1 0 M I N U T O S

9. E L L A G O

N.P.D. //ARUA//:

Aparecí... en un lugar muy extraño, después de separarme de Groy y de Mebia. Esperaba encontrar ante mí una bonita aldea en el claro de un verde bosque lleno de vida... pero me llevé una gran decepción cuando miré a mi alrededor. Me encontraba en medio de un tenebroso y lúgubre bosque, con árboles tan frondosos que no permitían que la luz apenas llegara hasta la superficie.

—(¿Esta es... la aldea del bosque...?)

Repartidas por el suelo, y sobre las ramas de algunos árboles grandes, se encontraban unas misteriosas carpas moradas y azules oscuras que había visto en alguna parte, pero no recordaba dónde. A mis pies, había un sencillo camino hecho con pequeñas ramas de madera, que me conducían hacia la calle principal de aldea, así que decidí seguirlo... Estaba muy alerta, porque no veía a nadie por la calle... o, al menos, no hasta que llegué a una pequeña plaza.

—(Espera... ¡Esos...!)

Había dos personas... con una máscara. Una máscara opaca. La de uno era verde, y la del otro, roja. Me miraron en cuanto me escucharon llegar.

—Hola, buenos días. —Dije, acercándome lentamente.

Los dos enmascarados se miraron, y después uno de ellos me dirigió la palabra, en un tono muy tranquilo.

—Jovencita, es de mala educación hablar a un desconocido apuntándole con un arma...

¡Ahí va! No me había dado cuenta, pero no había guardado la metralleta porque desconfiaba. Bajé el arma al instante, y me disculpé.

—¡A-Ah! ¡Perdonad! Esto... ¿Sois de aquí?

Los dos extraños se miraron de nuevo, y esta vez tomó la palabra el otro hombre.

—Así es. Somos de Boskymalia. Bienvenida, forastera.

—Gracias... —Respondí, con algunas dudas. —Una pregunta... ¿Sois... videntes?

De nuevo, los dos enmascarados se miraron, y me respondieron algo inquietos.

—Así que no es la primera vez que oyes acerca de nosotros, ¿eh, jugadora? ¿Cómo te llamas? Yo soy Resh, y mi compañero se hace llamar Tav.

—Es un placer. Mi nombre es Arua.

Les expliqué mi relación con el vidente que predijo mi futuro, aparentemente Dálet, y después ellos comenzaron a hablarme de su raza y del juego.

—No podemos leer el futuro. Esa es la habilidad de Dálet. —Explicó Tav.

—De hecho... —Añadió Resh. —Aún así, todos tenemos una habilidad mágica. Nosotros dos podemos leer las mentes.

—¡¿Q-Qué?! —Contesté, sintiéndome engañada. —¡Entonces, ¿qué ha sido la conversación que hemos tenido hasta ahora, si podéis saber lo que estoy pensando en todo momento?!

—No te alarmes, chica. Ahora sabemos que eres sincera, y eso es lo que cuenta. —Dijo Tav, tratando de calmarme.

—¿Y yo...? ¿cómo sé que vosotros sois sinceros...? —Pregunté, preocupada. Ahora tenía algo de miedo, incluso había retrocedido un par de pasos. ¿Eran enemigos, o...? ¿Y sí...?

—Espera, espera, chica. No pienses mal de nosotros. Épsilon lo demostró. No tenemos intención de engañar o hacer daño, nuestra función es ayudar a los jugadores. —Señaló Resh.

Tragué saliva. No tenía muchas opciones ahora mismo, así que no me quedó más remedio que aceptar la situación.

—De ser así... entonces me alegro... —Dije, en tono de desgana. —Supongo que confiaré en vosotros... (aunque en realidad sigo lista para apuntar y disparar en cualquier momento...)