¿Quién sabe que horario es ahora mismo?, solo podemos saber que entra el sol por una ventana y caía en la cara de nuestro protagonista con vendas en el cuerpo, pero tantas. Ahora él se despierta poco a poco, solo para ver que estaba en una camilla de hospital, en una sala vacía
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Daniel: ugh... daría un quejido de molestia mientras se sentaba y ponía firme su postura. Luego miraría hacia abajo, viendo que solo tenía un bóxer blanco junto toda la bata de pacienteal menos no estoy desnudo...
El albino saldría de la cama y caer en patas, apreciando su estado: vendas, cicatrices leves y una puntada pequeña. La puerta del lugar se abriría y se mostraría a una enfermera que quedaría en shock por ver al chico parado
Enfermera: ¡de-deberías estar en cama! Diría sorprendida, acercándose sin ir tan rápido para luego agarrarlo suavemente de los hombrosno puedes irte estas... mirando el estado del chico ¿sanado...?
La enfermera quedaría mirando el cuerpo del chica y la bata era algo pequeña para él, al igual que su ropa interior o era su imaginación. Su distracción es interrumpida por un llamado más grave
Doctor: ¡oiga! entrando el doctor mientras ve a su compañera caer en el cuerpo del chico¿Qué dijimos?
Enfermera: alejándose de danique no debo verlo así, otra vez agachando la cabeza
Daniel: ¿otra vez?
Doctor: mis más sinceras disculpas, nuestra enfermera parece que tiene un apego por usted mirándola de reojo, como ella estaba apenada, luego mira a nuestro protagonistaen fin, puedo ver que se siente mejor
Daniel: me siento listo para irme de una vez, tengo que hacer algunas cosas importantes mirando al doctor
Doctor: está bien, su ropa está a la izquierda retirándose así nada más
Daniel: (raro) se acerca a un bolso con su ropa de trabajo lavada, era lo único que tenía para usar y lo primero que hace es quitar la bata hacia un lado de delicada que era. Aunque antes de todo, se voltea a la izquierda¿necesitas algo?
Enfermera: se había quedado viendo, era un mujer de 29 años con un traje rosa, pechos medianamente grandes, caderas leves y trasero de la misma proporción de las caderas. Tenía un alto sonrojo y luego reacciona ¡ah! Y-yo
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