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Cena familiar
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Max recorre el centro comercial. Su mirada se desplaza por las tiendas en busca de cualquier indicio de Pato, Liam, y Yuki. Pero no es una tarea fácil, el centro está lleno de compradores navideños, y la decoración festiva solo lo marea más. El problema es que Pato, Liam y Yuki podrían estar en cualquier parte, y sus personalidades no ayudan a reducir las posibilidades.
Decide enfocarse en lo poco que sabe: quieren regalos de navidad para sus novios. Yuki sale con Pierre, ¿Qué carajos le gusta a Pierre?
No se complica y va a la sección de restaurantes, sabía que a ambos les gusta salir juntos a probar comida.
Finalmente, sus ojos se posan en una pequeña pastelería. A través de los ventanales, ve a Yuki sentado en una mesa, concentrado en su teléfono, con un café y un pequeño postre frente a él. Uno de tres, eso era un avance. Se acerca al establecimiento sentándose enfrente del piloto.
—Yuki —saluda
Yuki levanta la mirada, visiblemente sorprendido al ver a Max allí.
—¡Max! —exclama, aunque hay un toque de nerviosismo en su voz—. ¿Qué haces aquí?
—Buscándote. —responde Max, cruzando los brazos—. Checo está que mata a Hülkenberg porque ustedes desaparecieron. Así que toma tu regalo y vienes conmigo, ¿Dónde están los demás?
—Ehhhh —Yuki sonríe nervioso— No lo sé.
—¿Cómo que no sabes? —inquiere el rubio
—Nos separamos para que cada uno fuera por lo suyo. —admite el joven— Dijeron que se reunirían conmigo aquí después, pero... no han vuelto.
Max aprieta los dientes y exhala lentamente, tratando de mantener la calma.
—Está bien. —responde finalmente, con un tono más controlado—. Vamos a buscar a los demás.
Yuki asiente rápidamente, aliviado de que Max no esté más molesto de lo que ya está. No estaba acostumbrado a que lo regañara alguien que no fuera su papá Sergio, Hülkenberg era manso en ese sentido, pero Max siempre ponía orden y lo respetaban.
Max nota la reacción de Yuki y suaviza un poco su expresión. Aunque está frustrado, es Navidad, no es el momento para ser duro con él.
—Perdón por escaparnos. —admite el japones
Max siente un deja vu recordando todas las veces que se le escapó a sus padres.
—No estoy enojado, solo querían regalos. Además, prefiero estar aquí que en mi casa. —admite Max— ¿Tienes alguna idea de que podrían estar buscando los demás?
—Liam solo estaba siguiendo a Pato. Y Pato... bueno, él podría estar en cualquier lado. No se que le gusta a Arthur.
Max asiente pensando en donde podría estar el mexicano. Luego lleva a Yuki hacia una florería. Pato tenía una manía en regalarle ramos extravagantes a Arthur.
Se encuentra a Liam sentando afuera de una de las florerías bebiendo jugo y adentro de la florería está Pato señalando distintos tipos de flores. Los había encontrado a los tres y eso era un alivio.
—Asustaron mucho a Checo. —le hace saber al menor, quién alza la vista y sonríe culpable
—Fui arrastrado a esto. —se defiende el rubio
—¡Mentira! —lo acusa Yuki
—No peleen. Dejemos que Pato terminé para que pueda llevarlos a casa.
Se sientan junto a Liam esperando al mayor de los hermanos. Liam había conseguido un videojuego para el mismo, Yuki llevaba un postre y un regalo para Pierre que Max no había visto; y Pato llevaba su ramo.
Max no puede evitar sonreír cuando Pato sale de la florería, sosteniendo el extravagante ramo de flores con orgullo.
—¡Max! —saluda Patricio
—Hola, veo que encontraste un buen regalo. —sonríe el rubio mayor
—¡Sí! Arthur va a amar esto, lo sé —dice con confianza, sin dejar de sonreír
—Me alegro, pero tengo una cena a la que volver y ustedes deben volver a casa. Así que caminen hacia el auto, ya. —ordena Max
Los tres chicos caminan delante de él hacia el auto. Llegan al carro, y Max les abre la puerta, asegurándose de que todos entren antes de él. Una vez que todos están dentro y el ramo de Pato va asegurado, Max se sube al asiento del conductor.
El trayecto es tranquilo, pero mientras se acercan a casa de Sergio los menores empiezan a ponerse nerviosos, pues Checo los iba a regañar y mucho. Max, por otro lado, había disfrutado el tiempo fuera de la tensión de su casa.
Finalmente, las luces de la casa de Sergio se hacen visibles.
—Está bien, respiren hondo. Saben que Checo solo está preocupado porque le importan —les dice Max, tratando de apoyarlos—. No fue la mejor idea salir sin avisar, pero están bien y probablemente Hülkenberg la haya pasado peor que ustedes.
Liam deja escapar una leve risa.
Max se estaciona enfrente y Checo sale de la casa preocupado mientras los menores salen del auto arrepentidos.
—¿¡Tienen idea de lo mucho que me preocuparon!? —Max se alegra de que esa ira no está dirigida hacia él. Pato, Liam, y Yuki apenas pueden sostener la mirada de Checo, sabiendo que se metieron en problemas— No tienen idea de lo que pasamos aquí. No es justo lo que hicieron. Tienen que pensar antes de actuar así. Vayan adentro.
Los chicos asienten en silencio. Yuki se despide de Max con la mano, Pato igual mientras saca su ramo del auto y Liam le da un abrazo.
—Adiós. —se despide de Liam
—Gracias por encontrarlos. —habla Sergio
—No es nada, me hiciste un favor sacándome de mi casa. —se ríe Max
—¿Tan malo es? —pregunta Sergio después de reírse
—No tienes idea. —se queja Max y revisa su reloj— Pasen una buena navidad, no seas duro con ellos, por favor. Son jóvenes e idiotas. Y no mates a Hülkenberg.
Checo suelta una carcajada ante el comentario final, asintiendo con la cabeza.
—Haré lo mejor que pueda —responde, todavía sonriendo—. Nos vemos pronto.
Max vuelve a su auto y sale de la residencia Pérez manejando hacia su propia casa. No sabe que esperar exactamente cuando se estaciona, pero escucha el ajetreo de adentro y suspira antes de entrar.
—¡No tienes derecho a decirme nada! ¡Tú fuiste el que fue a tener un hijo ilegítimo! —acusa Hamilton a Rosberg quien es sostenido por Jenson
—¡No te metas con Logan! —advierte el rubio
Hay platos rotos en el piso y liquido regado en el mantel de la mesa. El pequeño Kimi corre hacia Max para que lo libere de la pelea. El rubio considera seriamente volver a su auto y pedirle asilo a Sergio por el resto de la semana, pero en cambio, tapa los oídos de Kimi y lo coloca de espaldas a la pelea.
—¡Dejen de pelear! ¿¡Han visto como están sus hijos!? —se exaspera Max
Lewis es el primero en detenerse viendo a Andrea asustado y a George tenso junto a Alex; luego al hijo de Nico, Logan, que está temblando mientras abraza a Oscar. Doriane está junto a Valtteri igual de asustada. Así que exhala calmándose para no alterar más a los chicos. Nico se suelta de Jenson yendo a abrazar a Logan.
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Christmas dinner
FanfictionHay cenas familiares incómodas, pero Max sabe que no puede imaginar algo peor que las reuniones familiares de su familia. En Navidad a alguien, su papá para ser más exacto, se le ocurrió hacer una cena navideña con exactamente todos los miembros de...