𝑴𝒚 𝑴𝒖𝒔𝒆 𝑨𝒏𝒅 𝑴𝒆 // ʙɪʟʟꜰᴏʀᴅ

𝑴𝒚 𝑨𝒔𝒔𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒕

Han pasado algunas semanas desde las últimas interacciones que mantuve con Bill, juntos hemos creado planes magníficos para nuestro futuro a largo plazo, algo que hará que todo este mundo pueda evolucionar de una manera positiva y sea un bien mayor para la humanidad. Desde entonces he trabajado en el mayor proyecto de mi vida pero sabía que no podía hacerlo solo por mi cuenta... así que decidí comunicarme con el amigo que hice hace unos años atrás en la universidad. Al escuchar mi idea pareció estar completamente de acuerdo conmigo e incluso podía notar la misma emoción en él y eso me impulsó a mejorar aún más para poder hacer un trabajo digno de admirar.

Los últimos días que he trabajado con mi asistente, o mejor dicho: "Fiddleford", han sido alentadores e impresionantes para ambos. Había olvidado por completo aquel sentimiento de soledad cuando me impresionó con esa mentalidad tan grande e impresionante como la recordaba y sus divertidas "particularidades" que lo hacían único de alguna manera y que han hecho este proyecto algo para gozar. Aunque debo admitir que tiene algunos hábitos que considero un tanto molestos, pero intento ser compresivo con él retomando el hecho de que creció toda su vida en una granja, así que pude deducir de inmediato que podría ser algo complicado de dejar atrás. He notado también que suele golpear sus rodillas rítmicamente cuando está haciendo cálculos mentales o siente emociones fuertes.

Desde entonces lo he descubierto varias veces mirando una foto en la cual está su familia. Me mencionó que al pensar en ellos lo hace querer seguir adelante con este proyecto al saber que será un beneficio universal que les hará un bien tanto a ellos como a nosotros y así fue que tomó la decisión de trabajar junto a mí. Pasamos días analizando, creando y probando cosas nuevas que hagan funcional esto... sin embargo tomamos la decisión de darnos un descanso para buscar artefactos que podrían ser de ayuda y también para despejar nuestras mentes.

A la mañana siguiente estábamos preparados con lo que empacamos la noche anterior y dimos marcha a nuestro nuevo emprendimiento temporal que nos ayudaría a cambiar la existencia de la humanidad.
No había nada mejor que tomar una gran bocanada de aire fresco de Oregón y admirar la bella vista boscosa a nuestro alrededor, ambos nos miramos y sonreímos entre sí para después continuar con nuestro objetivo principal.
Caminamos por el sendero rodeado de altos pinos, con el sol filtrándose sobre nosotros. La atmósfera en el bosque era tranquila, y el aire fresco parecía llenar nuestros sentidos con una energía rehabilitador. El bosque, aunque era familiar para ambos de manera distinta, nos ofrecía un descanso muy necesario de las intensas horas de trabajo.

Mientras avanzábamos, Fiddleford no pudo evitar detenerse para examinar cualquier cosa que se encontraba en su camino. A pesar de su entusiasmo, era evidente que su mente estaba siempre trabajando en segundo plano, buscando conexiones y posibles elementos que encontrábamos.

— ¡Mira eso Stanford!. Podría ser útil para algún tipo de compuesto estabilizador. Solo imagina lo que podríamos hacer con esto...

Le sonreí, apreciando su entusiasmo.

— Sí Fiddleford. Es fascinante. Pero no perdamos de vista lo que buscamos. Tenemos que encontrar algo en específico.

Continuamos nuestra búsqueda, hablando sobre las posibilidades de lo que podríamos descubrir. A veces, el silencio era tan cómodo como las conversaciones; era la primera vez en mucho tiempo que sentía que había un equilibrio perfecto entre el trabajo y el disfrute del entorno.
Después de varias horas explorando sin éxito, llegamos al lugar que buscábamos, la nave alienígena que estaba en el valle que le dio su origen a este pueblo. El lugar tenía una atmósfera misteriosa y prometía ser una pista en nuestra búsqueda. Con una linterna en mano, Fiddleford y yo entramos cautelosamente por si aún había vida allí adentro.

El lugar era más profundo de lo que habíamos anticipado, y las paredes estaban cubiertas de extraños símbolos y objetos futuristas. Fiddleford examinó a detalle lo que encontraba con gran interés.

— Estos parecen ser signos de lo que llevamos buscando. Podría estar relacionado con los artefactos que buscamos. ¡Podríamos estar en el lugar correcto!

Nos adentramos más, manteniéndonos alerta. Finalmente, encontramos un pedestal en el centro de la nave, y sobre él descansaba un antiguo artefacto envuelto en tela desgastada. El artefacto parecía un amuleto con inscripciones en un idioma que no reconocía de inmediato.
Fiddleford lo examinó minuciosamente mientras yo buscaba más pistas en los alrededores.

— Este podría ser uno de los objetos que necesitamos.

Decidimos llevar el amuleto de vuelta al laboratorio después de nuestras pequeñas vacaciones. La emoción en el aire era palpable mientras salíamos de la nave. Había una sensación de logro y esperanza que nos acompañaba, sabiendo que habíamos dado un paso más hacia el avance de nuestro proyecto.

Días después de nuestro regreso en el laboratorio nos sumergimos en el análisis del artefacto. La conexión entre el pasado y el presente parecía intensificarse, y con cada descubrimiento, nos acercábamos más a la realización de nuestra visión. La colaboración entre mi fiel asistente y yo estaba dando frutos, y el futuro se mostraba prometedor.