La tentación de los Walker

CAPITULO 16

LENA

ha pasado ya una semana desde que los hermanos de ojos grises vinieron a la casa, esta semana ha sido muy tranquila y sin ningún inconveniente, desde que Damian duerme conmigo las pesadillas desaparecen y aunque a veces me siento perdido en la oscuridad, busco la luz, a Damian que es la luz de mi vida

esta semana es mi semana de ovulacion y si soy sincera he tenido miles de fantasias, la casa huele a los Walker y eso no hace mas que incitarme, hope siempre esta mi lado y creo que el también siente la calentura ya que en momentos muy cachondos se aleja de mi dandome privacidad, es solo que no encuentro mis vibradores y me estoy volviendo loca pensando en donde los deje

tomo una ducha con agua fría tratando de quitarme la calentura que tengo últimamente, los dedos ya no me causan nada y cada vez es mas insoportable, ya no se si es la ovulacion o es el olor de esos dos hombres merodeando en el aire

salgo y me pongo mi corto vestido de pijama, damian me espera en la cama pero este ya esta dormido

sonrió viendo a la luz de mi vida descansar y me acuesto a su lado despejando el cabello de su rostro

pronto el sueño me vence y caigo rendida al lado de mi hijo perdiéndome en mi mundo

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me levanto al escuchar un estruendo en el piso de abajo, asustada aunque se que hay cien hombres vigilando la casa decido levantarme y bajar las escaleras

al llegar a la sala paso hacia la cocina de donde se escuchan los ruidos, al entrar veo a Lucas mirando la nevera y a Alexander pegado de la botella de coñac, ambos están despeinados y con ropa inusual, ellos siempre han sido de trajes y camisas, ahora ambos están vestidos igual con unas botas negras trenzadas, pantalones estilo militar y camiseta sencilla negra, estos hombres hasta en harapos de verían sexys

ambos dirigen su mirada hacia mi y enserio necesitaba hablar con ellos por que necesito algunas cosas personales que no me había motivado a pedir a pesar que dejaron sus números de teléfono en caso de alguna necesidad o emergencia

- hola - me dicen ambos al unisono

- hola, estaba esperando que vinieran -les digo jugando con mis manos en vestido de pijama - necesitaba pedirles - algo la vergüenza hace que se me enrojezcan las mejillas y peor aun al sentir ambas miradas tan fijas sobre mi

- nos pudiste haber llamado - dice Alex tomando de nuevo directamente de la boca de la botella

-¿que necesitas? pasamos a ver como estaban pero vamos de salida - dice Lucas haciendo que me apresure

- es que... - pienso en si decirles o no - antes de viajar para acá no me dejaron recoger mi equipaje en miami y con lo que tenia en New York era solo para un par de días - les digo a pesar de que no me gusta pedirle nada a nadie - no les pido ropa, solo necesito bragas - digo con la cara completamente roja por la vergüenza

- mandaremos a traer ropa para Damián y para ti, pudiste habernos dicho antes - dice Alexander apoyando los brazos en la barra de la cocina

- no es necesario, solo necesito...

- no esta a discusión - dice lucas y me callo, no tengo derecho a decir nada ya que ellos son los que pagaran por que no tengo ni un dolar partido a la mitad

el olor a la colonia de ambos inundan mis fosas nasales alborotando mis ganas de sexo, definitivamente estos dos son la misma tentación personificada, son aquel fruto prohibido que ni siquiera puedo pensar en probar por que los hermanos walker solo significan una cosa para mi