Después de su encuentro con Sofía Eddison, George no podía dejar de pensar en la misteriosa mujer. Las palabras del bartender resonaban en su mente: "Ha pasado por las peores cosas que un hombre podría imaginar." Decidió que debía conocer más sobre ella y, sobre todo, aprender de su experiencia.
George continuó su camino, viajando de pueblo en pueblo y ayudando donde podía. En uno de estos pueblos, se encontró con un cartel que ofrecía una gran recompensa por la captura de una banda de forajidos que había estado aterrorizando la región. Decidió aceptar el desafío, viendo en ello una oportunidad para poner a prueba todo lo que había aprendido.
El camino hacia el campamento de los forajidos no fue fácil. Los senderos estaban plagados de peligros, y George tuvo que utilizar todo su ingenio para mantenerse a salvo. Finalmente, llegó al escondite de la banda, un antiguo fuerte abandonado en medio del desierto. Desde lejos, pudo ver que los forajidos eran muchos, y sabía que enfrentarse a ellos solo sería una tarea casi suicida.
Mientras observaba, tratando de idear un plan, escuchó un sonido detrás de él. Giró rápidamente, pistola en mano, solo para encontrarse con Sofía Eddison, quien lo observaba con una sonrisa divertida.
"Veo que has decidido meterte en problemas, ¿eh?", dijo ella, con ese tono burlón que ya empezaba a reconocer.
George bajó su arma, sorprendido de verla nuevamente. "Necesito la recompensa," respondió, intentando sonar más seguro de lo que se sentía. "Esos forajidos han estado causando estragos, y alguien tiene que detenerlos."
Sofía lo miró fijamente por un momento, como evaluándolo. "Sabés, no todos los problemas se resuelven con una pistola. A veces, es mejor usar la cabeza." Luego, observando el fuerte, continuó: "Si te lanzás ahí solo, no vas a salir vivo. Pero si realmente querés hacerlo, te ayudaré. Solo que esta vez, vos me vas a seguir a mí."
George asintió, agradecido por la ayuda. Juntos, comenzaron a planear un ataque estratégico. Sofía le mostró cómo aprovechar el terreno a su favor, usando las sombras y los elementos del desierto para acercarse sin ser detectados. Le enseñó a moverse con sigilo, a anticipar los movimientos de los enemigos, y a usar su arma solo cuando fuera absolutamente necesario.
El ataque fue rápido y letal. Con la ayuda de Sofía, lograron reducir a los forajidos uno por uno, utilizando tanto la astucia como la fuerza bruta. Al final, solo quedó el líder de la banda, un hombre corpulento y despiadado que se había ganado la fama de ser invencible en un duelo.
George, decidido a demostrar su valía, desafió al líder a un duelo justo. Este aceptó, confiado en su superioridad. Pero esta vez, George no estaba solo; tenía las enseñanzas de Sofía y todo lo que había aprendido en su viaje. El duelo fue intenso, pero George, usando una táctica que Sofía le había mostrado, logró desarmar a su oponente y reducirlo sin tener que matarlo.
Al terminar, Sofía se acercó a George, quien aún tenía la adrenalina corriendo por su cuerpo. "No lo hiciste nada mal, Ojos de Águila," dijo ella con una sonrisa de aprobación. "Pero recordá, siempre hay algo nuevo que aprender."
Mientras recogían la recompensa y se preparaban para regresar al pueblo, George supo que había dado un gran paso en su camino para convertirse en el mejor. Pero también sabía que su viaje estaba lejos de terminar. Mirando a Sofía, se dio cuenta de que tenía mucho más que aprender, no solo sobre ser un tirador, sino sobre la vida misma.
Después de la breve despedida en el bar, George y Sofía continuaron su camino hacia el pueblo, montando en silencio por un buen rato. El sol comenzaba a descender, tiñendo el cielo de un naranja profundo, cuando Sofía finalmente rompió el silencio.
"Sabes, George… la vida tiene una forma cruel de enseñarte lecciones", dijo con una voz que denotaba una mezcla de tristeza y aceptación. "Tenía solo cinco años cuando vi mi hogar arder en llamas. Fue un accidente, pero eso no lo hizo menos devastador."
George la escuchaba en silencio, dándole espacio para que compartiera lo que quisiera. Sabía que lo que ella había pasado era algo que la mayoría no podría soportar.
