Find me

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El calor abrasivo de la arena bajo su piel lo despertó, la sequedad del aire ardía en su nariz, estaba en mitad del desierto sin saber como había llegado a ese lugar.

Zhongli se puso de pie, la planta de sus pies descalzos se quemaban con la arena.

¿Porqué estaba ahí?
¿Cómo había llegado?

La insolación le estaba afectando, su cuerpo se tambaleaba y su cabeza daba vueltas, no podría avanzar porque comenzaba a delirar.

El sonido de voces desconocidas se escuchaban a lo lejos, varios hombres encima de sus animales de carga se acercaban a Zhongli, el hombre se mantenía en pie con dificultad, luchando contra la gravedad, necesitado de agua.

Un hombre cubierto con un turbante y una túnica de colores oscuros se acercó a él y lo sostuvo antes de caer, lo llevó sostenido de sus hombros hasta el animal de carga, otro hombre con vestimentas similares destapó su cantimplora y mojó la cabeza de Zhongli y le dio de beber.

— ¿Qué haces aquí hombre?, esta no es ropa para el desierto. — el hombre ayudó a Zhongli a quitarse la chaqueta.

No tengo idea de donde estoy.

— En mitad del desierto, al sur del oasis de Vourukasha.

— ¿Qué? — Zhongli no alcanzó a preguntar más, su cuerpo no soportó el golpe de calor y perdió la conciencia en el agarre del hombre que lo auxiliaba.

...

El sonido de un gota que cae en perfecto compás de una melodía acuática, su brazo conectado a una aguja y un suero que cuelga de un sostenedor metálico, estaba sin duda alguna en un hospital.

¿Qué había sucedido?
¿Porqué estaba en Sumeru?

Abrió sus ojos adecuandolos a la luz de la habitación, más allá de donde estaba acostado se observaba un sofá verde, una joven de cabellos rosados dormía en el.

— ¿Charlotte? — Zhongli trató de enfocar su vista pero aún no se acostumbraba a la luz.

Charlotte se despertó al escuchar el movimiento de la cama donde estaba Zhongli, restregó sus ojos para quitarse el sueño y volvió su mirada a él.

Juro que me dormí solo media hora. — bromeó Charlotte.

— ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estamos?

— Estamos en uno de los hospitales de Sumeru, te encontraron insolado en medio del desierto hace unos días.

— ¿Días? ¿Cuánto tiempo llevo aquí?

— Cuatro días, nosotras llegamos el segundo día, los hombres que te encontraron te trajeron hasta aquí y llamaron a los números de tu teléfono más usados, entonces llamaron a Hu tao.

— ¿Sabes porque vine a Sumeru?

— No tengo idea, Hu tao dice que una noche la llamaste y le dijiste que viajarías, que regresarías en cinco días pero no le diste más explicaciones.

Zhongli se llevó una mano a su cabeza, no recordaba nada antes de aparecer en el desierto, ni la llamada a Hu tao, ni su decisión de viajar a Sumeru.

Todo lo que había en su cabeza eran mezclas inexactas de recuerdos que carecían de forma.

Unos días más los médicos mantuvieron a Zhongli en observación, luego de exámenes y revisiones que comprobaban que su estado de salud estaba fuera de peligro fue dado de alta y al día siguiente viajó de regreso a Liyue junto a Hu tao y Charlotte.

She, He, Venti..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora