One more (Steter)

Capítulo 2

Verse obligado a tomarse una pausa tan larga le estaba quemando los nervios por dentro. Stiles llevaba dos meses sin hacer nada, ya que su magnífica manada había decidido hacer patrullas nocturnas por los sitios potencialmente peligrosos. Eso le quitaba cualquier oportunidad de matar en el pueblo, la primera gota de sangre que saliera de su nueva víctima sería detectada al segundo por el olfato de sus lobos. Así que no le quedó otra que dejar pasar un montón de oportunidades que sabía que no volverían.

Por otro lado, Peter había incrementado su vigilancia encima del chico, sabía lo que el síndrome de abstinencia podría provocar. Y el del humano sería mucho más grave que el de un yonqui. Había comenzado a estar más irascible, contestándole mal a los lobos y dejando su verdadera personalidad a la vista en algunas ocasiones. Por eso mismo había decidido mover ficha, necesitaba darle la oportunidad a Stiles de desfogarse, y al mismo tiempo, tenía muchas ganas de verlo en plena acción.

- Chicos, con Stiles y conmigo no contéis en los próximos días, tenemos que ir a hablar con un druida sobre la chispa.- Dijo Peter apoyando su mano en el hombro de este. Vio a Derek y a Scott levantarse para acompañarlos, pero Peter chascó la lengua.- No podéis venir, sois los Alpha, tardaremos dos días, a lo sumo tres.- Aseguró el lobo tirando de este.

Stiles no dudó en seguirle, no tenía ni idea que rondaba la cabeza del lobo, pero cualquier cosa que le permitiera darse un respiro sería bienvenida. Cuando se subió a la camioneta de este, se relajó, aunque esa impaciencia no lo abandonara. Ninguno de los dos hablaron hasta que estuvieron a varios kilómetros lejos del pueblo, no querían que oídos indiscretos escucharan cualquiera de las cosas.

- ¿Quieres despertar mi chispa?- preguntó Stiles mientras bajaba la ventanilla y apoyaba ahí su brazo, inclinando la cabeza para que el aire le diera en la cara.

- No, ni siquiera vamos a ver a un druida.- Dijo divertido, relajándose completamente en el asiento del conductor.- Estás a punto de explotar, no quiero que te hagan nada, así que vamos a desfogar esa oscura parte de ti.- Stiles lo miró sorprendido, ocultando una sonrisa volviendo a desviar su mirada al paisaje.

- ¿Y dónde vamos?- Preguntó emocionado, aunque no pudiera ser él mismo en su totalidad, podría ocultar una temporada más ese malestar en el fondo de su cabeza y pecho.

- A las vegas cariño.- El humano se rio mientras cerraba los ojos, ahora tenía la certeza de que había escogido bien a su aliado.

La llegada a la ciudad que nunca duerme, fue entrada la noche, pero como su nombre indicaba, a las tres de la mañana las calles estaban abarrotadas de gente que entraban y salían de los hoteles y casinos. Peter aparcó en el subterráneo de uno de los hoteles, guio al chico hasta la recepción e hicieron check in. Stiles miró maravillado las miles de oportunidades que pasaban por delante, desde turistas que habían llegado solos a esa ciudad, a personas que ejercen la prostitución o trabajadores agotados de sus jornadas eternas. Personas que no llamarían la atención al principio, y que le daba tiempo a huir después de desahogarse. Antes de que pudiera encontrar un objetivo Peter lo arrastró hasta el ascensor para ir a la habitación.

- Sé que estás deseándolo, pero quiero proponerte una cosa, que creo que te gustara.- Esas palabras despertaron una curiosidad insana en él, y contando que estaba esperando a estar solos, debía ser sobre lo que había venido hacer.

Al entrar en la habitación se dejó caer en la cama, escuchando como el lobo caminaba por la habitación hasta sentarse en algún sitio. Stiles también lo hizo, viendo como el lobo tenía la mirada perdida en la ventana, como si estuviera reflexionando sobre algo, el humano comenzó a mover los dedos nerviosos contra su pierna.

- ¿Todos han sido humanos hasta el momento?- Preguntó centrando toda su atención en el chico, este asintió con suavidad comenzando a entender por dónde quería ir este.- ¿Te gustaría probar con un lobo?- Preguntó notando como Stiles se inclinaba ligeramente hacia delante, con el fuego en su mirada.- Poder cortar y ver como sana, una vez tras otra.- El chico mordió su labio asintiendo con suavidad, emocionado con experimentar eso.