alfa gruñe ante el dolor da dos pasos atrás sintiendo la sangre salir de su boca.

Escupe al darse cuenta que el golpe le rompió el labio, siente una excitación inexplicable ante un omega que se defiende —El gatito sacó sus uñas— gruñe da una patada en el abdomen de Takemichi que lo pone de rodillas

Kiyomizu toma su cabello —Asi deben estar los de tu clase — gruñe

Los ojos azules muestran miedo, las lágrimas caen de sus ojos ante el dolor del golpe y la forma en que estira su cabello, el aire de su cuerpo salió con esa patada así que su respiración es errática.

Kiyomizu está complacido ante lo apacible que se volvió Takemichi, acaricia su cara recibiendo una mordida, los ojos demuestran la furia que siente y la repulsión del tacto, el alfa lo golpea con fuerza

Takemichi pelea con dificultad la diferencia es demasiada, pero Kiyomizu está complacido, está excitado ante la pelea que da el omega.

El ojo de Takemichi está hinchado, su labio roto, se encuentra en el suelo con el alfa sobre el, suelta patadas, mordidas pero está cansado, el alfa solo ha estado jugando con el.

Entonces se escucha un gruñido tan fuerte que el alfa tiembla, antes de volar unos metros, Manjiro se encuentra ahí Takemichi sonríe soltando el aire de su cuerpo.

Draken mira al joven omega que está arrodillado y después al destinado de su amigo que está en el suelo todo golpeado.

Manjiro no se contiene y golpea el rostro de Kiyomizu una y otra vez hasta que queda inconsciente después de tres golpes.

—Tan poco duro— se queja el rubio para ver a los omegas

—¿Te encuentras bien ?— pregunta el alfa

Takuya saca el aire contenido para asentir al  ver a su amigo —Takemichi ¿Estás bien?— pregunta preocupado por los golpes que tiene el omega que ahora que la adrenalina pasó llora en silencio

Draken se quita el abrigo para colocarlo en sus hombros y el olor del mayor lo hace sentirse seguro de alguna forma.

Manjiro lo ve incómodo —¿Te encuentras bien?— pregunta Manjiro, y el ojiazul asiente —Gracias — murmura abrazando más el abrigo

Draken se da cuenta de la molestia en el Sano, pero no dice nada.

Manjiro escucha al alfa gruñir y araña en su mente pero lo ignora, así como ignora la punzada de celos que siente por lo cercano que se ven Draken y Takemichi.

—¿Te acompaño a casa?— pregunta de forma forzada Manjiro lo que hace sentir incómodo al Hanagaki quien niega con su cabeza —No hay necesidad Sano San

El olor de repente se hizo agrio, Takemichi frunce la nariz en molestia al igual que Takuya quien está incómodo y no sabe que está pasando.

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⏰ Última actualización: Aug 25 ⏰

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La historia de un Alfa llamado MikeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora