Epílogo

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Cuando entró en el loft todos se quedaron congelados, pero simplemente enseñó sus manos y se vació los bolsillos bajo la atenta mirada de todos. Derek fue el que dio el paso de acercarse, con las garras extendidas. Se mantuvo quieto sin miedo a que este le hiciera, sabía que su forma de pensar no permitiría hacerle nada, sobre todo si estaba la opción de entregarle.

- Vengo hablar.- Dijo Stiles notando como Derek le ataba las manos a su espalda.- Venga ya Derek, creo que he demostrado que no hace falta esto, si quisiera matarte, ya lo estarías.- Dijo Stiles mirando a Scott, este desvió la mirada a Derek mirándolo obvio, estaba claro que lo que había dicho era cierto. Derek gruñó cortando la cuerda y volviéndose a sentar.

- Siéntate y habla.- Dijo señalando el sofá, Stiles se movió lentamente hasta allí y se dejó caer tapándose la cara.

- Me habéis quitado lo único que había querido en estos años. Lo único que me hacía sentir normal.- Susurró sin mirarlos, acariciando su cuello para aliviar la presión.- Aceptaré cualquier castigo que veaís correcto, no quiero seguir matando si no voy a poder alimentar mi oscuridad.- Confesó mirándolos con los ojos llenos de lágrimas.

Todos se miraron entre ellos, sin saber qué tan ciertas podían ser las palabras. El único que estaba seguro de que lo dicho era cierto era Scott, conocía a Stiles y sabía que esas lágrimas eran ciertas. Por eso le pidió a Stiles que se metiera en la cocina y les dejara hablar. Stiles asintió y se metió en la cocina, apoyándose en la encimera, suspiró mirando hacia fuera, notando como únicamente Scott parecía estar de su lado. Pero eso le daba igual. Solo necesitaba que estuvieran distraídos y confiaran un poquito en él. Sacó unas frutas y empezó a hacer zumo con ellas. Cuando estuvo listo metió la mano en su boca y sacó una bolsita con acónito y serval de entre sus dientes. Los vertió en la jarra y removió todo para que no se viera y no oliera. Agarró los vasos necesarios y salió al salón, cortando la conversación. Les sonrío a todos dejando el zumo en medio de la mesa.

- Mi ofrenda de paz, y mi prueba de que voy en serio.- Todos miraron con desconfianza lo que había dejado encima de la mesa.- Venga ya, no he podido hacerlo con nada humano, son frutas de la nevera de Derek.- Dijo Stiles mirándolos tristes. Scott le sonrió tenso y repartió los vasos y el zumo.- Gracias.- Susurró dándole un sorbo al vaso. Vio como todos lo probaban y asentían con una sonrisa suave, totalmente encantados con el zumo y de volver a comer algo hecho por el humano.- ¿Y cuál es el veredicto? ¿Cadena perpetua o pena de muerte?- Preguntó intentando hacer una broma.

- Te entregaremos a tu padre, con todas las pruebas, dejaremos que un juez de verdad te dé la mejor condena para tus actos.- Contestó Derek acabándose el zumo, Stiles suspiró jugando con sus pulgares, solo debería esperar los veinte minutos que el acónito empezara hacer efecto.

- Si es lo que veis adecuado en esta situación, lo aceptaré.- Asintió dejándose caer contra la silla, sintiendo él los efectos del poco acónito que había ingerido.

Prefirió quedarse en silencio viendo como estos seguían discutiendo de quién y cómo debían llevarle a comisaría. Todos concordaron que el sheriff no se lo creería, y le costaría reconocer la culpabilidad de este, incluso con las pruebas encima de su mano. Stiles no les llevó la contraria, pasaría eso exactamente. Eso sí llegaba a la comisaría.

El primero en comenzar a sentirse mal fue Isaac, este se levantó y se encerró en el baño. Nadie le dio importancia, Stiles se rio sacando una pastilla de uno de sus bolsillos y tomándola, para que los síntomas del envenenamiento se neutralizaran. El siguiente en levantarse fue Jackson, que se disculpó subiendo a la planta superior. Solo le quedaban cinco, así que cruzó los brazos, notando la palidez de las dos mujeres. Como Lydia se levantaba y salía a tomar el aire a la terraza. Derek miró extrañado a los demás miembros de la mesa, antes de desviarla a dónde estaban los otros miembros. La palidez en la cara de Ethan era preocupante, y fue lo que hizo que Derek se alertara. Se levantó mirándolo con rabia, pero sus piernas le fallaron volviendo a caer en la silla.

- No lo intentes, os he envenenado con acónito y serval.- Dijo levantándose y yendo hasta la cocina para rescatar un cuchillo.

Lo giró en su mano acercándose al Alpha, miró a su mejor amigo que estaba tumbado encima de la mesa, con la mirada llena de miedo, pero incapaz de enderezarse. Quiso sentir pena por él, pero no pudo. No sentía nada por ellos, apoyó sus manos en los hombros de Derek, que parecía estar luchando contra el veneno. Suspiró apoyando el cuchillo en el cuello del lobo, escuchando un golpe seco, desvió su mirada al lado izquierdo de la mesa, dónde Malia había caído al suelo y estaba convulsionando.

- No debiste matarlo.- Susurró devolviéndola a Derek, este tragó saliva sintiendo como el cuchillo empezaba a cortar su piel.- Era lo único real que tenía, mi futuro, y tú me lo has quitado, así que no vas a tener futuro.- Susurró divertido, haciendo un corte profundo, notando como la sangre caliente del lobo bañaba su mano. Siguió cortando hasta que el cuchillo chocó con la columna, así que lo sacó dejando al lobo desangrándose ahí.

Suspiró haciendo un rodeo de inspección, asegurándose que todos los demás estuvieran muertos. Cuando eso estuvo comprobado, dejó el cuchillo en las manos de Derek y con el dedo manchado de sangre escribió un mensaje para la policía en la mesa. Se limpió las manos en la cocina y bajó al jeep, arrancando para salir de allí. Cuando cruzó el cartel de Beacon Hill llamó a la policía, agudizando un poco la voz denunció el crimen y colgó tirando el teléfono por la ventanilla. Ahora empezaba su nueva vida, no era como la había imaginado, le faltaría una parte importante. Pero pensaba ser él mismo lo que le quedaba de vida.

* * *

La policía entró tirando la puerta abajo, Noah encabezó la expedición. Al encontrarse con la imagen del salón tuvo que retener una arcada. Todos los amigos de su hijo estaban muertos, Derek parecía haberse llevado toda la saña del asesino. La científica no tardó en llegar, dejando a Noah unos segundos para pensar, ahora sabía que algo estaba acechando a su hijo.

Había descubierto el cuerpo de Peter el día anterior, y ahora a toda la manada muerta. Estaba seguro de que quien fuera que haya hecho eso estaba persiguiendo a Stiles, y había muchos números de que ya lo hubiera encontrado. Intentó llamarlo, pero únicamente le salió la grabación del buzón de voz.

- Sheriff deberías ver esto.- Dijo uno de los agentes. Noah se acercó allí y miró la mesa, dónde estaban haciendo fotos al mensaje que ahí había.

"El asesino del crucifijo se despide de Beacon Hills. Estas son las consecuencias de investigar algo que no debe ser investigado"

Noah negó cerrando los ojos, no quería creer que ese monstruo tuviera a su hijo. Pero sabía que si ese era el caso, debía dar Stiles por muerto.

- Jefe.- Dijo otro consiguiendo que centrara su atención en otro agente, se acercó y miró las carpetas que este le enseñaba.

En ellas había la transcripción de una conversación junto a un pendrive. Detrás de los papeles había unas fotos de Stiles saliendo de un trastero y otras, que parecían capturas de un video, dónde salía Stiles atacando a Scott. Con un nudo en la garganta empezó a leer la transcripción, dándose cuenta de que era una conversación entre Derek y Stiles, dónde el humano le confesaba lo que había hecho. Noah negó llevándose las carpetas, dando una barrida con la mirada para asegurarse de que no hubiera nada más de su hijo ahí. Podía esconder eso, sí el asesino del crucifijo no iba a volver, nadie tenía por que saber su identidad.

- ¿Qué has hecho Stiles?- Murmuró leyendo atentamente la transcripción, negó con suavidad e intentó llamarlo otra vez, pero de nuevo únicamente salió el buzón de voz.

La carpeta quedó oculta en el fondo de un cajón, y ni siquiera cuando empezaron a salir en las noticias los casos de gente asesinada en diferentes estados Noah la sacó. Podía pensar que su hijo era un monstruo, pero era su hijo y lo protegería.



* F I N A L *

One more (Steter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora