1 0 M I N U T O S

3. L A O S C U R I D A D

Etapa 1 superada. Enhorabuena.

Como premio por haber superado la etapa, puedes escoger una recompensa del menú que se muestra en pantalla.

—Genial... —Pensé, viendo cómo se desplegaba una lista de cosas que podía reclamar con supuestamente pulsarlas.

Había una amplia variedad de opciones. Podía pedir agua o comida, pero no iba a malgastar mi premio en algo que ya sabía cómo conseguir por mi cuenta. Necesitaba algo útil de verdad... Eso sí, tenía que decidir rápido, porque el monstruo no estaba esperando por mí, y literalmente no sabía cómo salir de aquella situación.

—Veamos... ¿Una linterna? Bah, no me hace falta... ¡Oh! ¡Hay una especie de gancho! Podría usarlo, si estuviera en una ciudad... ¡¿Puedo pedir una maldita metralleta (o como se llame el arma esa de fuego)?! ¡¿Para qué, si ese monstruo resistiría las balas?! T-También hay una katana disponible... ¡¡Agh!! ¡Escoge algo ya!

Al final, opté por lo más cómo y versátil: una compacta mochila negra donde podría guardar cosas importantes, u otros objetos de la lista de recompensas en un futuro (Dios quiera).

Todo fue rarísimo. En cuanto presioné la mochila en la pantalla, comencé a escuchar algo tras el campo de trigo de mi izquierda. Entonces, un señor de unos 70 años apareció tras los cultivos, con la mochila en sus brazos. Me dio un susto tan grande que casi me caigo al suelo.

—¡¡UAHHHHHHHH!! —Exclamé, confundido. —¡¿P-PERO QUÉ CO-...?!

—Aquí tiene su recompensa reclamada desde el Heizer. Gracias, hasta luego.

Con una genuina sonrisa agradable en su cara, depositó en el suelo la mochila, y volvió a meterse en el interior de los cultivos.

—¡E-Espere! —Grité, extendiendo la mano, aunque no me hizo caso.

Corrí detrás de él hasta el trigal, pero fue inútil, es como si hubiera desaparecido. Daba igual, no me iba a poner a buscarlo ahora, no tenía tiempo para eso. Ya eran las 11:21, y el corazón se me iba a salir del pecho de los nervios. Pero más nervioso todavía me puse cuando... se hizo de noche. Sí, literalmente el sol, que salía desde el Este y estaba cerca de alcanzar la cumbre el cielo, comenzó a descender hacia el Oeste a una velocidad de vértigo, dejando una breve estela de luz a su paso, que no tardó en desaparecer, dando paso a una oscura noche estrellada.

—T-Tienes que estar de coña... —Pensé, recogiendo mi nueva mochila del suelo, y arrepintiéndome a más no poder de no haber elegido la linterna.

Encendí el dispositivo, que según el viejo se llamaba Heizer, pero su pantalla opaca en negro no iluminaba nada, tan solo un poco cuando el mapa estaba desplegado. Para mí eso ya era más que suficiente, pero seguía con la respiración entrecortada del terror absoluto que sentía en ese momento. Un nuevo mensaje comenzó a escribirse en la pantalla:

Con cada etapa superada, además de obtener un premio que te ayude, se añadirá un nuevo obstáculo que desafiará tus capacidades de supervivencia y astucia. Los obstáculos se irán acumulando de forma progresiva.

El primer obstáculo es: La Noche. Sea la hora que sea, a partir de este momento no habrá más que oscuridad en los alrededores.

El próximo teletransportador H.I. estará disponible a las 11:30. Procure mantenerse a salvo hasta entonces.

No me lo podía creer. Ese silencio, esa oscuridad, el saber que un gran monstruo estaba viniendo en este mismo momento para matarme... No sabía que era posible experimentar tantos miedos juntos, pero puedo afirmar con seguridad que habría preferido no saber nunca lo que se siente.