"Perdí todo en ese incendio… mis padres, mis hermanos… todo lo que conocía desapareció en un instante. A partir de ese día, tuve que aprender a sobrevivir sola. Pasé años vagando de un lugar a otro, siempre con la esperanza de encontrar algo que llenara el vacío que dejó el fuego."
George asintió, sintiendo un nudo en la garganta. Él mismo había visto la muerte de cerca, pero no podía imaginar el dolor de perderlo todo a tan temprana edad.
"Luego, a los 15 años, estuve atrapada en medio de un asalto a un tren. Me dispararon en la pierna, y pensé que iba a morir allí, sola y desangrándome. Pero sobreviví, y eso solo me hizo más fuerte."
Sofía miró a George, quien podía ver el fuego en sus ojos. "He visto lo peor que este mundo tiene para ofrecer, y he enfrentado la muerte más veces de las que puedo contar. Pero nunca he dejado que eso me definiera. He usado todo lo que aprendí para ayudar a los demás, para proteger a los inocentes… algo que tú también haces, George."
George, sorprendido por la revelación, compartió su propia historia. Le habló de cómo vio a su padre morir, de cómo eso lo había impulsado a seguir el camino del tirador, buscando siempre ser el mejor, tal como su padre le había enseñado.
El camino al pueblo pasó rápido, y cuando finalmente llegaron, el sol ya se había ocultado. Sofía decidió quedarse en una posada, una pequeña casa de madera donde la gente podía hospedarse por el tiempo que deseara.
George, todavía asimilando lo que había aprendido sobre Sofía, se dirigió a la cabaña de Jonny. El anciano lo esperaba en la puerta, su rostro reflejando una mezcla de preocupación y curiosidad.
"¿Sabes lo que estás haciendo, muchacho?" le preguntó Jonny mientras lo invitaba a entrar.
George le contó todo lo que había pasado ese día, incluyendo lo que Sofía le había revelado. Jonny, lejos de enojarse, se sentó frente a él y comenzó a hablar en un tono grave y serio.
"Sofía Eddison… es una de las mujeres más fuertes que he conocido. Ha sobrevivido a cosas que habrían destruido a cualquier otra persona. Lo que te contó hoy es solo la punta del iceberg. Además de ver cómo su casa ardía cuando era niña, ha tenido que enfrentarse a la crueldad del mundo de formas que tú ni siquiera puedes imaginar."
Jonny le contó más sobre el pasado de Sofía: cómo había sido capturada por bandidos cuando era adolescente y cómo había tenido que pelear para escapar; cómo había perdido a su primer amor en un duelo que nunca debió haber ocurrido; cómo había decidido vivir en soledad, buscando un propósito en un mundo que parecía empeñado en destruirla.
Jonny le contó más sobre el pasado de Sofía: cómo había sido capturada por bandidos cuando era adolescente y cómo había tenido que pelear para escapar; cómo había perdido a su primer amor en un duelo que nunca debió haber ocurrido; cómo había decidido vivir en soledad, buscando un propósito en un mundo que parecía empeñado en destruirla.
George escuchó todo con una mezcla de asombro y respeto. "¿Cómo es que no se convirtió en una bandida después de todo eso?" preguntó.
Jonny suspiró y miró a George con una expresión solemne. "Porque, a pesar de todo, Sofía tiene un corazón de oro. Ella podría haber tomado el camino fácil, pero eligió uno mucho más difícil. Eligió seguir adelante, ayudar a los demás y no dejar que el odio la consumiera."
George asintió, comprendiendo ahora el verdadero carácter de Sofía. "Es una mujer increíble," murmuró.
Jonny sonrió levemente. "Lo es. Y tú también tienes ese potencial, muchacho. No dejes que el pasado te defina, usa tus experiencias para ser mejor, como ella."
Sofía se despidió de ambos antes de dirigirse a la posada, dejando a George y a Jonny con muchas cosas en las que pensar. La noche cayó y ambos regresaron a la cabaña de Jonny, terminando el día con una paz inesperada, sabiendo que habían conocido a alguien realmente especial.
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El Camino de Ojos de Águila
AdventureEn las áridas tierras del Viejo Oeste, donde el polvo y el plomo marcan el ritmo de la vida, surge la historia de George Eddwarson, conocido por su temido apodo: Ojos de Águila. Desde su infancia marcada por tragedias y exigencias, hasta su ascenso...